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24 de agosto de 2011

Conversamos con M, una vecina que vive en un terreno lindero a El Triángulo, quien nos cuenta la dramática situación de las familias en Libertador.

“Muerta me van a sacar de acá”

Hoy 1383 / Vecina de El Triángulo, Libertador San Martín

–¿Hace cuánto se asentaron tu familia y tus vecinos?
–Hace dos años que estoy acá. Cuando hemos tomado las tierras hemos tomado tierras de Ledesma que no estaban cedidas, era tierra para plantaciones.

–¿Hace cuánto se asentaron tu familia y tus vecinos?
–Hace dos años que estoy acá. Cuando hemos tomado las tierras hemos tomado tierras de Ledesma que no estaban cedidas, era tierra para plantaciones.
Vinimos a las cuatro de la mañana y nos metimos; cuando vino la policía ya estábamos todos metidos, hasta que vino Ferro (un funcionario local) y como loco empezó a decir que ya viene gendarmería, que hizo la denuncia a Ledesma. Después vino el gobierno y dividió al grupo de vecinos. El gobierno siempre divide a los vecinos, esa es su fuerza, que no estemos unidos. Había muchos que estaban apurados y no recibieron el terreno. Yo me quedé con otro grupo de gente que estábamos dispuestos. El gobierno nos amenazaba que iban a pasar la máquina, que iba a venir gendarmería, que iba a venir la policía. Y yo les dije: muerta me van a sacar de acá.

 

–¿Cómo era tu situación antes de vivir acá?
–Yo vivía en un alquiler, en una piecita de 6 por 4. Estábamos con todas nuestras cositas más mis tres hijos y no nos podíamos ni sentar juntos a comer, los chicos no podían ni salir al patio a tomar aire. Aparte nos aumentaban el alquiler, en el 2009 nos cobraban $550.
Ahora somos como diez familias. Acá no tenemos baño, el agua nos enganchamos, la luz enganchados. Con un tachito hacíamos las necesidades y las tirábamos en los cañaverales y así estamos pasando, y no nos queda otra. Mi hija va creciendo, va pasando la adolescencia, y como que le cuesta a ella crecer de esta forma, los compañeros se le burlan: “vos vivís en un rancho” le dicen. Hubo gente que no toleró vivir en estas condiciones y se volvieron a alquilar, y ahora otra vez tomaron tierras.
En mi niñez yo sé lo que pasé cuando vivíamos a la orilla del río San Lorenzo; con mi mamá, salíamos a las corridas, llorando. Éramos seis hermanos y salíamos agarraditos de la mano y mi mamá se ponía a subir todo, preparando para cuando venga el golpe de agua y no se mojen los documentos, nuestra ropa. Así me crié, sufriendo inundaciones, sufriendo.  Entonces mi lucha era pelear por un terreno y más por una vivienda digna.

 

–¿En qué trabajan vos y tu marido?
–Mi marido es trabajador independiente, es albañil; yo vendo comida, sándwich, vendedora ambulante. Él trabajaba en Ledesma; cuando uno se porta mal, Ledesma te archiva en el legajo y chau, fuiste. El trabajaba ahí en el citrus. No le pagan bien, muy sufrido; no pagan los días de lluvia que no trabajan, con las changas saca más que en Ledesma.
Él se iba a las cinco de la mañana y volvía a la noche. Le descontaban.  Acá la gente cuenta que se sigue ganando poco, por quincena en empaque se gana 800 pesos; el que carga bolsas de 20 kilos, tiene que llenarla también, está en 800 pesos. La bolsa se está pagando $ 1.50. Eso es esclavitud.
Yo cuando era soltera trabajé ahí también, pero con contratista. Sé lo que es, en el ‘99 pagaban 25 centavos la bolsa; y mire, estamos en 2011 y están pagando 1.50. Y en el día tienen que hacer 45 bolsas por jornada. Y a veces entran a la 1 de la tarde en el tiempo que cae la helada. El citrus es bien sufrido, es un trabajo sacrificado. No paga bien Ledesma. Médico no existe. No existe sindicato, no dejan avanzar con el tema del sindicato porque amenazan con despido, o sea que el citrus no tiene sindicato. No los dejan organizarse, porque ya está la amenaza de que si hacen reunión, ya Ledesma cala quiénes son, quién es el cabecilla y ahí no más quieren echarlo.

 

–¿Qué pensás del gobierno?
–El gobierno nunca se acercó, ahora estamos en las elecciones que están de campaña y ni siquiera se acercan a ver cómo vivimos. En aquel tiempo cuando ocupamos, se postulaba Marcelo Llanos para diputado nacional; en el 2007 él se comprometió a hacernos el “Mejor vivir” para nosotros y hasta el día de hoy no llegó nada, y lo que yo pregunto: ¿dónde está la plata?
El gobierno juega con el cansancio de la gente, solución no va a haber. Siempre nos dicen que ya va a haber solución, la gente se cansa, ese es un punto más a favor del gobierno. Y hay gente que realmente necesita, que están agregados, alquilando.

 

–¿Qué pensás de Ledesma?
–Ledesma para mí, quiere tapar toda la pobreza que hay aquí. Los Ledesma y los Blaquier son lo más sinvergüenza, porque ellos aquí no quieren ver ranchos, no quieren ver que hay pobreza, que hay hambre, porque es la empresa más grande que hay acá en Argentina, quieren tapar eso y realmente con lo que está pasando ahora, se está viendo la realidad. El azúcar la tenemos a metros pero ellos nos están cobrando siete pesos el kilo de azúcar; cuando uno a veces viaja a Salta, quizás está más barato que acá, y acá no se puede comprar. Hasta con eso se han agarrado, porque antes te daban el azúcar todos los meses, bolsas de 50 kilos por la cantidad de hijos; y ahora cada tres meses. A los que no tienen hijos le dan una bolsa por seis meses. Mi suegro que es obrero, lo comparte, le da a los nietos, pero no alcanza; y Ledesma, ni aún así, no te quiere dar más, en todos lados está ajustando. Es una porquería.
Encima acá vivís contaminado. Cuando la gripe A: ¿vos creés que Ledesma repartió alcohol, siendo que tiene la fábrica de alcohol?, jamás. Ledesma no regala nada, no tira nada.
No sé ahora cómo está dando los cuadernos para los chicos, pero los que dan son descarte, las hojas vienen todas falladas, eso es lo que le dieron a mi hija. Todo el descarte que le queda, y nosotros nos peleamos por esos cuadernos porque hace falta.
Ledesma quiere ocultar la pobreza que hay acá, quiere tapar todo eso. No quiere rancherío. Donde mirés es todo Ledesma, estamos rodeados. A los aborígenes de El Talar les están pasando la máquina y no les importa nada, y se van adueñando de más tierras. Y justamente el gobierno no hace nada, hablan de que Ledesma se va a ir por todo lo que está pasando ¿pero a dónde se va a ir con lo que ganan acá? si mires donde mires, es de Ledesma y cada vez se van más arriba, hasta en el parque nacional Calilegua, porque están desmontando y desmontando. Avanzan y avanzan y ningún gobierno los para.