1. Se profundiza la lucha contra el Covid
Los pueblos del mundo siguen sufriendo la pandemia.
En la Argentina los casos reconocidos se mantienen en una meseta alta por encima de los 100.000 diarios, pero los especialistas sostienen que los contagios reales pueden ser hasta 500% más. Por eso algunos dicen que “pierde sentido” el conteo diario de casos de Covid, que fue desbordado por la realidad, y hay que poner el centro en el operativo de vacunación.
El 22 de enero se contabilizaron 98.146 contagios y, a pesar del alto grado de vacunación, el número de internados en terapia intensiva llegó a 2.558, con lo que la ocupación de camas es del 47,8% nacionalmente. El 70% de los internados en terapia intensiva no están vacunados o tienen el esquema incompleto.
También en los últimos 15 días el aumento diario de los fallecidos superó el 300%.
El número de vacunados sigue creciendo, tienen la primera dosis 39.386.162 personas, es 86,6% de la población. Con 2 dosis son 34.579.325 personas (76%). Y tienen la dosis de refuerzo 11.393.585 personas (24,3%).
El gobierno cedió a la presión de la dirección de la Unión Industrial Argentina para que los trabajadores vacunados con contactos estrechos asistan a su trabajo. El ejemplo de Mondelez, peleando para garantizar las medidas sanitarias en las fábricas, sigue siendo el camino justo en los lugares de trabajo y estudio.
En los barrios populares hay manzanas enteras con contagios y contactos estrechos a los que la CCC y demás organizaciones sociales, los comités de crisis y la solidaridad popular los abastecen de alimentos. También buscan y discuten con los no vacunados, y los acompañan a inmunizarse. En algunos casos se consigue que puedan vacunarse en las salitas y postas sanitarias o los locales de las organizaciones sociales. Mujeres y jóvenes voluntarios junto a las y los promotores sanitarios surgidos de las organizaciones sociales se destacan en ese enorme trabajo solidario.
Es muy importante que los jóvenes en edad escolar lleguen vacunados al inicio de clases. Los diputados del PTP/PCR en el Frente de Todos, Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva, presentaron un proyecto de ley que incorpore al calendario de vacunación las vacunas contra el Covid, lo que generó un amplio debate. Rápidamente el macrismo y su socio Milei salieron a poner palos en la rueda.
También es parte de la lucha contra la pandemia avanzar en resolver la situación salarial y de condiciones de trabajo del sector sanitario. Muchos de ellos en lucha como la CICOP que nuclea a los médicos de los hospitales públicos de la Pcia. de Bs. As.
Sigue el trabajo de los científicos para una vacuna nacional, que nos saque del chantaje imperialista.
2. Ucrania al borde de la guerra
La situación en Ucrania, al borde de la guerra, la ubica en el centro del escenario mundial.
El imperialismo ruso amenaza con la invasión. Ya en el año 2014 le arrebató a Ucrania la región de Crimea, y ahora desplegó su poderío bélico en la frontera ucraniana, no solo desde Rusia, sino también desde su aliada Bielorrusia, a la que se suman 30.000 separatistas y mercenarios que dominan los territorios de Donestk y Lugansk.
Estados Unidos envió a Ucrania un primer lote de 90 toneladas de armas, incluyendo misiles antitanques y antiaéreos, e instructores militares. Su aliado Inglaterra anuncia que no solo enviará armas sino tropas para hacer “entrenamiento”.
Putin reclama que Ucrania no entre a la OTAN. Biden le contesta que Ucrania es libre de hacerlo. Como potencias imperialistas que son, vienen discutiendo entre ellos el futuro del pueblo ucraniano. Después del fracaso de la reunión de Biden y Putin, los jefes de Estados Unidos y Rusia, se realizó una reunión de Blinken y Lavrov, cancilleres de los dos países. En ninguna participó Ucrania. La reunión dejó una puerta abierta con la posibilidad de “cartas de intención”, con una semana de plazo. Sin embargo la tensión bélica se agudiza.
El imperialismo yanqui y sus socios defienden las posiciones de la OTAN que avanzó en el este europeo (14 países), cuando se derrumbó el socialimperialismo ruso. Ahora, Putin trata de recuperar lo que considera su “patio trasero”, haciendo retroceder a la OTAN. Ucrania es clave por su frontera con Rusia, por sus minerales (centralmente uranio y petróleo), y tiene una de las grandes llanuras proveedoras de alimentos. Mientras esto ocurre se están realizando ejercicios militares conjuntos de las Fuerzas navales de Rusia, China y de Irán en el norte del océano Indico.
China aprovecha para extender su “ruta de la seda” y amenaza con endurecer sus posiciones en el Indo-Pacífico.
La situación de Ucrania marca el agravamiento de la disputa entre los imperialismos y el crecimiento de los factores de guerra. El imperialismo ruso contesta a la presencia yanqui en Europa del Este anunciando que llevará armas nucleares a Cuba y Venezuela.
Rosendo Fraga, en su análisis para las clases dominantes argentinas, escribió en Perfil de este domingo: “Quizás Biden y Putin deberían consultar a los historiadores de los orígenes de las dos guerras mundiales, para advertir el riesgo por “error de cálculo” al permitir que la escalada bélica siga avanzando…”
Si se concreta la invasión rusa se abre una situación cuyas consecuencias son difíciles de prever en el mundo, en América Latina y en la Argentina.
3. Se paga la deuda y la crisis la sigue pagando el pueblo
La nueva ola de la pandemia y la crisis social y económica, agravaron los sufrimientos del pueblo.
En diciembre de 2021, una familia de cuatro integrantes necesitó un ingreso de $76.146 para no ser pobre. Y para no ser indigente, una familia de cuatro integrantes debió tener un ingreso de $32.964 (datos del INDEC).
Si la situación no fue peor, fue por el protagonismo popular en la lucha, en las calles, de los trabajadores desocupados y ocupados, los jubilados, los ocupados con salarios en negro y contratados, los campesinos pobres y chacareros, los originarios, las mujeres, también de amplios sectores de las capas medias que ya no pudieron pagar los alquileres, etc. Una enorme masa de jóvenes quedó en las calles y muchos de ellos no pueden volver al estudio, ni encontrar trabajo.
El gobierno de Macri llevó a la quiebra miles de Pymes y aumentó la desocupación que ya era alta; aumentó las tarifas de los servicios un 3.000% sin que las empresas hagan la mínima inversión. Contrajo una deuda monstruosa con el FMI y otros organismos de la usura financiera internacional que se la fugaron sus bancos amigos como confesó el propio Macri. La clase obrera tuvo que protagonizar grandes luchas para arrancarle leyes como la de Emergencia social y sufrió la represión criminal encabezada por su ministra Bullrich. Demonizaron a los pobres, a las organizaciones sociales, a las organizaciones sindicales, los originarios y reprimían al pueblo con el “gatillo fácil”.
Con el gobierno del Frente de Todos se crearon mejores condiciones para la lucha. Creció la presencia del pueblo en las calles y se lograron conquistas importantes. Esta fue la razón por la que el ajuste no fue peor.
Se sancionaron leyes importantes como el impuesto a las grandes fortunas que iban en el camino correcto para que la crisis la paguen los responsables. Pero al no ser consecuente en este camino se siguió llenando los bolsillos ese puñado de monopolios, de los agro-negocios, terratenientes, bancos, mineras, petroleras y demás sectores oligárquicos que se enriquecieron con el macrismo.
Además, se usaron miles de millones de dólares para pagar deudas: con los usureros yanquis, el FMI, el Club de París, China, los intereses de las Leliq y otros bonos.
Se priorizó y se sigue priorizando el pago de deudas que no se investigan, pese a que en su mayoría son ilegítimas y fraudulentas, y sigue llenando los bolsillos de los usureros de adentro y de afuera del país.
Los usureros del FMI, los que armaron el paquete para la reelección de Macri, nos avisan que: “los países con pesadas cargas de la deuda tendrán que trabajar para evitar crisis fiscales y de financiamiento”. Con ese lenguaje cínico, nos están diciendo que vamos a tener que sudar sangre para pagarles a ellos.
4. Ni amo viejo, ni amo nuevo. Ningún amo.
El macrismo y sus socios a través de los multimedios, como Clarín y La Nación, crean un clima de que si no se paga la deuda, la Argentina desaparece. Lo que no dicen es que esos pagos serían a costa de un brutal ajuste.
Otros sectores buscan en los acuerdos con otros imperialismos como China y Rusia, un apoyo para forcejear con los yanquis, cuando se profundiza la disputa interimperialista en el mundo, en América Latina y en la Argentina.
El peso del imperialismo Chino ha avanzado en la Argentina y en toda América Latina. Su política hasta ahora ha sido la de no confrontar abiertamente con los yanquis e impulsa que nuestro país acuerde con el FMI. Tal como expresó en los medios Sabino Vaca Narvaja, embajador en Beijing “Tenemos que cerrar con el fondo de la mejor manera. A nadie le sirve que el acuerdo se dilate” Defendiendo la pronta firma de un acuerdo con el FMI.
Se equivocan los que piensan que profundizar la dependencia con el imperialismo chino podría liberarnos de los yanquis.
El imperialismo chino, con un 6,08% de votos, ocupan el tercer lugar en importancia en el FMI (después de Estados Unidos con el 16,5% y Japón con el 6,14%).
Ahora la negociación con el FMI entró en su tramo final. La Argentina ha ido pagando los vencimientos. El 28/1 próximo vencen 731 millones de dólares y poco después 372 millones de dólares. Las reservas de libre disponibilidad del Banco Central difícilmente puedan llegar a cumplir esos pagos. Y este año vence deuda con el FMI y el Club de París por 19.020 millones de dólares.
El punto de partida de nuestra política sigue siendo encabezar las luchas obreras, campesinas, y populares por las necesidades de las masas y la defensa de la soberanía nacional. Desde allí abordamos el debate que está a nivel de masas y ponemos en discusión el carácter de esta deuda que es ilegítima, fraudulenta e impagable.
Lo que exige suspender su pago, investigarla, no pagar la que es fraudulenta, recuperar los fondos mal habidos, castigar a los responsables, y pagar la que es legítima.
Llevamos esa posición a cada barrio, sección de fábrica, zona rural, a cada curso o lugar de trabajo, y peleamos que se pronuncien sus organismos de masa. Para que no sea una discusión de unos pocos sino que sea patrimonio de las amplias masas que vienen protagonizando las luchas en la Argentina.
5. La democracia grande para profundizar el protagonismo.
En las luchas que recorren la Argentina avanza el protagonismo de las masas. Desde luchas de carácter provincial, como la pueblada en Chubut que hizo retroceder al gobierno de Arcioni, hasta las luchas obreras en defensa del salario y la fuente de trabajo, las luchas en defensa de la soberanía nacional o las de cualquier barrio de nuestro país que sale a cortar las rutas por los cortes de luz, los casos de gatillo fácil, los femicidios, etc.
Son miles y miles que con su práctica van perdiendo la confianza en las instituciones de este Estado podrido y confían cada vez más en sus propias fuerzas.
Los comunistas revolucionarios, y las organizaciones en las que participamos, estamos a la cabeza de esas luchas y desde allí peleamos que avancen, se unan y confluyan.
Dentro del Frente de Todos peleamos por profundizar nuestra unidad con los sectores patrióticos y democráticos, para potenciar esas luchas y que vayan conquistando triunfos.
En ese camino es clave para los clasistas pelear la democracia grande, que es la que garantiza el protagonismo de la clase obrera y el pueblo. Que, en cada sección de fábrica, zona rural, lugar de trabajo, estudio, etc. las masas puedan discutir y decidir.
Las clases dominantes nos “educan” en que tenemos que delegar, y que “el pueblo gobierna solo a través de sus representantes”.
Hoy, crecen las luchas en todo el país y las masas avanzan en su protagonismo poniendo en discusión esas “verdades” que imponen las clases dominantes.
Sobre la base de seguir a la cabeza de la lucha debemos ser los abanderados de esa democracia grande, en todos los planos, para que ésta abone el camino del protagonismo popular.
El punto clave de la línea de masas es encabezar las luchas y organizar a las masas.
Poniendo en el centro el papel de los cuerpos de delegados en fábricas y demás lugares de trabajo, de paraje entre el campesinado pobre y medio, delegados por manzana en asentamientos, villas y barrios populares, delegados por curso entre los estudiantes, etc.
Los cuerpos de delegados tienen gran importancia para la lucha social y política actual. Son los instrumentos que garantizan la democracia directa y permiten organizar la lucha de las masas.
Esto es clave hoy para poder derrotar al sector de las clases dominantes que expresa el macrismo en todas sus versiones y no caer en las trampas que nos tienden otros sectores de las clases dominantes para cambiar de amo.
Y en una perspectiva revolucionaria son la base organizativa de la clase obrera y el pueblo, para avanzar en un camino liberador que termine con el latifundio y la dependencia.
Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro
Foto: 20 de diciembre 2021, Neuquén
