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14 de marzo de 2012

Extracto de un documento de la Agrupación docente Enriqueta Lucero de Capital Federal.

Ni un grado menos, ni un curso menos

Hoy 1410 / En la escuela pública de Capital Federal

El 29 de febrero el gobierno de Macri en Ciudad de Bs. As., dispuso el cierre de 143 grados y 78 cursos. Sabíamos nosotros que la pérdida de control gremial de las Juntas apuntaba, por un lado, a digitar la designación de docentes y por otro a evitar el control de las vacantes. De este modo, al mismo tiempo que se aumentaba en 50% el subsidio a las escuelas privadas el presupuesto educativo (de 1.033 millones en 2011 a 1.500 millones aproximadamente), se favorecía la fragmentación del sistema educativo. El paso siguiente sería, con esta lógica, volver a intentar el cierre de cursos.
¿Los argumentos? El desdoblamiento de grados y cursos en la zona Sur de la Ciudad, la asignación de recursos para abrir salas de Inicial y la fusión de grados poco numerosos. Es decir, amontonar niños en las escuelas que aún no están amontonadas, para que en las aulas haya no menos de 30 chicos o más. Acá está, por parte de esta gestión, la tan proclamada “preocupación” por la calidad educativa.
Tenemos que prepararnos para que el problema del ingeniero Macri y el analista de sistemas Bullrich, sea que no pueden hacer pasar esto. Que se encuentren con una comunidad educativa que defiende con uñas y dientes a sus escuelas, sus grados, sus alumnos.

 

¿Qué tenemos a favor para frenar este atropello?
1º Que en el 2010 frenamos el cierre de 82 cargos docentes, es decir, 82 grados de escuela primaria. Nos movilizamos tanto que todas las cúpulas tuvieron que hacer algo, tomamos el Ministerio y no dejamos en paz hasta el último niño bien que encontramos allí, exigimos estar en la mesa de condiciones laborales y salariales, frenamos actos públicos donde se ofertaban los cargos interinos correspondientes a los titulares que intentaban dejar en disponibilidad, hicimos cantidad de radios abiertas, volanteadas, etc. Fue una lucha que además, demostró la importancia que tiene el rol de las Juntas cuando en sus cargos hay compañeros que se la juegan por la escuela pública.
2º Que en el 2011, después del pomposo triunfo electoral de Macri y de Cristina, los maestros demostramos que esos resultados no implicaban llevarnos de las narices a ningún lado, ni por parte del gobierno de la Ciudad ni de los dirigentes obsecuentes con una presidencia que acaba de insultarnos, insuflando de odio al pueblo, y defendimos hasta las últimas consecuencias nuestras Juntas y nuestro estatuto, plantándonos delante de la Legislatura el día del tratamiento de la nefasta ley, y de tanto miedo, nos mandaron patotas.
3º Tenemos la oportunidad de unirnos en este reclamo con los estudiantes secundarios, quienes en el 2010 llevaron adelante una lucha ejemplar por sus escuelas.
Desde Lucero creemos que los maestros tenemos que hacer todos los esfuerzos porque la comunidad tome este tema en sus manos. Las familias son la clave para eso, debemos convocarlas y buscar la manera para que expresen, con los modos que cada comunidad encuentre, su bronca en la calle. Organicemos la lucha por escuela y por distrito con cortes de calle, demostremos quiénes verdaderamente tienen el interés puesto en una escuela con calidad y para todos.