Luego de un mes de lucha contra el cierre de grados en la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno de Macri, está cada vez más complicado para aplicar la Disposición 15. La comunidad educativa entera rechaza la medida y asesta golpes a esta política, el gobierno debe dilatar y acomodarse.
Luego de un mes de lucha contra el cierre de grados en la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno de Macri, está cada vez más complicado para aplicar la Disposición 15. La comunidad educativa entera rechaza la medida y asesta golpes a esta política, el gobierno debe dilatar y acomodarse.
La Disposición 15 llegó el 29 de febrero a las escuelas, y desde ese momento a la fecha, no ha habido escuela directamente afectada que no haya realizado abrazos simbólicos, caminatas, cortes de calle, clases públicas, volanteadas en los semáforos, festivales, sueltas de globos, y cuatro masivas movilizaciones a la Jefatura de gobierno y el Ministerio de Educación porteño.
La semana pasada, entregamos 10.300 firmas juntadas de manera autoconvocada, formamos una delegación de maestros por cada distrito y entramos al Ministerio pidiendo que nos atiendan en ese momento. Como no lo hicieron, la espera se transformó en una toma del hall del entrada durante aproximadamente siete horas, a la que se fueron sumando cientos de personas que ese día se movilizaban. Se logró que al día siguiente nos atienda Maqueira, el asesor del Ministro Bullrrich. Ese mismo día, más de cincuenta supervisores de primaria se pronunciaron su desacuerdo con la medida en una conferencia de prensa muy emotiva e importante para todos, presentando una carta que rechaza el cierre de grados, que propone la suspensión de la medida y la conformación de una comisión integrada por representantes de la docencia en sus diferentes estamentos, de las familias, de los cooperadores, de los estudiantes en el caso de escuelas medias, y de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y de las Comunas a fin de realizar un estudio diagnóstico de la situación de la matrícula de la Ciudad y elaborar un pliego de propuestas a fin recuperar la matrícula donde se hubiere reducido y satisfacer la demanda de los distritos del sur.
Así es como demostraron no estar dispuestos a ser polea de transmisión automática de las medidas antipopulares de este gobierno.
El 10 de abril, Esteban Bullrrich concurre a la Legislatura a dar un informe sobre el cierre de grados. Ademys convoca a un paro para garantizar una gran movilización. Presionemos a la conducción de la UTE para que deje de dilatar la lucha y se movilice, para que explote la Ciudad de guardapolvos blancos. ¡Ni un grado menos! ¡Ni un curso menos! ¡Basta de subsidiar a las privadas!
