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02 de octubre de 2010

No a las expulsiones en el Subte

Hoy 1232 / Rechazo al tribunal de etica de la UTA

El Consejo Directivo Nacional de la UTA decidió, en febrero de este año, iniciar a través del Tribunal de ética gremial un proceso para expulsar del gremio a los 21 delegados del subte.
El tribunal emitió la recomendación de expulsión y caducidad de mandatos, para eso convocaron a Congreso Extraordinario del gremio y citó a los 21 delegados para el 2 de septiembre.
Ante esta situación, el cuerpo de delegados convocó a asambleas en todas las líneas en las que se resolvió rechazar el dictamen del Tribunal de ética, defender la democracia sindical y parar el subte el 2 de septiembre si se concretaba la expulsión de los delegados.
Ante la firme decisión de lucha de los trabajadores, el Ministerio de Trabajo sacó una resolución suspendiendo el Congreso.
En el debate entre los trabajadores de cómo enfrentar la ofensiva de la Dirección de UTA y la patronal de Metrovías, además de la defensa del cuerpo de delegados y la firme disposición de lucha, reapareció la vieja idea de, si expulsan a los delegados, desafiliarse todos de la UTA para conformar un sindicato de empresa. Idea  que tiene un gran consenso en la mayoría de los trabajadores cansados de las traiciones y ataques de los jerarcas de la UTA. Sin embargo hay compañeros que advierten que eso es lo que están buscando los directivos de UTA ya que, aunque solo mantengan 5 afiliados, la representación gremial de los trabajadores del subte la siguen teniendo ellos y así tendrán las manos libres para acordar con el grupo Roggio, liquidando todas las conquistas logradas.
Por eso el centro de nuestra propuesta es exigir la realización de las elecciones de delegados como estaba previsto para el 22 de septiembre sin expulsados ni proscriptos. Son los trabajadores los que deben decidir quiénes son los mejores compañeros para representarlos.
Desde ya que la directiva de UTA y Metrovías no han abandonado su objetivo de barrer el cuerpo de delegados y ésta va a ser una lucha difícil que exige la unidad de los trabajadores, y una campaña política en todo el movimiento obrero en defensa del derecho de los trabajadores a elegir los delegados que mejor representen sus intereses.