Penayo arranca contando que desde que empezó la pandemia hay un forcejeo constante con la dirección del monopolio Mondelez, por el cumplimiento de los protocolos sanitarios: “Al principio con los licenciamientos de los mayores de 60 y los enfermos crónicos, y todas las cuestiones sanitarias. En abril tuvimos los primeros casos sospechosos de Covid-19, y resguardar a los compañeros fue salvaje, al principio. Cuando tuvimos los primeros casos positivos, logramos la evacuación de la fábrica para que pongan todo de acuerdo a los protocolos sanitarios del gobierno nacional y del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, y una serie de conquistas importantes. Eso se plasmó en junio con un acta por el que se reducía la jornada a 7 horas, para evitar el entrecruzamiento de los turnos, transporte garantizado por la empresa para todo el personal, y los hisopados en los lugares de mayor contagio. Se conformó un Comité de Crisis con la participación de la Comisión Interna, en el cual vamos planteando los temas de todos los días”.
Agrega el compañero: “En medio de esta pelea por la salud, fuimos consiguiendo conquistas económicas. Ya en abril, de un pedido de $10 mil, conseguimos $6.000. Fuimos de los pocos que conseguimos por fuera de las paritarias. En mayo y junio conseguimos otros $8 mil cada mes en voucher de mercadería. Seguimos insistiendo, y acabamos de acordar por una cifra de casi $8.000 por este mes de agosto.
“Además de estas conquistas para los que están viniendo a trabajar, hay que tener en cuenta que todos los mayores de 60, los enfermos crónicos y las madres con hijos de hasta 8 años, están con licencias pagas al 100%. Muchas empresas de la alimentación no respetan esto, como Molinos Río de la Plata donde los mayores de 60 tienen que ir a trabajar”.
Penayo dice que otra pelea es que se le pague al compañero que hay que aislar porque es contacto estrecho de un contagiado, y que eso en otras empresas de la zona no se hace, como en el Frigorífico Rioplatense, o en Felfort, donde al trabajador lo sacan pero no le pagan, y tiene que ir a juicio para justificar su situación. En Mondelez hemos logrado que eso sea de palabra. No conocemos otra empresa donde se haya logrado lo que conseguimos en Planta Pacheco”.
A la pregunta de cómo se obtuvieron estos logros en medio de esta situación tan difícil para la clase obrera, Penayo afirma: “Nosotros entendemos que tiene que ver con un trabajo por la unidad que venimos haciendo desde esta Comisión Interna hace 5 años, cuando la recuperamos en un frente. Hay compañeras y compañeros de diferentes características. Están los peronistas, nosotros los del Partido y de la CCC, los jóvenes, las mujeres. Es una Interna que brega constantemente por la unidad del conjunto de los tres turnos. Esto no es sencillo. Hay que llevar y traer las discusiones en cada sector y en cada turno, los debates con la empresa, en un ida y vuelta constante, y eso ha dado estos frutos.
“Nosotros entramos a la pandemia fortalecidos porque le paramos a la empresa un plan de 500 suspensiones en noviembre del año pasado. También habíamos abortado un plan de la empresa de despedir 200 personas. Esto en el contexto que la política de Macri venía apagando las chimeneas”.
“La crisis económica va a ser feroz”
“Es un camino que estamos recorriendo con los compañeros en su conjunto, para seguir avanzando -afirma Penayo-. Para no perder nuestra fuente de trabajo, cuidar nuestra salud y seguir discutiendo lo económico. En una situación que sabemos que la crisis económica se va a hacer mucho más tremenda a corto plazo.
“Venimos discutiendo estas cosas en la fábrica. Está la crisis sanitaria, y una crisis económica impresionante en el mundo. Si los yanquis cayeron un 32% en su economía, qué nos queda a nosotros que somos un país dependiente. La crisis acá va a ser más feroz. Por eso es muy importante la discusión de quién tiene que pagar la crisis, y la necesidad de que salga el impuesto a las grandes fortunas, para que banque ese sector que siempre se ha beneficiado con los gobiernos de turno, y fundamentalmente con la política de Macri. El Frente de Todos nos ayudó mucho para fortalecer esta unidad y lucha, incluso con la dirección del gremio, con la que es constante la discusión política para llegar, en diferentes momentos, a golpear juntos al monopolio.
“Por otro lado, hay una polémica con las direcciones de algunos gremios que piensan que negociando salarios a la baja, firmando suspensiones y conciliando con las patronales garantizan los puestos de trabajo. Creo que no es así. Como dijo Alberto Fernández, es momento que los empresarios ganen un poquito menos.
“Desde ya, nosotros diferenciamos a las grandes empresas como en nuestro caso Mondelez, Nestlé, Arcor, Molinos, de las medianas y pequeñas empresas, y que a éstas se las ayude desde el Estado, como se viene haciendo en parte.
“En las asambleas venimos discutiendo a fondo la necesidad de la unidad de todos los trabajadores. Eso nos permite prepararnos para enfrentar la crisis. En otras crisis, ya hemos visto cómo estas grandes empresas absorben a las pequeñas, pero no mantienen los puestos de trabajo.
“Esto está pasando ahora con Mondelez. Intentó con despidos y suspensiones en Pacheco, suspendió un mes en Victoria, y ahora quiere cerrar un turno en Villa Mercedes, San Luis. En Victoria, una parte de la Comisión Interna actuó bien, y se logró que volvieran a trabajar. Porque estos monstruos en tiempos de crisis tratan de aprovechar para concentrar su producción. Eso querían: cerrar Victoria y trasladar todo a Pacheco, dejando a muchos compañeros en la calle.
“Otra cuestión para discutir, en estos tiempos de crisis, es el reparto de las horas de trabajo en las distintas fábricas, para que se puedan insertar los que hoy no tienen trabajo. Desde ya, esto es peleando aumento de salario, porque el promedio de la alimentación es de 42 mil pesos, es decir por debajo de la línea de pobreza”, finaliza Penayo.
Hoy N° 1828 19/08/2020
