1. Ni una menos
La jornada del 3 de junio es histórica,sacudió a la Argentina, y tuvo enorme repercusión en América Latina y el mundo (ver págs. 8 a 11).
1. Ni una menos
La jornada del 3 de junio es histórica,sacudió a la Argentina, y tuvo enorme repercusión en América Latina y el mundo (ver págs. 8 a 11).
Cientos de miles de mujeres salieron a las calles de todo el país para denunciar la violencia, la opresión y la muerte. Hablaron de los dolores que arrastran y el coraje que encontraron para organizar cientos de marchas. Las había de todos los colores políticos, creencias religiosas y clases sociales. Las acompañaron hombres y pibes que no quieren ser cómplices de ese sistema de opresión sino parte de la lucha por cambiarlo.
El movimiento de mujeres en la Argentina tiene una larga historia de lucha. Llevan 29 Encuentros Nacionales en los que cada año renuevan la fuerza para luchar contra sus sufrimientos, y son un ejemplo en el mundo. Se organizan para enfrentar cada caso de femicidio o violencia, y para sostener casas de las mujeres en las que puedan refugiarse, lucha en la que la recordada compañera María Conti puso toda su fuerza.
La gigantesca protesta puso en las calles el reclamo de la emergencia frente a los femicidios y la violencia contra las mujeres, y mostró que están hartas de un Estado cómplice de esa opresión, y hartas de los balances del gobierno que hace leyes pero no pone los fondos ni la estructura para garantizarlas.
2. Un parazo
El movimiento obrero hizo su 5° paro nacional contra la política de ajuste del gobierno K, antiobrera y antipopular. Un parazo (pag. 6 y 7).
Se llegó con un reguero de luchas por las paritarias que enfrentaron los topes en los aumentos salariales que pretendían imponer el gobierno kirchnerista y las patronales. Esas luchas golpearon el techo del 22% que anunciaron Cristina K y Kicillof. La huelga histórica, triunfante, de los aceiteros de Santa Fe, con piquetes en los puertos por un salario de acuerdo a la canasta familiar real, golpeó el bolsillo del gobierno y las patronales, los dólares de sus exportaciones, y le torció el brazo.
En este nuevo paro nacional jugó un gran papel la Confederación del Transporte, junto a las CGT de Moyano y Barrionuevo y la Multisectorial que integran la CTA Autónoma, la CCC, Barrios de Pie, MST, FAA, FNC, Originarios en Lucha y FUA. La Multisectorial sumó contingentes sociales y populares, y realizó una gran jornada nacional de lucha del 8/6.
El gobierno K jugó con todo, amenazó, hizo provocaciones como el encarcelamiento del conductor de La Fraternidad, y recurrió a los delirios de la presidenta de que la Argentina está mejor que Alemania, y la gorilada fascista de Randazzo de descalificar al paro como “un secuestro de los argentinos”. El paro les dolió, y mucho. Les dolióporque es clave para generalizar en las paritarias el triunfo de los aceiteros, y para unir los reclamos obreros y populares que brotan en todo el país.
3. Los que son parte del problema
La jornada de las mujeres y el paro nacional pusieron en el centro de la política nacional los problemas graves y profundos que sufren las mujeres, los trabajadores y el pueblo. Castigó al gobierno de Cristina y a Scioli, y le marcó la cancha a Macri y Massa.
Igual que Cristina y Scioli, Macri y Massa también son parte del problema, no de la solución. Todos tienen el mismo programa. Las mismas figuras que eran parte del Frente para la Victoria gobernante, saltaron al Frente Renovador de Massa, y hoy vuelven y son recibidos con los brazos abiertos por la presidenta y Scioli, o por Macri. Un cambalache en el que “el que no llora no mama y el que no afana es un gil”, como diría Discépolo.
Scioli y Macri, los candidatos en los que (lo que ahora llaman) el “círculo rojo” del poder quiere polarizar las elecciones. Scioli y Macri jugaban juntos, de chiquitos, cuando sus padres eran dos de los jefes de la mafia ítalo-rusa en la Argentina. Scioli dice que Kicillof podría seguir en su puesto si él gana. Macri reúne a su “mesa chica” en la casa de su padre, que vive 6 meses del año en Pekín y es el hombre de negocios del imperialismo chino en América Latina.
Scioli le mandó un mensaje a su amigo Macri: “No aflojes que ya lo tenemos casi desplumado (a Massa)” (Clarín, 10/6). “Lo tenemos”, dice, desnudando el acuerdo, y también,la falsa polaridad Scioli-Macri.
No se puede acabar con la situación de emergencia sobre violencia contra las mujeres, ni terminar con la miseria, con la droga y la inseguridad, sin acabar con sus raíces profundas: la oligarquía latifundista, la dependencia del imperialismo y el poder que los sostiene. ¡Hace 12 años!, que gobierna el kirchnerismo, Scioli es parte de ese gobierno, Macri socio de negocios del grupo K, y ya anunció que mantendrá la asociación estratégica con China. En estos doce años ellos han manejado los resortes fundamentales del poder y son responsables de haber llevado el país a esta situación.
4. Las dos piernas
Cambió la situación política. Lo nuevo es que, mientras los de arriba trabajan para ponerle un chaleco de fuerza al pueblo con la polarización “Scioli o Macri”, con la jornada de las mujeres y el paro nacional, amplísimas masas populares dijeron ¡Basta! Clavaron el taco (dicen los pibes). Mostraron que son muchas y muchos las hartas y embroncadas y los hartos y embroncados.
Lo extraordinario de la jornada de las mujeres y del paro nacional, es que vuelven a demostrar que hay reservas democráticas y patrióticas profundas en el pueblo. Que muchos buscan caminos y ponen el hombro para resolver lo necesario, que se multiplican las organizaciones democráticas como los cuerpos de delegados (que juegan un papel clave en la protesta obrera y popular), y otras organizaciones sociales, que encuentran y usan instrumentos que el poder aún no logró monopolizar, como las redes sociales, y logran que lo nuevo avance, se abra paso.
El FIT no da respuesta a la situación actual con su política testimonial que, con el pretexto de luchar “contra el capitalismo”, no ataca el latifundio terrateniente, ni la dependencia del imperialismo y el Estado que los expresa. Con el mismo pretexto, dividen la necesaria unidad para la lucha obrera, y la unidad obrero-popular, que es el camino para avanzar hacia una salida popular, democrática y antiimperialista, y su continuidad hasta acabar con toda forma de opresión del hombre por el hombre.
Para que lo nuevo siga avanzando en las próximas elecciones, y después de ellas, tiene que caminar con las dos piernas: la de la lucha de los trabajadores y el pueblo, y la del Frente Popular que lo exprese en la política.
5. Se puede
¿Se puede parir una fuerza nueva capaz de acabar con la violencia contra la mujer, la pobreza, la droga, la corrupción, la inseguridad, y con los responsables de esa situación, la oligarquía latifundista, la opresión imperialista y el poder podrido que sostiene esas lacras?
¿Se pueden parir una fuerza que recupere las mejores tradiciones de la historia nacional, que tenga la cabeza abierta a la complejidad del mundo y la Argentina de hoy, y garantice las ansias de libertad y de una verdadera democracia?
¿Vale la pena usar el voto para parir una fuerza capaz de seguir la pelea después de las elecciones, que crezca y cree condiciones para crear un nuevo poder, con las manos limpias de los que crean la riqueza nacional todos los días, para resolver las urgencias, las necesidades, las aspiraciones y los sueños del pueblo?
Quienes trabajamos para el Frente Popular estamos convencidos de que vale la pena: es posible parir lo nuevo, y urge hacerlo. El 3/6 y el 8 y 9/6 nos cargan las pilas.
Vamos a seguir la pelea contra el ajuste y la entrega de hoy. Vamos a pelear los miles de avales para presentar los candidatos en las PASO y romper la trampa proscriptviva. Y seguiremos la pelea contra el ajuste que preparan Cristina y Scioli, o Macri.
Vamos a trabajar para que los trabajadores y el pueblo, y el Frente Popular, construyan su verdadera década ganada.
