Domingo al mediodía. Los talleres están en impasse hasta la tarde. Las mujeres preferentemente deambulan por la Plaza Urquiza llena de actividades y de color. Artesanías, delegaciones descansando, muestra fotográfica del conflicto de Terrabusi y demás. “Animate a denunciar, silbatazo nacional”, cantan más de 2 mil mujeres mientras los silbatos hacen vibrar los estómagos. El estridente sonido busca romper el silencio ante el abuso sexual.
Las mujeres dejan la plaza atrás para dirigirse al colegio donde se realizaría una charla por la libertad de Romina Tejerina convocada desde la Casa de la Mujer María Conti de San Pedro, Jujuy. Allí subieron al escenario, con sus hijos y sus carteles, las jujeñas que día a día hacen crecer la Casa de Mujer. Y una ovación retumbó en el salón cuando se recordó aquella mujer ejemplar por quien lleva el nombre la Casa.
Mariana Vargas, abogada de Romina Tejerina, presentó a la presidenta de la Casa, Elsa Colqui, a Mirta, hermana de Romina y a Adriana, mamá de N, joven sanpedreña violada y terriblemente golpeada. Estos cuatro relatos transitaron el camino de la Casa de la Mujer María Conti. Como sintetizó Mariana Vargas: “Hemos aprendido a hacer de causas comunes que tienen que ver con cuestiones de género, como fue inicialmente la causa de Romina Tejerina, a hacer batallas políticas de género de muchísima envergadura y que a veces hacen un antes y después en la vida de las mujeres, de los pueblos y de un país”.
También subieron a acompañar estas luchas Elia y Mirta, Madres de Plaza de Mayo de Línea Fundadora quienes denunciaron que esta justicia mantiene tantos represores libres y Romina sigue presa hace tantos años.
Con lo de Romina afloraron los problemas de las mujeres
“Cuando pasó lo de Romina, e inclusive hasta hoy, muchos en San Pedro no comprenden lo que pasó con ella –relata Elsa Colqui–. Pero con su caso comenzaron a surgir muchos relatos entre mujeres que habían pasado por situaciones de abuso, o que habían pasado por situaciones como la de Romina y que nunca habían dicho absolutamente nada. Con lo de Romina aflora todo.
“Teníamos que juntarnos, teníamos que comprendernos entre nosotras. Nos reuníamos en un lugarcito que nos cedía la CCC. Y María Conti fue una de las impulsoras para llevar adelante la decisión de fundar esta casa. Nuestra tarea es un gran logro, porque conseguir que una mujer deje sus tareas hogareñas, de atender al marido y a los hijos y que vaya los lunes a la casa de la mujer, es un logro”.
Elsa Colqui relató las actividades con las que comenzaron a trabajar, destrabando las dificultades de muchas para comunicar lo que les había pasado o sus necesidades con psicólogos, médicos, abogados. Y cómo hoy escrachan y van detrás de los violadores y con aquellos que colaboran con la impunidad, como el caso del juez Argentino Juárez que demoró causas.
Romina puso al descubierto que se cuida a los violadores
Mirta Tejerina planteó: “Esta lucha tiene momentos de altas y bajas. En cada punto del país se han hecho eco de la causa de Romina. Hay libertades que aún restan y que sin duda con la lucha social las vamos a lograr. Tenemos que sostener a Romina adentro, y no es fácil. Porque las internas son víctimas de un sistema que no les dio oportunidad. Estos señores que se creen los dueños de las personas siguen pensando que la única forma de poder integrarlas en la sociedad el día de mañana es castigándolas. La castigan porque Romina puso al descubierto que no hay una seguridad que nos cuide a nosotras, a las mujeres. En todo caso se cuida a los violadores, por eso hoy el Pocho Vargas está libre.
“Nadie planifica una tragedia. Los que la acusaron no tienen la sensibilidad para ponerse un poquito en la piel de Romina”.
El infierno que pasó N sigue impune
“N”, fue el segundo paso de la Casa de la Mujer y en este caso lograron evitar otra tragedia. Adriana, muy emocionada, cuenta “en este momento mi hija es feliz. Pero no del todo. El infierno que pasó sigue impune”. La justicia no buscó al violador, pero sí a la víctima que le prohibió abortar pese a que su embarazo era producto de violación. La amenazaron con revelar su identidad y llegaron a meterse en su domicilio.
Que se ponga al rojo vivo esta realidad
“En nuestra lucha aprendimos cómo podemos denunciar al poder para avanzar”, explicó Mariana Vargas mientras que denuncia: “Nos cruzamos siempre con intentos de sobornos, persecuciones y amenazas. Nosotras seguimos trabajando para que a ninguna joven le ocurra lo mismo que a Romina. Seguimos peleando por su libertad, seguimos peleando el registro de violadores, que se reglamenten los abortos no punibles para que no sufran las mujeres lo que sufrió N, planteamos que se incorpore la figura de infanticidio al Código Penal. Hoy necesitamos que se declare la emergencia de violencia sexual ya, para que se ponga al rojo vivo esta realidad”.