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17 de julio de 2014

Hija y nieta de laburantes del astillero, Carolina se enorgullece y emociona cuando habla de lo que significa ser parte de la única empresa 100% estatal de nuestro país. Como parte de ese torrente de jóvenes combativos que ingresaron en el último tiempo, nos cuenta los importantes pasos que han dado las mujeres al interior de la empresa y todo lo que queda por conquistar, luchando codo a codo con sus compañeros

Mujeres al frente en el Astillero Río Santiago

Camino al 29º Encuentro Nacional de Mujeres

Luego de varios años de presentar currículums, finalmente logró ingresar al Astillero Río Santiago en diciembre de 2012. A pesar del poco tiempo que pasó, ya forma parte del cuerpo de delegados de la empresa, representando a sus compañeros y compañeras del comedor, un sector en el que alrededor del 50% son mujeres. Cuando habla, Carolina  transmite confianza, energía y deja en evidencia toda la combatividad que lleva dentro.

Luego de varios años de presentar currículums, finalmente logró ingresar al Astillero Río Santiago en diciembre de 2012. A pesar del poco tiempo que pasó, ya forma parte del cuerpo de delegados de la empresa, representando a sus compañeros y compañeras del comedor, un sector en el que alrededor del 50% son mujeres. Cuando habla, Carolina  transmite confianza, energía y deja en evidencia toda la combatividad que lleva dentro.

Nos cuenta que trabajar en el astillero, tiene sus particularidades para las mujeres. Han dado pasos importantes, pero aún queda mucho por conquistar. “Hay que partir de que es una fábrica que está pensada y construida, hace más de 60 años,  para que trabajen hombres, no mujeres”, analiza.

Sobre su tarea describe: “El trabajo en el comedor se divide en dos cuestiones centrales: la cocina, que es la elaboración de la comida para los trabajadores y otro que es la limpieza, para garantizar la higiene que requiere dar de comer diariamente, y en las mejores condiciones, al conjunto de los trabajadores. Es muy importante tener hoy un comedor que pertenece al ARS y no está terciarizado. Es un triunfo de los trabajadores de muchos años atrás, porque había cerrado hace mas de 20 años”.

 

 

Con la lucha se gana

 

“Hasta hace algunos años había muy pocas mujeres, y sólo en el área administrativa. En el 2001 entró la primera trabajadora a producción, y tenemos el orgullo de que es parte de nuestra agrupación La Proa. Se ha podido avanzar no sólo en el número de compañeras – hoy somos alrededor de 400 las mujeres que trabajamos en la fábrica, de  3500 trabajadores- sino que se ha podido avanzar en que entren a trabajo de producción como puede ser el sector de soldadura, de mantenimiento eléctrico, mecánica, estructura”, explica. Agrega que otro componente importante de mujeres ha entrado con la reapertura del comedor, “y de otra conquista de muchos años de compañeras históricas y de las nuevas generaciones que es el jardín maternal para los trabajadores del astillero. Antes de esto se había conquistado el pago de guardería de $350 para todos los trabajadores/as con hijos de 0 a 3 años.”

El jardín abrió en marzo-abril del año 2013.  “Hoy asisten entre 35 y 40 chicos…yo por ejemplo llevo a mi hijo al jardín. Esto genera buenas condiciones para que puedan ingresar más mujeres, si bien hay compañeros varones que dejan a sus hijos la prioridad la tienen las mujeres y una de las peleas que tenemos por delante es lograr que ese jardín crezca,  para poder cubrir las necesidades de todas las trabajadoras/es …esto es un triunfo de la lucha”.

Carolina agrega que hace muchos años atrás las compañeras lograron el “día femenino”. Se trata de otra de las conquistas. “Una vez al mes podemos tomarnos ese día sin que nos descuenten y es algo importante porque tiene en cuenta una de las particularidades de nuestro género”, remarca.

Frente a las particularidades propias del ser mujer y de un gran debate, las trabajadoras del Astillero han logrado, en el año 2006, elegir por primera vez sus propias “delegadas de género”. Este ha sido el cuarto periodo en el que las compañeras eligieron delegadas de género, en  total son  3 en toda la empresa y se ocupan de abordar las necesidades específicas. Junto con Carolina, son 4 las mujeres que forman parte del cuerpo de delegados conformado en total por 75 obreros (se elige 1 delegado cada 50 obreras/os).

 

Las cosas que faltan

 

“Tenemos una ventaja, por decirlo de alguna manera, en el sentido de que no tenemos diferencias salariales con los compañeros varones. A la misma categoría y misma antigüedad cobramos la misma cantidad de plata”. Sin embargo, nos comenta que el crecimiento en la cantidad de mujeres y el ingreso en las áreas de producción de la fábrica ha traído problemas: “algunos parecerían insignificantes pero en realidad no lo son; como por ejemplo en algunos talleres el tema de los baños para las compañeras porque como está construida para hombres, los baños son de hombre…tenían que recorrerse mitad de fábrica para poder ir al baño”. Esta es una de las cuestiones en las que fuimos avanzando.

Sobre la representación en el cuerpo de delegados, explica que las mujeres votan sus delegados de sector y, a la vez, eligen sus delegadas de generó. “Están abocadas a cubrir las deficiencias, necesidades o desigualdades y poder abordarlas específicamente lo cual es un trabajo bastante duro porque como tenemos mujeres distribuidas en todas las fábrica, si bien hay lugares centrales donde se aglomera gran cantidad como puede ser el trabajo en el comedor o administrativo, tenés compañeras que están distribuidas en los talleres.

Carolina continúa su relato remarcando que en el astillero, que tiene una historia de lucha muy rica hay una unidad muy grande entre los trabajadores y también con las compañeras. “Por supuesto que hay desigualdades a la hora de poder acceder a una categoría o entre el compañero y la compañera que trabaja en la producción y se prioriza al compañero muchas veces sin tener en cuenta cuales son los conocimientos o las aptitudes para desarrollar el laburo, sino sólo por una cuestión de género…efectivamente eso existe”. Sintetiza la idea remarcando que si bien han avanzado las mujeres en los sectores de producción, sigue siendo totalmente minoritario: “es una deuda a saldar porque una cosas que venimos reclamando es que haya cursos de capacitación, y talleres en las distintas áreas de producción para las mujeres”.

 

Ser protagonistas

 

Las trabajadoras de Astillero han avanzado mucho en sus formas específicas de organización. Además de las tres delegadas de género, han implementado asambleas de mujeres.“Una de  las discusiones que se ha planteado es el acoso y el maltrato verbal hacia las compañeras, principalmente por parte de algunos jefes”; y la otra situación que han empezado a discutir es que rol tenemos las compañeras en las distintas instancias de lucha”. Sobre este último punto nos detalla: “venimos de un proceso de lucha grande en relación a las paritarias, a la lucha salarial, donde hemos tenido inconvenientes y dificultades porque quizás de muchos compañeros lo primero que surge es no, que las compañeras se queden atrás, que las tenemos que cuidar…pero somos muchas las trabajadoras, entre las cuales me incluyo, que queremos ir adelante codo a codo con los compañeros”. Esto es una pelea diaria.

Además ya se están organizando para participar del Encuentro Nacional de Mujeres que se desarrollará en Salta, para nutrirse de esa experiencia y compartir las suyas. Antes, van a un pre encuentro de compañeras del Astillero.

Con firmeza concluye Caro: “creo que las mujeres tenemos un gran papel por cumplir, porque están todas las cuestiones en las que hemos avanzado, todas las cuestiones que tenemos por delante, y como en cada lucha que recorre la Argentina las mujeres mostramos el grado de combatividad y las ganas de estar a la cabeza junto a los compañeros peleándola. Nos depara un gran papel en toda la situación que tenemos por delante para que este astillero siga siendo lo que es, para mantenerlo 100% estatal y produciendo en defensa de la industria nacional”.

(Esta nota fue originalmente publicada en la revista Chispa Nº279)

 


 La lucha de ideas

 

Nuestra entrevistada nos comenta que otro de los temas a tener en cuenta es que  en la fábrica circulan las ideas que hay en nuestra sociedad, que es una sociedad machista. Le consultamos como se expresa esto y como se debate con los compañeros. “las ideas son muy profundas en esta sociedad. Una batalla contra este estado, batalla en distintas cuestiones contra la empresa y en muchas ocasiones amerita también que discutamos entre los trabajadores como se van dando las distintas situaciones en relación a lo de género”.  Y agrega que el machismo se expresa en la fábrica como se expresa en la sociedad, desde la ropa que te ponés y “el mirá como se viste”, “provoca” o hasta situaciones particulares de acoso. “Si se dan entre los trabajadores primero tratamos de abordarlos con el diálogo y dar el debate necesario para poder resolverlo…damos una pelea codo a codo entre las compañeras y los compañeros por todas las cuestiones que tenemos por delante y la verdad es que la respuesta de los compañeros es muy buena”.

 


Por que siga siendo 100% estatal

 

Sobre las batallas actuales  Carolina explica que el gran debate hoy es cómo enfrentar la política del gobierno kirchnerista  y el gobierno de Scioli  para poder seguir manteniendo el astillero 100% estatal y produciendo.

 

Entendiendo que nuestro querido ARS esta nuevamente en peligro. Peligro que enfrentamos desde distintos aspectos:

+ El ajuste que viene aplicando Scioli en la provincia de Buenos Aires, mientras hace años venimos reclamando que necesitamos una importante inversión tecnológica.

+ Los trabajadores hemos armado hace mas de 10 años dos leyes (la Ley FODINN, y la Ley de Reserva de Transporte por agua) que garantizarían trabajo, y que durante 8 años estuvieron cajoneadas en el Congreso por el gobierno K. Y no solo eso, sino que en los últimos meses enfrentamos los intentos, del gobierno nacional y provincial, de  querer meternos leyes con fondo fiduciario, lo que va en contra del  ARS 100% estatal, como la ley Harispe, el proyecto de Ley de VTV de barcos, etc.

+El avance de TECPLATA, un megapuerto que va a funcionar como terminal de contenedores, que amenaza nuestros muelles y talleres, así como en los 90 lo vivimos con Zona Franca.


En la sangre

 

¿Qué significa para vos estar hoy en este momento histórico en lo que los trabajadores del astillero vienen marcando un camino?

“En primer lugar me da orgullo trabajar en una fábrica como el ARS no sólo por lo que significa en la lucha política Argentina de estos últimos años, sino efectivamente por una historia personal. Mi abuelo fue trabajador del astillero, mi viejo todavía lo  es, ya se está por jubilar,  ambos han sido parte de esos trabajadores históricos, como decimos en el astillero, que en los peores momentos, sin un mango en el bolsillo, se quedaron a enfrentar los intentos de privatización. Creo que a todos esos trabajadores históricos, trabajando solo quedan entre 300 y 400, el resto de los trabajadores les debemos estar hoy en una empresa estatal, y también la lucha por la defensa para que siga siendo así”