En las tres fábricas gestionadas por sus trabajadores, Zanón, Stefani y Cerámica Neuquén se impuso la lista Marrón. Este hecho tiene impacto nacional e internacional para el PTS porque la recuperación de Zanon fue el trampolín para todo su trabajo en el movimiento obrero y estudiantil, y para su proyección política parlamentaria.
En las tres fábricas gestionadas por sus trabajadores, Zanón, Stefani y Cerámica Neuquén se impuso la lista Marrón. Este hecho tiene impacto nacional e internacional para el PTS porque la recuperación de Zanon fue el trampolín para todo su trabajo en el movimiento obrero y estudiantil, y para su proyección política parlamentaria.
Luego de 14 años se dividió la conducción del gremio, y confrontaron por su dirección la Marrón Independiente que encabezó Alejandro López y la Bordó que encabezó Andrés Blanco.
Hace tres años un conjunto de compañeros de base armamos la Lista Obrero Gris (por el primer cerámico hecho bajo la gestión obrera) que surgió como respuesta al proceso de burocratización y falta de un verdadero Control Obrero por parte de los trabajadores, especialmente en Fasinpat (ex Zanon). Las cosas no iban bien, pero ese proceso se profundizó.
En este contexto, el Sindicato que fue un gran instrumento para los trabajadores dejó de serlo, no tomó seriamente los problemas que afrontan las fabricas recuperadas, no tiene un análisis serio sobre los problemas que se afrontan, y dejó de luchar por mantener nuestros derechos básicos como por ejemplo una obra social digna. Se transformó más en un instrumento político partidista que en una herramienta del conjunto de los trabajadores.
De esta manera se fue sembrando un escepticismo pernicioso y peligroso donde muchos compañeros se desafiliaron del Sindicato debilitando la unidad necesaria para afrontar las dificultades que se fueron presentando.
Así en Fasinpat (ex Zanon) la situación es grave, tiene una deuda de $80 millones de gas, mas $15 millones entre deuda salarial y con otros proveedores. No se está llegando a los metros cuadrados de producción necesarios, por lo cual se acumula una deuda de 1 millón de pesos por mes. Están las maquinarias deterioradas y pocas posibilidades de un financiamiento (créditos o subsidio) para afrontar este problema. En el último año y medio se fueron más de 100 compañeros de la fábrica.
En la Cerámica Cersinpat (Stefani) aunque se avanzó, no está terminado el trámite de expropiación.
En Cerámica Neuquén la situación está relativamente mejor desde el punto de vista de la producción, con maquinarias más modernas, y si bien está en manos de los trabajadores, al no tener la expropiación, y estar el proceso de quiebra en manos del juzgado, sigue latente la posibilidad de perder la fábrica.
¿Cómo se llegó a esta situación?
La dirección política de la fábrica y del Sindicato, que hegemonizó el PTS durante muchos años, impulsó la idea de que una fábrica recuperada en el capitalismo no podía sobrevivir, que tenía que ser absorbida por el Estado. Entonces no se plantearon mejorar la fábrica, sostener la producción, tecnificar, etc.
Tampoco se propusieron tener una economía sana y en blanco, controlable por los trabajadores, que permitiera exigir créditos blandos, que el Estado la tuviera como proveedor privilegiado, leyes impositivas menos severas, etc.
Esta línea, en definitiva, no permitió impulsar una lucha política junto con las otras fábricas recuperadas. Tampoco golpear junto con sectores de la industria nacional, enfrentando la política que benefició la entrada de cerámicos y porcelanato de los monopolios extranjeros.
No es cierto como dice el PTS que siempre empujaron lucha y producción. Lo real es que siempre dividieron la lucha política, de la lucha por la producción. La parte política y la parte productiva, así la llamaban.
Jamás impulsaron el sostenimiento de la producción, lo que implica pelear los objetivos comunes de producción, de disciplina y de convivencia aprobados en las asambleas.
Esta división entre lo productivo y lo político generó camarillas.
Por eso comenzaron a hacer la vista gorda con los que no laburaban o con los que no cumplían. A ser permisivos con quienes violaban las normas de convivencia, y se castigó a los compañeros que eran críticos del manejo de distintos aspectos de la cooperativa, aunque esto atentara contra la gestión obrera.
Esta situación generó división entre los compañeros, se agudizaron conflictos y contradicciones entre los propios compañeros, y una buena cuota de bronca y desánimo.
En la elección pesó el balance que hacen muchos compañeros y compañeras de que el PTS usó el prestigio de la fábrica para sus objetivos políticos electorales.
La política
Por si todo esto no fuera suficiente, mientras avanzaban las dificultades para producir, durante dos años algunos compañeros del sector independiente, con la complicidad del PTS generaron expectativas detrás de las promesas del kirchnerismo. Hasta se sacaron la foto previa a la elección provincial por la gobernación junto al candidato Rioseco, la diputada Nancy Parrilli y el ministro de Economía. El gobierno nacional sí garantizó el subsidio a las petroleras con millones de dólares pero el crédito del bicentenario que prometió Kicillof nunca llegó a la fábrica.
Sobre este tema los compañeros de la Marrón han hecho su autocrítica, también de haberse aislado de los compañeros de base de las fábricas y del conjunto de los trabajadores de Neuquén.
De nada de esto se autocriticó el PTS, tan es así que en la plataforma electoral de la lista Bordó no hay una sola mención al kirchnerismo. Al que dicho sea de paso jamás en estos 12 años le hicieron una movilización para reclamarle por las fábricas recuperadas de la provincia.
El PTS trata de minimizar o de ocultar esta derrota en el sindicato Ceramista. Pero es un proceso más general si observamos que antes de esta elección perdió la conducción de la Junta Interna del Hospital Castro Rendón en Neuquén, el más importante de la Patagonia. Y que poco tiempo atrás perdió la Comisión Interna de Mondelez (ex Kraft) a manos de un frente encabezado por nuestro compañero de la CCC, donde permitieron con su línea, el levantamiento de líneas de producción y la reducción de la planta de trabajadores.
La tarea que viene
Compañeros que habíamos conformado la Lista Obrero Gris en esta oportunidad votamos a La Marrón y trabajamos activamente para proponer una salida a la grave situación que atravesamos.
Hay muchos compañeros que piensan que no es posible revertir esta situación, el escepticismo ganó a una parte importante de los compañeros en la fábrica.
Es posible cambiar esta situación, pero esto requiere que hagamos cambios profundos en el manejo y control de la cooperativa. Donde la producción y especialmente la administración y comercialización deben estar controlada por los delegados de los trabajadores de los distintos sectores de la fábrica y las asambleas periódicas. Donde se ejerza el verdadero control obrero.
Fortalecer nuestro gremio, formar un fuerte cuerpo de delegados de todas las fábricas y poner el centro en la defensa de la producción, es la tarea que tenemos por delante.
La situación política que se viene con el macrismo va a ser compleja y difícil para toda la clase obrera. La caída de los precios internacionales de lo que producimos en nuestro país, y con una economía dependiente como la nuestra, va a imponer condiciones de ajuste en todo el pueblo argentino, y vamos a tener que luchar para que no la paguemos los trabajadores.
Nuestras empresas son rentables, pero todo depende de lo que hagamos en lo productivo y en la lucha por políticas que defiendan nuestra producción, y desde ya, volver a estrechar lazos solidarios, en primer lugar, con toda la clase obrera de Neuquén.