El FISU era financiado con el 9% del Impuesto PAÍS y permitía realizar obras en todo el país, generando empleo para más de 25.000 cooperativistas y avanzar en mejorar la calidad de vida de quienes habitan los barrios populares, que son alrededor de 5 millones.
Sin embargo redujo en primera instancia la asignación al 0,3 % y para luego imponer el cierre definitivo, mediante el decreto 312/2025.
Esta decisión nos deja sin trabajo y sin la posibilidad de acceder al agua potable, cloacas, electricidad segura, calles y viviendas adecuadas. Además, implica no darle continuidad al programa Mi Pieza (para mujeres jefas de hogar o víctimas de violencia de género). Tampoco siguen los Certificados de Vivienda Familiar, que tras los relevamientos acreditaban la posesión del hogar.
En un contexto agravado por las inundaciones que tienen directa relación con la parálisis de la obra pública en general, se llevó adelante esta jornada de lucha, la cual fue replicada en varias ciudades del interior.
En la CABA, nos concentramos en Plaza de Mayo las organizaciones que integran la Mesa de Barrios Populares (CCC, CTA, MTE, Barrios de Pie, Movimiento Evita, FOL, FeTraES, CNTC, TECHO – Cáritas – Octubres) acompañados por ATE. Marchamos hacia el Ministerio de Economía y luego a la Subsecretaria de Integración Socio Urbana, con un importante operativo policial que hostigó la jornada. La Sisu actualmente está a cargo de Sebastián Pareja, funcionario que en declaraciones públicas reconoció que no se encontraron irregularidades en el manejo del FISU.
Se entregaron petitorios y Pareja se comprometió a realizar una reunión con la Mesa Nacional de Barrios Populares.
En Economía se dejó algo con lo que los habitantes de los barrios populares convivimos a diario: baldes con excrementos y barro fueron lanzados en su puertas.
Entendemos que la ley 27.453 debería garantizar la continuidad de las obras y de los programas de los 6.467 barrios populares que existen en nuestro país, pero a su vez comprendemos también que un gobierno que viola sistemáticamente la Constitución e ignora los fallos judiciales en su contra, nos lleva a tener que ganar las calles, nuestro principal escenario de lucha.
Es urgente replicar el repudio a la decisión de la derecha más recalcitrante y servil de cerrar un fondo que no tenía más fin que mejorar la calidad de vida de los sectores más empobrecidos, mientras los de arriba se disputan puestos de poder y se la siguen llevando en pala.
Seguiremos luchando por Tierra, Techo y Trabajo.
El cierre del Fisu es una sentencia contra los más pobres, no nos vamos a quedar de brazos cruzados.
hoy N° 2061 28/05/2025
