En estos días vimos el impresionante paro y movilización en Comodoro Rivadavia exigiendo que se cumpla el compromiso de las operadoras de subir al campo los equipos de perforación y en defensa de la economía de esa zona petrolera. La antesala de lo que viene fue la gran movilización del movimiento obrero del 29 de abril en el Monumento al Trabajo, contra la política de ajuste, de hambre y entrega del gobierno de Macri. Es una muestra de la combatividad que hay por abajo.
Mientras las operadoras de área siguen facturando un barril que tiene el precio más caro del mundo (65 dólares el medanito y 54 dólares el escalante del Golfo San Jorge), las operadoras siguen sin invertir, aplican ajuste, jubilan anticipadamente y despiden.
El gobierno, además subsidia la exportación de petróleo a Pan American y Tecpetrol en 10 dólares por barril –subsidio que paga el estado nacional (U$S 7,5) y la provincia cediendo parte de sus regalías (U$S 2,5)–; ahora el Ministerio de Energía que conduce Aranguren fijó un precio para el gas de 5,10 dólares por millón de BTU (unidad de medida del precio del gas), casi duplicando el precio que se pagaba. Un precio muy alto si se compara con lo que cuesta importarlo.
Para tener una idea comparativa: el precio del gas importado de Bolivia se pagó 3,90 dólares y el que se importa en los buques metaneros costó 6,5 dólares. Sin embargo, a pesar de estos precios, en la cuenca neuquina para marzo ya se contaron más de 50 equipos de perforación y terminación que bajaron del campo. Para este año se prevé una caída del 30% en las perforaciones: de 495 pozos en 2015 a 330 para este año (Diario Rio Negro, 8/5).
No es cierto que haciendo todo tipo de concesiones las operadoras vayan a traer inversiones. Tanto el gobierno nacional como el provincial han permitido, por ejemplo, el vaciamiento de yacimientos como el Trapial que opera Chevron en el cual desde hace un año y medio que no hizo una sola perforación y están reduciendo la planta de trabajadores.
YPF SA acaba de aprobar un plan de 2.000 despidos directos, una ampliación de endeudamiento externo y una reducción del 25% de sus inversiones. Avanza con una política de apriete también a las pequeñas y medianas empresas locales con contratos a la baja y exigiéndoles, como hicieron con Petroneu que no paguen el ítem por desarraigo a los trabajadores, que es una conquista incorporada al Convenio Colectivo de trabajo.
Ahora termina la aplicación del proceso preventivo de crisis con el cual lograron suspender rotativamente 2.000 compañeros por tanda. Las compañías pretenden mantenerlos pero no hay condiciones para que se renueve por la presión de abajo y el Sindicato ya lo rechazó.
Coherente con la política de Macri, Aranguren está ensayando una transición, que implica mantener los privilegios a las operadoras Pan American, Chevron, Total, Tecpetrol, incluso la YPF SA, con un combustible carísimo que paga todo el pueblo y la producción nacional.
Quieren aplicar un brutal ajuste, con reducción de puestos de trabajo y la baja del costo laboral, para avanzar en la importación de petróleo. Ya ingresaron dos barcos con petróleo medanito que achica la demanda interna.
Lejos de buscar la soberanía energética, este grupo profundiza la dependencia energética que nos dejó el kirchnerismo, que fue el autor del precio sostén a las petroleras y nos embarcó en el proyecto de Vaca Muerta, un plan para las grandes petroleras del mundo, a la medida de Galuccio y su grupo, de Schlumberger.
Con todas estas políticas han hecho un gran daño a nuestra soberanía, como plantea el documento del Movimiento para la Recuperación del Petróleo (MRP) de Neuquén: “Nos hicieron perder el autoabastecimiento y nos vaciaron las reservas petroleras, debemos recuperarlas tal como lo supimos hacer con nuestro propio esfuerzo por décadas, hasta que se le entregó el control a las compañías privadas. También debemos y podemos diversificar la matriz energética con energías renovables.
“Tenemos los recursos naturales, tenemos los recursos técnicos, solo nos falta tener la decisión política, que sí tuvimos y con éxito hace 100 años en peores condiciones. Hay una urgencia infinitamente superior a la de atraer capitales… es evitar que se los lleven.”
Propuestas para la crisis petrolera
Los trabajadores petroleros y el pueblo no quieren retroceder, habrá más lucha para frenar esta embestida.
Para afrontar en nuestro país la crisis petrolera y la recesión que afecta al conjunto de los trabajadores y el pueblo es necesaria una salida verdaderamente nacional y popular:
1- Recuperar la totalidad de los yacimientos, anulando los contratos (como hizo Illia en 1963 con los contratos de Frondizi en Comodoro) otorgados a las operadoras de áreas como Pan American Energy, Sinopec, Chevron, Total, Exxon, etc., por ser ilegítimas, fraudulentas y en su mayoría ilegales (con escandalosos contratos a 40 años como el de Cerro Dragón Chubut). Recuperando de esta forma la renta petrolera, y el poder de decisión. Siguiendo el camino del Gral. Enrique Mosconi.
2- YPF 100% estatal y convertirla en empresa pública sociedad del Estado, con control de los trabajadores, técnicos y profesionales, de las organizaciones populares, y de las universidades. Controlando toda la actividad hidrocarburífera en sus aspectos ambientales, sociales, económicos y productivos.
Esta empresa será la única operadora de las áreas y deberá:
a- Tener una clara política que termine con la superexplotación de los obreros petroleros, volviendo a los turnos de 8 horas de la YPF estatal anterior al menemismo, terminando con los turnos de 12, 14, 16 hs, sin reducción de los sueldos. Incorporando un turno más de trabajadores, para cubrir todas las vacantes necesarias, y los relevos suficientes para un mejor régimen de licencias.
b- Tener una política de fomento de las PYME y de la industria nacional, y ejercer una defensa de la industria regional y nacional, frente al avance de los monopolios extranjeros. Impulsando líneas de créditos, entre otros incentivos. Y promover el desarrollo de la industria pesada y de tecnología (equipos de perforación, herramientas, maquinaria, etc.) en manos del Estado. Dándole participación e impulso a través de las universidades.
c- Restablecer la inversión exploratoria de recursos convencionales, en la parte continental y off shore (costa marítima), en acuerdo con las organizaciones de la flota amarilla.
d- Recuperar todas las destilerías para regular el precio y la producción de los combustibles. Impulsando el desarrollo de nuevas destilerías y petroquímica en las zonas cercanas a los yacimientos, viejo reclamo de las comunidades petroleras.
e- Prohibir la exportación de los hidrocarburos, ajustando la producción a las necesidades nacionales. E impedir el envío de las ganancias al exterior.
f- Diversificar la matriz energética, acelerando la sustitución de las fuentes energéticas sucias por tecnologías limpias. Y poder utilizar el petróleo y el gas en sus diversos aspectos productivos. Fomentando la industria petroquímica. Desarrollando en nuestras universidades e institutos terciarios, la tecnología apropiada para reducir el impacto ambiental de la industria petrolera.