Este fondo fue creado por ley y destinaba financiamiento a productores de todas las provincias argentinas, ya sea para el mejoramiento genético de las majadas, para infraestructura, alimentación, comercialización y agregado de valor.
La utilización de los fondos de la Ley Ovina fue siempre transparente, hemos sido parte y veedores de las Unidades Provinciales y en conjunto con otras organizaciones e instituciones. Peleando muchas veces que ese dinero vaya a los pequeños productores, logrando que en algunas provincias hasta un 60% de estos fondos que fueron destinados a la Agricultura Familiar, como es el caso de Entre Ríos.
El gobierno de Milei, con la idea de “dinamitar el ESTADO” y lograr el tan mentado Déficit Cero, defenestran a estos programas destinados a nuestro sector, con mentiras y falsedades, ofendiendo a quienes hemos estado y hemos sido beneficiarios de este y de tantos otros programas que nos han servido para poder crecer y sostenernos en el medio rural.
Las y los agricultores familiares, el campesinado, las y los pequeños y medianos productores de la Argentina estamos siendo duramente golpeados por el gobierno nacional, en esa sintonía han eliminado una conquista de años de lucha como lo fue el INAFCI (Instituto Nacional para la Agricultura Familiar Campesina e Indígena) y el despido de el 95% de las y los técnicos que trabajaban, además de la eliminación de todos los programas de financiamiento hacia el sector, también han eliminado el área específica en SENASA (SENAF), el Pro Huerta y ahora se suma la EXTINCIÓN del Fondo Fiduciario que garantizaba los recursos para el fomento de la actividad ovina en el país, la Ley Ovina, una herramienta más que importante a la hora de sostenernos en el medio ya que nuestras producciones son diversas, teniendo nuestros sembrados, frutales, ponedoras, algunas vaquitas y las ovejas y/o chivos, aprovechando al máximo la tierra cuando la tenemos por supuesto, siendo una caja de ahorro para fin de año tener un ingreso que nos apuntale para enfrentar los veranos.
Quieren un campo sin nosotros, nos quieren EXTINGIR, expresión que tomaron con el Fondo Fiduciario, nos quieren desaparecer del medio rural, nos miden con la vara de lo económico sin tener en cuenta todo lo que generamos e impulsamos, el potencial que tenemos, no solo productivo sino social y que sin la ayuda del Estado nos es imposible enfrentar una catástrofe climática o enfrentar la compra de una maquinaria o la reposición genética. No es que vivimos del Estado, hemos demostrado que con nuestro sudor y esfuerzo generamos alimentos que día a día se consumen en los hogares de las ciudades, sabemos trabajar la tierra, sabemos y conocemos qué hacer y cómo hacerlo, y estamos dispuestos a seguir, pero necesitamos la asistencia técnica, financiera y de logística que sin ella se nos complica seguir la producción.
El acceso a la tierra y a los medios de producción es algo necesario para sostenernos.
