El sábado 6/11 miles de polacos marcharon por las calles de Varsovia (capital de Polonia) y en otras 78 ciudades. Piden cambios en la ley del aborto vigente, que permite sólo abortar si el embarazo es fruto de una violación o si la vida de la madre corre peligro. Las manifestaciones se organizaron cuando la familia de Izabela decidió hacer pública las causas de su muerte. Izabela era una mujer de 30 años que falleció el 22 de septiembre por una infección generalizada, por no haberle realizado un aborto cuando perdió todo el líquido amniótico. Estaba cursando un embarazo de 22 semanas, y los médicos ya habían dictaminado que el feto no podría sobrevivir por presentar graves anomalías en su formación. Los médicos decidieron no realizar el aborto alegando que el corazón del feto aún latía. Cuando realizaron la cesárea ya era tarde, la infección había tomado todo el cuerpo de Izabella que murió en el hospital.
La marcha comenzó delante del Tribunal Constitucional, que en octubre de 2020 dictaminó sentencia para quitar la mayoría de los causales por los cuales se podía pedir la autorización para realizar un aborto. Uno de esos causales era el de defectos irreparables en el feto, el caso de Izabela.
Luego marcharon al Ministerio de Sanidad, que declara 2000 abortos al año; organizaciones feministas aseguran que son más de 200.000 las polacas que abortan en forma clandestina, o viajan a otros países donde es legal el aborto. En la marcha se podía leer en las pancartas «Podría estar viva», «Derechos de las mujeres, derechos humanos», “Ni una muerte más”, así como fotos de Izabela.
Polonia es uno de los países católicos más devotos de Europa. Y algunos grupos ultracatólicos quieren eliminar por completo todos los pocos causales de aborto contemplados hoy en día. El pueblo resiste manifestándose multitudinariamente.
Hoy N° 1890 17/11/2021