Veníamos de una semana plagada de acciones de lucha: cortes de calle, radios abiertas, caminatas en los barrios, asambleas con los padres, volanteadas en lugares claves del distrito, asamblea distrital y la imponente marcha a La Plata del 19 que congregó 50.000 docentes frente a la Casa de Gobierno de la provincia de Buenos Aires.
Veníamos de una semana plagada de acciones de lucha: cortes de calle, radios abiertas, caminatas en los barrios, asambleas con los padres, volanteadas en lugares claves del distrito, asamblea distrital y la imponente marcha a La Plata del 19 que congregó 50.000 docentes frente a la Casa de Gobierno de la provincia de Buenos Aires.
A las 18 hs del viernes 21 estaban terminando en la Plaza San Martín de Quilmes las actividades programadas por la Comisión Permanente de Homenaje a las Madres de Plaza de Mayo de Quilmes, por el aniversario del golpe genocida del 24 de marzo de 1976, exigiendo justicia y contra la impunidad de ayer y de hoy.
A esa hora ya la esquina de la Plaza estaba llenándose de docentes, convocados por Suteba y FEB de Quilmes para una “Marcha Blanca” con antorchas. Emocionaba ver llegar escuelas completas, con todas sus maestras, con carteles que las identificaban, con pancartas escritas por ellas mismas, una docente trajo un cartel que decía: “Mientras el gobierno subsidia la educación privada, nos priva a nosotros de una educación pública digna”. Otras se ponían el cartelito que habíamos impreso en el sindicato: “Si ganan los docentes ganamos todos”.
Mantener la unidad
Con las banderas de Suteba y FEB encabezando, salió la marcha que recorrió 18 cuadras. Un grupo de compañeras corrían delante de la columna cortando las bocacalles y, cuando pudimos ver la totalidad de la marcha, nos dimos cuenta que tenía más de 5 cuadras de largo. Calculamos 5.000 docentes. En las calles de Quilmes, mientras duró la marcha, retumbaron los reclamos docentes a través de los cantos, el humor, los silbatos, las matracas, las risas…
En el cierre hablaron las secretarias generales de ambos gremios, Susana Tourn de la FEB y Lidia Braceras de Suteba, quienes plantearon la continuidad del paro y las medidas distritales a realizar la semana que viene y convocaron a mantener la unidad para conseguir lo que pedimos. Con los brazos unidos en alto, entonamos el Himno Nacional Argentino.
Una lucha que trasciende
lo gremial
Esta lucha, como sabemos trasciende lo gremial, dado que es una gran pulseada contra el gobierno nacional y provincial por dirimir quién va a pagar la crisis y sobre quién se va a hacer el ajuste, ya ha obtenido grandes triunfos. Logró la masividad de un paro ejemplar durante 13 días. Derrotó las maniobras de apriete de las autoridades educativas. Derrotó la conciliación obligatoria. Derrotó los intentos de las clases dominantes en su conjunto de enfrentarnos con los padres, para aislarnos y golpearnos. Derrotó la acusación de que tomamos de rehenes a nuestros alumnos demostrando que los que tienen de rehenes a docentes, padres y alumnos son los gobierno nacional y provincial. Derrotó el 18% que quería la Presidenta.
Rechazó el tan mentado 30.9% porque sólo era para el 20% de los docentes y para el resto entre el 21 y el 22%. Derrotó las mentiras de la ministra Nora de Lucía que salió por TV diciendo que ganamos $44.000. Derrotó la “mediación” fraudulenta, que proponía que siguiéramos negociando mientras dábamos clases. Derrotó un recurso de amparo de un abogado particular, sin hijos ni familia, que el juez desestimó.
Y vamos a derrotar la burla que significa que un juez, pasando por encima del art. 14 bis de la Constitución Nacional, pretenda cercenar el legítimo derecho de huelga, creando un nefasto precedente para todo el movimiento obrero. Un juez que, por otra parte, acaba de aprobar la incorporación a la fuerza policial de los acusados de la desaparición de Luciano Arruga, por lo que debería ir a juicio político.
Pero nada de esto hubiera sido posible si no hubiera calado en lo más profundo de la masa docente que esta no es una lucha más. Que no es una paritaria más, que acá se juega el papel de la educación y de nuestro sustento en una situación de ajuste inflacionario que devora los salarios de los trabajadores.
Hay mucha fuerza, mucha esperanza puesta en esta lucha. Desde el 2001 y el 2002 no se veía este empuje y esta masividad en la docencia bonaerense.
Esta lucha va a triunfar. En muchos sentidos ya lo hizo. Muchas de las chicas es la primera vez que hacen un paro o van a una marcha. Esta experiencia les cambió la cabeza y sobre todo les mostró que no están solas, que hay un gran universo docente que cuando tiene claro por qué pelea, lo hace con los pies, con la cabeza y con el corazón.