No sólo nos sacó los medicamentos gratuitos, sino que fundamentalmente ajustó nuestros haberes. Hoy la inmensa mayoría de las y los jubilados y pensionados cobramos la mínima, tenemos una jubilación indigna que no llega a $340.000 (con bono incluido). Esto deja en evidencia que para el presidente la casta éramos las y los jubilados.
Ahora también están auditando a las y los pensionados. Y le sumamos que no hay manera de conseguir especialistas que no tengamos que pagar.
Con este panorama es que nos fuimos encontrando, primero con el Movimiento de Jubilados Norma Pla, luego se sumaron los jubilados del ATE, Jubilados por la Liberación y hasta pensionados combatientes de Malvinas. Nosotros, las y los jubilados del MIJP, fuimos pioneros en encabezar la lucha por nuestras reivindicaciones en las calles de Bahía.
Con años de pelea en el MIJP conseguimos que nos reconocieran como una Federación de Jubilados en el Pami. También logramos que la Presidenta de dicho estamento, producto de la intensa lucha al ocuparlo con centenares de personas, haya tenido que renunciar a su cargo.
Todos los miércoles nos movilizamos en un verdadero semaforazo, semana a semana nos vamos juntando cada vez más. Desde la experiencia vivida, un hecho que creemos que se puede tomar nacionalmente es la «Marcha de los banquitos» donde todos los jubilados que tengan problemas motrices pueden participar y así también dejamos en evidencia la brutalidad de Bullrich cuando quiere reprimirnos.
El tiempo es ahora, organizar a los jubilados y pensionados para la lucha es una tarea del momento porque no aguantamos más esta situación.
Escribe Nora Alfaro