1. Una oligarquía fascista y racista
El pueblo lucha y organiza su resistencia.
La reacción fascista, con el apoyo de la policía y el Ejército, dio un golpe de Estado en Bolivia. “Mesa y Camacho pasarán a la historia como racistas y golpistas”, declaró Evo Morales, luego de renunciar a la presidencia, junto con el vicepresidente y otros funcionarios, donde convocó a una nueva elección anulando la reciente (pág. 8). Carlos Mesa fue vicepresidente y responsable de los asesinatos de “la guerra del agua”, en 2003. Luis Camacho es un oligarca representante de grandes latifundistas, ganaderos y agroindustriales santacruceños.
Al golpe precedió un brutal despliegue de violencia reaccionaria, encabezada por Camacho: ocupaciones de edificios públicos, quema de casas de referentes políticos y sociales, entre ellas las de Evo Morales y su hermana, secuestros de dirigentes, etc. La policía y el Ejército se amotinaron facilitando la violencia reaccionaria.
Semanas atrás, en una mesa redonda organizada por el PCR en la CABA, un dirigente boliviano del PC mlm, denunció que el imperialismo yanqui operaba activamente para desestabilizar a Evo.
Camacho, entrando a la Casa de Gobierno para arrancar la bandera whipala de los pueblos originarios andinos, mostró el carácter racista y fascista de los golpistas, que intentan volver atrás con las reformas populares de Evo Morales, recuperando el poder con el que oprimieron al pueblo boliviano durante siglos.
Al cierre de esta edición, ante las dificultades para reunir con quórum la Asamblea Legislativa, Camacho pretende imponer una Junta de Gobierno, con las organizaciones de la oligarquía golpista, el Ejército y la Policía.
Por otra parte, llegan desde Bolivia informaciones de que el pueblo boliviano se organiza para resistir en El Alto, en Cochabamba y en todo el país.
2. Unidad de los hermanos latinoamericanos
Para enfrentar a las oligarquías y los imperialismos.
Una oleada de rebeldía de los pueblos crece en América Latina: Chile, Bolivia, Haití, Puerto Rico, Ecuador, Brasil, Argentina, y brota en Paraguay y Uruguay.
Esa oleada de luchas se da cuando crece la disputa de los imperialismos por su predominio en la región. Los pueblos enfrentan las políticas de ajuste, privatizaciones, libre mercado y entrega de los recursos nacionales.
Esas políticas oligárquico-imperialistas van unidas a brutales represiones en Haití, Puerto Rico, Ecuador, Chile y más países, con asesinatos, desapariciones, torturas y cárcel, y con sangrientos golpes de Estado como en Bolivia. La Casa Blanca, sede del gobierno yanqui de Trump, hizo pública una declaración en la que “aplaude” a “los militares” bolivianos por el golpe de Estado, y amenaza a Venezuela y Nicaragua.
Los pueblos y naciones de América Latina estamos hermanados por una larga historia. La lucha y la guerra emancipadora contra el colonialismo feudal español. La lucha contra las oligarquías que sometieron a nuestras naciones a la dependencia y se adueñaron de las tierras y el poder. La lucha contra las dictaduras que ensangrentaron nuestros países.
La heroica lucha del pueblo boliviano contra el golpe de Estado racista y fascista, así como la heroica pelea del pueblo chileno contra el gobierno fascista de Piñera, nos une a todos los pueblos y naciones de América Latina.
3. Macri apoya el golpe
Unidad para enfrentar el infierno macrista y la solidaridad con los pueblos de Bolivia y Chile.
Para Macri “no hay golpe de Estado en Bolivia”. Tampoco hay una sangrienta represión fascista en Chile, que era el “modelo” de país al que pretendía llevarnos. Macri, pese a la derrota electoral que lo castigó, sigue aplicando su política de hambre, ajuste, entrega y represión, mientras firma acuerdos con monopolios imperialistas a los que sigue vendiendo e hipotecando los recursos nacionales.
Macri está pisoteando las mejores tradiciones democráticas y latinoamericanistas del pueblo argentino. Desde la dictadura no se veía un gobierno con tanto desprecio a los pueblos hermanos y tan arrodillado ante oligarquías fascistas y los imperialismos. Mientras que el PCR y el PTP tienen el orgullo de que el compañero “Gondi” Caraita, originario, haya sido electo intendente por el pueblo de Urundel, Salta, provincia donde también fueron electos dos concejales.
Macri, de joven, fue puesto por su grupo económico familiar para hacer grandes negocios con la dictadura. Y ahora no vacila en apoyar el golpe de Estado en Bolivia y la represión sangrienta en Chile. La lucha contra el infierno macrista va unida al repudio a estas políticas.
4. En las calles junto a los hermanos
Para acabar con los ajustes, la entrega, la represión y los golpes de Estado.
El lunes 11, una enorme multitud se movilizó en Buenos Aires y en todo el país en repudio del golpe de Estado en Bolivia. La marcha en la CABA fue al Ministerio de Relaciones Exteriores de Macri y Fourier, repudiando la posición reaccionaria del gobierno macrista.
Fue una movilización unitaria. Sumó a numerosas organizaciones, el PCR, el PTP, la CCC, la FNC, Originarios en Lucha, la CEPA, el MUS, Liberpueblo, los Cayetanos.
El PCR, el PTP, la CCC y las demás organizaciones en las que participamos, junto a los Cayetanos, nos comprometemos a trabajar para que el pueblo argentino sea protagonista del repudio a Macri y la solidaridad fraterna con los pueblos de Bolivia y Chile. Con pronunciamiento de las organizaciones de masas, sociales, populares y políticas. Y para inundar las calles con las banderas de Argentina, Bolivia y Chile.
Las luchas de los pueblos hermanos nos dejan enseñanzas. Para acabar con los sufrimientos de las masas el camino es la unidad para acumular fuerzas y derrotar a los responsables de esos sufrimientos, las oligarquías e imperialistas y el Estado podrido que los sostiene. Para construir un Estado nuevo, en manos de los trabajadores, los campesinos, los originarios, las mujeres, los jóvenes y demás sectores patrióticos y democráticos.
Hay muy buenas condiciones para acumular fuerzas, fortaleciendo al PCR, jerarquizando los círculos de lectores y trabajando para organizarlos en todo el país. Para las grandes luchas que estamos protagonizando los pueblos latinoamericanos, por la segunda independencia, por pan, trabajo, tierra, techo, salud, educación, soberanía y libertad.
Escribe Ricardo Fierro