El juez Thomas Griesa, de la jus-ticia de Nueva York, falló que la Argentina debe depositar 1.330 millones de dólares en un banco de Estados Unidos fijando como fecha tope el 15 de diciembre próximo. Esa cifra es el total de la deuda con dos fondos buitres. Si la Argentina no paga, serán afectados a ese pago 3.500 millones de dólares que el gobierno argentino se dispone a pagar por los bonos “cupón PBI” que son parte de la deuda renegociada por el gobierno K en el 2005 y el 2010.
El juez Thomas Griesa, de la jus-ticia de Nueva York, falló que la Argentina debe depositar 1.330 millones de dólares en un banco de Estados Unidos fijando como fecha tope el 15 de diciembre próximo. Esa cifra es el total de la deuda con dos fondos buitres. Si la Argentina no paga, serán afectados a ese pago 3.500 millones de dólares que el gobierno argentino se dispone a pagar por los bonos “cupón PBI” que son parte de la deuda renegociada por el gobierno K en el 2005 y el 2010.
El fallo de Griesa es típico de un juez imperialista; trata a la Argentina como si fuera una colonia. A esto se le suma el embargo de la fragata Libertad en Ghana, con lo que no hay dudas de que hay una operación del capital financiero yanqui de apretar a la Argentina.
La presidenta y el ministro de Economía han declarado que no pagarán a los fondos buitres. Es una decisión justa, ya que esos fondos compraron los bonos de deuda argentina por centavos cuando nuestro país estaba en cesación de pagos (default) y esos bonos no valían nada. No entraron en las dos renovaciones de la deuda que hizo el gobierno K, y ahora pretenden cobrarlos al 100% de su valor: 100% usura imperialista.
Repudiamos el fallo imperialista de Griesa y repudiamos el embargo imperialista de la fragata Libertad.
El gobierno argentino apeló la sentencia del juez Griesa ante una instancia superior de la justicia yanqui, argumentando que el magistrado se extralimitó y su sentencia amenaza a todas las reestructuraciones de deuda que se están haciendo en el mundo, como las de varios países de Europa. Está pendiente el resultado de esa apelación, que a su vez puede ser apelada ante la Corte Suprema de Estados Unidos.
Habrá que ver qué pesa más en la “justicia yanqui”: la seguridad de los capitales que entraron en la renegociación de la deuda y quieren asegurarse el cobro de los 3.500 de dólares que el gobierno K decidió pagar, o la ofensiva de los fondos buitres para cobrarse los suyos. Y en éste último caso, si el gobierno mantiene su palabra de no pagar a los buitres.
Si el apriete yanqui sigue adelante, la Argentina tiene con qué responder: hay muchos capitales yanquis radicados en el país a los que se puede embargar.
Pino Solanas ha dicho que “somos una colonia porque en los conflictos hay que ir a los tribunales de Londres o de Nueva York”. Así ha pasado desde la dictadura hasta hoy: toda la deuda en moneda extranjera se pacta cediendo la soberanía jurídica a las “justicias” de las capitales imperialistas. Se lo ha hecho rechazando las investigaciones de Alejandro Olmos y el Foro por el no pago de la deuda externa, así como el fallo del juez Ballestero, que condenan a esa deuda externa por ser ilegítima, fraudulenta, usuraria, y una parte de ella “odiosa” por ser contraída por la dictadura.
28 de noviembre de 2012