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31 de julio de 2019

Protesta de trabajadores aeronáuticos

No a la política de “cielos abiertos”

En las últimas semanas, distintos gremios aeronáuticos han vuelto a salir públicamente a denunciar la política del gobierno de Macri para el sector aerocomercial, que es un nuevo capítulo de la entrega de nuestra soberanía.

Con distintas medidas, como lectura de comunicados en los aviones, y movilizaciones en Aeroparque, las y los trabajadores detallan cómo la “revolución de los aviones” prometida por este gobierno, está ocasionando el cierre de empresas “incumplimiento en el pago de salarios, despidos, achicamiento, devolución de aeronaves, abandono de rutas, e incertidumbre absoluta”, como dicen, por ejemplo, los tripulantes de cabina agrupados en la Asociación Argentina de Aeronavegantes.

El centro de la crítica está destinado a lo que el gobierno llama “política de cielos abiertos”, que en la realidad es un proceso de achique brutal de Aerolíneas Argentinas, nuestra línea de bandera, en beneficio de empresas privadas y particularmente monopolios extranjeros. Los gremios (Asociación de Personal Aeronáutico-APA, Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas-APLA, Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación-Atepsa, Unión de Aviadores de Líneas Aéreas-UALA y Unión Personal Superior Aeronáutico-UPSA), han presentado en el Senado un proyecto de ley para que se declare la emergencia aerocomercial en la Argentina, que frene este drenaje.

Este es un proceso que se profundizó durante estos años del gobierno de Macri, y como dicen los mismos gremios, le costó el puesto hasta a la primera presidenta de Aerolíneas Argentinas del macrismo, Isela Costantini, que se negaba a realizar despidos masivos.

En su denuncia, los aeronáuticos detallan que Aerolíneas está próxima a perder 15 de los 25 destinos que hoy cubre dentro del país, ya que se está aplicando una “lógica de la rentabilidad”, favoreciendo a las empresas “low cost” como Flaybondi, cuyo capital es de oscura procedencia, y a monstruos de la aviación internacional, como American Airlines (yanqui), y algunas europeas.

Esta política aerocomercial, además, está produciendo el achique brutal, y hasta el cierre, de otras empresas de aviación privada en nuestro país, como es el caso de Andes, que achicó un 40% sus servicios y está con un plan de despidos encubiertos, a través de “retiros voluntarios”. La empresa Avianca Argentina, que no vuela desde el 2018, el 19 de julio se presentó en convocatoria de acreedores, empeorando la ya precaria situación de sus 270 trabajadores, que no cobran sus salarios desde el mes de abril. Recordemos que ni bien asumió Mauricio Macri como presidente, Avianca compró la empresa MacAir, que pertenecía a Socma Argentina y cuyo dueño era Franco Macri. Así Carlos Colunga, ex gerente de la empresa de Macri padre, quedó a cargo de Avianca Argentina.

Un acuerdo entreguista con EEUU
Los aeronáuticos vienen denunciando las nefastas consecuencias para el sector aerocomercial de los acuerdos que viene firmando el Ministerio de Transporte del gobierno de Macri con su par de Estados Unidos, la secretaria de Transporte Elaine Chao. Por el mismo, el gobierno argentino, con el título de “Más conectividad aérea entre Argentina y Estados Unidos”, a fines de junio autorizó un “acuerdo ilimitado” para vuelos, servicios de rampa y otros negocios de la industria, entre la mayor potencia mundial y Argentina. Esto, para el ministro de Transporte Dietrich, es “poner en pie de igualdad la política aerocomercial de ambos países. En la práctica, es un “piedra libre” a las empresas yanquis para que vuelen a cualquier destino de la Argentina.

Ya antes de la firma de este acuerdo, de las 84 frecuencias semanales desde la Argentina a Miami, Nueva York, Dallas, Los Ángeles, Atlanta y Houston, sólo entre el 5 y el 10% de esas frecuencias es operada por Aerolíneas. Latam tiene un vuelo diario a Miami, y todo lo demás se lo reparten American Airlines, Delta y United. No hace falta ser visionario para saber cómo va a terminar esto luego del acuerdo.

El gobierno de Macri, como única respuesta a los reclamos de los trabajadores, denunció penalmente –a través de la administración Nacional de Aviación Civil- a los pilotos que leyeron comunicados denunciando esta política dentro de los aviones, cuando aún se encontraban en tierra.

El conjunto de los trabajadores y los sectores populares somos solidarios con las y los trabajadores aeronáuticos en su defensa de los puestos de trabajo, y de la soberanía de nuestros cielos.

Hoy N° 1776 31/07/2019