Noticias

08 de marzo de 2023

“Libertad” para unos pocos, hambre y represión para millones

Milei, un mentiroso peligroso

Javier Milei, actualmente diputado nacional, se candidatea a presidente, y está desarrollando su campaña con una serie de propuestas de la derecha más reaccionaria, disfrazadas detrás de consignas demagógicas contra “la casta política”, gritos, descalificaciones y actos que parecen shows, con el objetivo de tener impacto en las redes sociales.

Milei se dirige principalmente a sectores de la juventud, y trata de utilizar a su favor el creciente hartazgo con políticas que no resuelven y agravan la inflación, los bajos salarios, la inseguridad y la falta de perspectivas para la mayoría de las y los jóvenes.

Milei se define como “libertario”, su partido se llama “La libertad avanza”, y cierra todos sus actos con un “¡viva la libertad, carajo!”.

Pero su concepto de libertad es profundamente reaccionario, porque en nombre de la “libertad”, todo su programa es en contra de la salud y la educación pública, despotrica contra la presencia del Estado en cualquier área, incluso en que Argentina tenga una moneda propia. Lo único que no le escuchamos decir es que quiere que desaparezcan las fuerzas represivas del Estado.

En sus discursos es común escuchar insultos a otros políticos, puteadas y un tono con el que pretende diferenciarse de los políticos “tradicionales”, recogiendo lo que piensan y dicen millones de estos políticos, que viven en una burbuja alejados de la realidad. Pero estas son sólo posturas demagógicas para hacer creíble un planteo que tiene como centro la defensa irrestricta del “mercado”, y una concepción de “libertad” basada en la propiedad privada.

Es una demagogia fascista, porque Milei odia profundamente al pueblo, a los trabajadores, a los jubilados de la mínima, y ni que hablar de las mujeres. Por ejemplo, su libertad no incluye el derecho al aborto legal, seguro y gratuito conquistado por la lucha del movimiento de mujeres.

Sus propuestas económicas para bajar la inflación, cómo el mismo Milei lo ha reconocido, son “una variante más dura” de la convertibilidad, que fue el programa que llevó adelante el gobierno menemista primero y De la Rúa después, de la mano del entonces ministro de Economía Domingo Cavallo.

La “convertibilidad”, que se aplicó en la Argentina entre comienzos de la década de 1990 y el 2002, vino acompañada por la privatización de empresas estatales, una indiscriminada apertura de importaciones y el gigantesco endeudamiento con el FMI, entre otras cosas, combinación que llevó a la desocupación y al hambre a millones, que con sus luchas parieron el Argentinazo del 2001.

Milei pretende profundizar este programa, con una total dolarización de la economía, lo que ejemplifica en sus propuestas de “destruir” el Banco Central, además “eliminar de cuajo la obra pública”, ir a una reforma previsional volviendo a la privatización de las jubilaciones, reformar el “mercado laboral” sacando derechos a los trabajadores a favor de los grandes empresarios, etc. Como el mismo Milei aseguró en un reportaje “El modelo de la casta es la idea de que a cada necesidad nace un derecho. ¿Cuál es el problema de esto? Que las necesidades son infinitas y cuando se otorga un derecho alguien lo tiene que pagar”.

Entonces, mejor dejemos que los que tienen “necesidades” se mueran de hambre, así tenemos una Argentina para pocos, y que no paguen impuestos, ese es el objetivo de Milei y los sectores de las clases dominantes que lo apoyan.

En estos días, frente a las elecciones provinciales, Milei viene haciendo alianzas con reconocidos partidos de “la casta” de algunas provincias, y lleva como candidatos a viejos conocidos de la derecha reaccionaria, como Ricardo Bussi en Tucumán, hijo del recordado general genocida.

Esa es la Argentina que quiere Milei, una en la que la venta de órganos sea “un mercado más”, un país donde puedas “elegir morirte de hambre y morirte».

Escribe Germán Vidal

Hoy N° 1953 08/03/2023