Varios miles de estudiantes, secundarios y universitarios, participaron el viernes 5 de octubre en movilizaciones en diversas ciudades de Italia contra la política del gobierno de Mario Monti, que descarga la crisis con recortes en la educación pública según las directivas del ultraliberal Banco Central Europeo. También protestaron por el encarecimiento de los libros de texto y por el aumento de los aranceles de inscripción. Repudian, especialmente, el decreto de ley de revisión del gasto público aprobado por el gobierno de Monti en julio que establece, entre otras cosas, el aumento de los aranceles universitarios según el ingreso familiar para los estudiantes que no aprueben su curso en un año académico, y el proyecto de ley del ministro de Educación, Francesco Profumo, que prevé “premiar” a los “buenos” estudiantes con becas y descuentos.
“La escuela pública no se vende” o “La cultura da miedo”, se leía los carteles que enarbolaban los estudiantes. Fue la primera gran protesta después de las movilizaciones de hace dos años, durante el gobierno del “cavaliere” Berlusconi.
En Roma los estudiantes —en su mayoría secundarios— marcharon desde la Porta San Paolo, alejada del centro, hacia el Ministerio de Educación. En Turín varios estudiantes resultaron golpeados en enfrentamientos con la policía. En Milán los manifestantes marcharon con la consigna “Contra el proyecto de privatización de la escuela y la política de la educación pública del Gobierno” y realizaron pintadas en las sedes de varios bancos. En Bolonia manifestaron unos 1.500 estudiantes, y en Pisa intentaron entrar en la sede del gobierno de la ciudad.
Organizaciones y sindicatos organizan para el 27 de octubre en Roma una manifestación nacional en contra del Gobierno Monti bajo el nombre de “No Monti day” (Día de No a Monti).