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05 de marzo de 2014

A dos años de la muerte del compañero Miguel Rubinich (a) Marelli, el Comité Regional Santa Fe quiere rendir su homenaje, recordando sus aportes fundamentales a la construcción del Partido de la provincia.

Miguel Rubinich, un comunista

A dos años de su fallecimiento

Miguel dedicó más de 50 años a la revolución y el comunismo en los que tuvo que asumir tareas y decisiones difíciles y decisivas para el desarrollo del PCR en la provincia de Santa Fe. Comenzó siendo un militante revolucionario en el movimiento obrero, fue fundador del PCR, miembro de su Comité Central, secretario de Organización y posteriormente secretario político en el Comité Regional y, finalmente, responsable nacional de Educación del PCR. 

Miguel dedicó más de 50 años a la revolución y el comunismo en los que tuvo que asumir tareas y decisiones difíciles y decisivas para el desarrollo del PCR en la provincia de Santa Fe. Comenzó siendo un militante revolucionario en el movimiento obrero, fue fundador del PCR, miembro de su Comité Central, secretario de Organización y posteriormente secretario político en el Comité Regional y, finalmente, responsable nacional de Educación del PCR. 
Su libro “Apuntes sobre la historia del Regional Santa Fe del PCR” da cuenta con mucha humildad de los momentos cruciales de su vida. Su rompimiento con el movimiento peronista, en el que militó siendo muy joven, para afiliarse al Partido Comunista en busca de un objetivo revolucionario; su desencanto por la traición del PC a las banderas del comunismo y la revolución. Y la decisión de fundar, al frente de un numeroso contingente de obreros y luchadores de Santa Fe, el Partido Comunista Revolucionario para recoger las banderas traicionadas y llevarlas al frente del combate obrero y popular.
Como se escribe en el Prólogo a su libro “su experiencia obrera y sindical fue clave para ayudar a definir el rumbo: la construcción de un Partido de la clase obrera en la provincia, luchando contra la presión de convertirnos en un grupo guerrillero, o de ‘propaganda armada’, a lo que nos empujaba activamente el nuevo imperialismo ruso”.
La lectura de su libro da cuenta de las tormentas revolucionarias en las que pudimos derrotar las maniobras destinadas a torcer nuestro rumbo en el primer período. De sus años de prisión en el penal de Resistencia (con otros once compañeros) y luego en Rawson, bajo la dictadura de Lanusse. Y posterioremente, de la lucha dificilísima en las condiciones de la dictadura militar de Videla, la que afrontó desde su tarea de Organización. Luego Malvinas, PTP, Swift son palabras indisolublemente unidas a su tarea. Viajó a China en 1978 en una delegación encabezada por el camarada Jorge Rocha.
Para culminar y ya en difíciles condiciones de salud, asumiendo la responsabilidad nacional de Educación del Comité Central a la que se entregó con un entusiasmo que transmitía por donde pasaba.
Así como la lectura de su libro es indispensable para comprender como fue la fragua que constituyó nuestro PCR actual; es bueno, en épocas donde impera el “relato”, el “doble discurso”, el “travestismo” y el escepticismo, reconocer a los que pudieron equivocarse pero nunca se vendieron, ni se quebraron, lucharon hasta el fin y transmitieron enriquecidas a las nuevas generaciones las banderas que empuñaron desde jóvenes.
A dos años de su muerte, nuestro compromiso de mantener vivo el recuerdo de nuestro querido Miguel. Como parte de ese compromiso estamos preparando el homenaje que Miguel y la compañera Arlette Colin (a) Doris -también fallecida hace dos años- se merecen.