Noticias

19 de junio de 2012

El 1 de junio, sin aviso previo y sin mostrar ninguna orden judicial, alrededor de 150 efectivos policiales de la provincia de Santa Fe, camiones de asalto, grupos de infantería, tres camiones municipales y dos excavadoras de la municipalidad de VGG se hicieron presentes en los terrenos ocupados de la fábrica Montenegro, y desalojaron 60 familias.

No a los desalojos

Hoy 1424 / Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe: terrenos para un futuro digno

Con abuso, violencia, e insultos detuvieron a 6 de los compañeros que se encontraban durmiendo en el lugar, y a los demás los dejaron ir; da la casualidad que los jóvenes a los que se llevaron eran los que más luchaban para la unidad y para que las familias se instalen a vivir.

Con abuso, violencia, e insultos detuvieron a 6 de los compañeros que se encontraban durmiendo en el lugar, y a los demás los dejaron ir; da la casualidad que los jóvenes a los que se llevaron eran los que más luchaban para la unidad y para que las familias se instalen a vivir.
“Decían que había un papel de un supuesto desalojo que no nos mostraron, no nos dieron tiempo a nada, solo sacaron a la gente. Había madres con chicos, estaba yo con mi hija, nos insultaron, nos pegaron y las pocas cosas que tenemos nos las rompieron” nos cuenta Cintia, una de las jóvenes que fue detenida y llevada al calabozo con su hija, como el resto de las jóvenes que se llevaron.
Cintia comentó que en la actualidad está en la calle, que le sacaron lo poco que tenía y entre lagrimas agregó: “armé lo poco que conseguí para tener a mi hijo en un lugar y pido solo un pedazo de tierra donde criar a mi nene, nada más”.
Tania, una chica de 20 años que también fue detenida y liberada a las pocas horas comentó: “Fue la policía. Nos patearon todo el rancho, constantemente nos decía que era la policía, que salgamos, yo estaba con la bebé, mi hija de cinco meses y me decían hija de pu… cómo vas a estar con los chicos así.” Constantemente el maltrato verbal de la policía era tremendo”. “Pedimos que nos devuelvan las cosas que nos sacaron los policías y que el intendente nos dé un terreno para vivir con nuestros hijos, otra cosa no queremos. Somos gente trabajadora y personas que tenemos un recibo de sueldo, pero lamentablemente no nos alcanza para comprarle una tierra a Arpini o a otras inmobiliarias, con todos los requisitos que te piden”, finalizó Tania.

 

Si tocan a uno tocan a todos
Al saberse de la noticia del desalojo y la bronca que esto generó, un grupo de vecinos de las ocupaciones, junto con la CCC de Villa Gobernador Gálvez, cortaron las calles de la comisaría donde estaban los jóvenes detenidos hasta que los liberaron. Luego se dirigieron a la municipalidad donde algunos com- pañeros aseguran que vieron al intendente huir “como rata por tirante” al ver la cantidad de gente que se acercaba a la municipalidad.
Al no ser atendidos, en horas de la tarde, decidieron cortar en cuatro puntos: los accesos de San Martín a la altura de Chubut, Soldado Aguirre y Rosario, Ruta Provincial 21, Raúl Alfonsín y el acceso a Cargill a la altura de Monte Flores, donde causaron un impacto que no se registraba desde el 2001 en la ciudad, y mostraba la unidad y la decisión de enfrentar por la necesidad que es verdadera, y que si tocan a uno nos tocan a todos. Además se solidarizaron los compañeros de la CCC de la zona norte de Rosario, que cortaron las vías, y los de la zona sur rosarina, que estuvieron presentes en la municipalidad de Gálvez.
“Las personas que han tomado los terrenos en diversos sectores de Villa Gobernador Gálvez están en alerta a lo que puede llegar a pasar si los van a desalojar o no”, detalló Estela, representante de la CCC en la localidad. “Queremos que el intendente venga a dialogar y que les dé a las personas que necesitan un terreno, un plan donde cada uno pueda pagar por una vivienda digna”, nos comentó. Al terminar la jornada de cortes los compañeros que fueron desalojados decidieron mantener una carpa fuera del predio, que habían alambrado y llenado de carteles de propiedad privada. Incluso llegaron a sacar los arcos de fútbol que se encontraban allí, como si se borraran 20 años de historia del barrio Ghiglione.
Durante el fin de semana se hicieron reuniones en las diferentes ocupaciones donde las familias desalojadas explicaban cómo fueron los desalojos y se acordó que el lunes 4 de junio se concentrara en la plaza de la madre y se definió cortar la Av. San Martín con las diferentes agrupaciones que participaron (Movimiento ecuménico por los derechos humanos, el pastor luterano Santiago Bauer, el padre Salvador Yaco de la parroquia Santa Catalina de Capitán Bermúdez, Ansafe, ALDE, MST,Proyecto Sur, PCR y JCR, CCC y JCCC). Además compañeros de las ocupaciones estuvieron presentes en la Mesa Nacional de la CCC que se realizaba en Rosario ese fin de semana.

 

De acá no nos movemos
Siguen las ocupaciones en Villa Gobernador Gálvez, si bien no han ocurrido nuevas. Sigue la lucha para que las más de 1.500 familias consigan el loteo social de las tierras ocupadas. “Son muy difíciles las condiciones para poder vivir en los terrenos ya que muchos no tienen agua, ni luz y si tenés chicos chiquitos ¿cómo hacés con el frío?”, nos cuenta una vecina del barrio Triangulo y Alto Verde.
Desde las diferentes tomas se impulsa una línea de cuentas claras y se hacen actividades los fines de semana para comprar los materiales que necesitamos para garantizar el funcionamiento de los comedores y copas de leche y principalmente para comprar los cables para la luz y los caños para el agua, como se demostró en los terrenos de San Martín y La Plata donde ya se instaló una parte del cableado y se compró parte de los caños para el agua.
Hay ocupaciones que tienen luz y agua desde el principio, y además una parte importante se encuentra instalada. Allí “las actividades las tenemos que hacer para unirnos entre los vecinos” como nos cuenta Flavia, una vecina de Rosario y Bordhabere.
Sigue firme la decisión de ocupar para vivir, conseguir el loteo social, la expropiación de los terrenos por causa de utilidad pública y la conformación de una mesa social para que los gobiernos se pongan los pantalones largos y se hagan cargo de los vecinos que están ocupando.”