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25 de abril de 2012


Ni un solo despido en los puertos

Hoy 1416 / En defensa de la fuente de trabajo

Los empleados y comisionistas de los despachantes de aduana y los fleteros bloquearon durante dos días los principales puertos del país en defensa de los puestos de trabajo. La medida de fuerza comenzó el jueves 19 a las 9 de la mañana, en las terminales de Bs. As. y Dock Sud y se extendió rápidamente a los puertos de Zarate, Bahía Blanca y Rosario, hasta el viernes a la noche.

Los empleados y comisionistas de los despachantes de aduana y los fleteros bloquearon durante dos días los principales puertos del país en defensa de los puestos de trabajo. La medida de fuerza comenzó el jueves 19 a las 9 de la mañana, en las terminales de Bs. As. y Dock Sud y se extendió rápidamente a los puertos de Zarate, Bahía Blanca y Rosario, hasta el viernes a la noche.
Las trabas a las importaciones impuestas por el gobierno nacional produjeron una abrupta caída del movimiento portuario. La defensa de la industria nacional es justa, y todos los trabajadores lo consideran así, pero al mismo tiempo reclaman que se garanticen los puestos de trabajo. Los empresarios que ganaron fortunas durante todos estos años ante las dificultades que plantea la crisis lo primero que hacen es descargarla sobre los trabajadores a través de suspensiones, despidos, rebajas salariales, etc.
En el caso del puerto los primeros en reclamar fueron los estibadores a través del SUPA logrando el compromiso de Guillermo Moreno de que no habría despidos, aunque los tercerizados sólo van a percibir los 12 o 18 jornales garantizados, que está muy lejos de cubrir el costo de la canasta familiar.
Los depósitos fiscales comenzaron los “retiros voluntarios” y los despachantes de aduana los despidos, los comisionistas y fleteros –que trabajan por cuenta propia–, de golpe se quedaron sin trabajo. En ese marco se produjo el bloqueo de los puertos que sorprendió porque proviene de sectores sin tradición de lucha y fue resuelto al margen de la dirección gremial.
Los empleados de los despachantes de aduana están nucleados en una asociación, que todos denuncian que está manejada por los empresarios y que no apoyó el bloqueo. Tienen un básico inicial de $3.500 y con 20 años de antigüedad cobran $5.200 y algunos despachantes, para pagar menos, encuadran a sus empleados en el convenio de empleados de comercio. El bloqueo fue impulsado por la agrupación El Ombú, opositora a la actual conducción, en acuerdo con los comisionistas y fleteros.
La mayoría de los trabajadores portuarios, aunque no participaron de la medida, la vieron con simpatía “porque a todos nos conviene que se normalice la actividad portuaria”. La gravedad de la situación quedó de manifiesto en la masividad y extensión de una lucha que fue disparada sin una estructura gremial que la sostuviera. Sin embargo Moreno, que planteó que no va a modificar su política respecto de las importaciones, sólo se comprometió a estudiar con la Aduana agilizar la operatoria en el puerto. Es urgente una ley de emergencia laboral que termine con la tercerización y prohíba los despidos y suspensiones.