El gobierno de Macri acordó con el presidente ruso Putin la explotación de uranio en la Meseta Central, a cargo de la empresa inglesa Uramérica. A la minera canadiense Pan American Silver le entregaron la explotación de plata del “Proyecto Navidad”.
El gobierno de Macri acordó con el presidente ruso Putin la explotación de uranio en la Meseta Central, a cargo de la empresa inglesa Uramérica. A la minera canadiense Pan American Silver le entregaron la explotación de plata del “Proyecto Navidad”.
1. Rechazamos los acuerdos entreguistas y saqueadores del gobierno de Macri firmados con los imperialistas rusos, para la explotación de Uranio con la empresa inglesa Uramerica; tanto como con el monopolio canadiense Pan American Silver para la explotación de plata y otros minerales. Ambos proyectos están ubicados en la Meseta Central chubutense, y abarcan 300.000 hectáreas. Con el cuento de las “inversiones para las fuentes de trabajo locales” y “el desarrollo de las comunidades de la Meseta” vienen nuevamente a vendernos espejitos de colores. Saquean nuestras riquezas y nos dejan miseria, desocupación y contaminación ambiental para miles de años, contaminando el agua, los ríos (el Chubut y otros), la tierra, etc.
La muestra de a dónde nos llevan estas políticas entreguistas de nuestros recursos estratégicos, la tenemos con la explotación y saqueo petrolero en manos de los monopolios imperialistas como Pan American Energy (monopolio en manos de capitales de BP-inglesa, Bulgheroni-rusos y CNOOC-chinos) a los que se le entregó el yacimiento petrolero convencional más grande de Argentina, Cerro Dragón, por 40 años “hasta el final de su vida útil”. Cuando se firmó esto en 2007 todas las clases dominantes apoyaron porque nos iba a traer a los chubutenses “un paraíso de trabajo y futuro para todos”. Ahora vemos los resultados de decenas de miles de millones de dólares a los bolsillos del grupo imperialista PAEG (Pan American Energy Group) y para Comodoro-Sarmiento: saqueo petrolero, miseria, despidos, desocupación para los trabajadores y sus familias y destrucción del medio ambiente.
2. Declaramos persona no grata al ministro de Energía de Macri, Aranguren (ex-CEO de la petrolera anglo-holandesa Shell), en su próxima visita el 21 de febrero a Telsen, localidad del norte chubutense, próxima al Proyecto Navidad de la canadiense Pan American Silver con el objetivo de “promover la explotación minera y las inversiones”. Asimismo repudiamos a todos los intendentes de pueblos del interior, Madryn y Comodoro, y funcionarios del gobierno de Arcioni que ya se reunieron dos veces con Aranguren en Buenos Aires. Al gobernador Mariano Arcioni le decimos que no le creemos su “defensa del medio ambiente” y de la Ley Provincial 5001 del 2003, fruto de la movilización y la lucha del pueblo de Esquel y Chubut contra la megaminería contaminante. El doble discurso de Arcioni, rastrero del macrismo, lo vemos todos los días, con la pretensión de aprobar en la Legislatura el Pacto Fiscal que firmó con Macri a espaldas del pueblo chubutense, así como su política de ajuste, entrega, emergencia económica, paritarias estatales “sin discutir aumento salarial”, “censo obligatorio a los trabajadores” amenazando con no pagar los sueldos, no pago a los proveedores, ajuste a los pueblos del interior, etc. Mientras va de sonrisa en sonrisa con Macri, Frigerio y compañía.
3. Llamamos a todos el pueblo chubutense a unirnos y movilizarnos contra la política de Macri y estos acuerdos de saqueo, entrega y contaminación ambiental de uranio y plata. La defensa de nuestros recursos naturales estratégicos, fundamentales para nuestro desarrollo industrial independiente, está en manos del pueblo chubutense, con los trabajadores a la cabeza: con una YPF 100% estatal y federal, controlada por los trabajadores siguiendo el camino de los patriotas como el Gral. Mosconi y Baldrich. Luchamos por trabajo – techo – tierra para todo el pueblo argentino, en una patria libre de toda dominación extranjera, como soñaran los patriotas de Mayo de 1810. Con una reforma agraria que termine con el latifundio en manos de los grandes terratenientes como los Benetton, los Braun Menéndez, etc., usurpadores de los verdaderos dueños de las tierras: las comunidades y pueblos originarios; y terminando también con la dependencia de los monopolios imperialistas: PAE, Aluar, Conarpesa y sus intermediarios.