En agosto de 2016 los trabajadores antárticos se desayunaron a través de los medios de comunicación con el “Decreto 952/2016”, en cuyo texto se señala que el edificio de calle Cerrito 1248 integra una lista de inmuebles que el Estado Nacional considera “ociosos” y, por lo tanto, sujetos de remate y venta. Sin embargo, dicho edificio seguía siendo el lugar de funcionamiento de la Dirección Nacional del Antártico y del Instituto Antártico Argentino (DNA-IAA).
Este proceso comenzó en 2013, cuando en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner comenzó un desalojo “temporal y parcial” del edificio de Cerrito con el argumento de hacerle refacciones. En estos años una parte del personal estuvo en distintas oficinas y dependencias, y lo poco que quedaba en Cerrito se le prohibió al personal el ingreso al inmueble en agosto de 2016.
Historia y soberanía
El Instituto Antártico Argentino “Gral. Div. Hernán Pujato” (IAA) fue el primer instituto del mundo creado con el fin de desarrollar actividades científicas en el continente antártico. El entonces coronel Hernán Pujato le presentó el plan estratégico antártico al presidente de la Nación, Gral. Juan Domingo Perón, quien de inmediato puso a disposición todos los recursos para tal fin. Todas las hazañas antárticas de nuestros patriotas están guardadas en la sede histórica del IAA.
Como señalan los trabajadores del DNA-IAA a través de un petitorio en las redes sociales y varios proyectos presentados en el Congreso Nacional y en la Legislatura porteña, la sede de Cerrito 1248 contiene desde la década de 1950 toda la historia antártica.
Parar el remate
Hacia finales de 2016 la lucha de los científicos, técnicos y administrativos del IAA provocó una derrota al primer intento de remate por parte del gobierno Macri. Luego de un recurso de amparo para impedir el remate (posteriormente rechazado por la “justicia”) el gobierno retoma sus planes de deshacerse del edificio de Cerrito. Los trabajadores antárticos vuelven a la lucha realizando campañas de difusión, manifestaciones en el edificio del DNA-IAA y Cancillería, y se retoma la vía legislativa y judicial para impedir el remate.
Hasta ahora, tanto la Justicia como los bloques mayoritarios en el Congreso (la coalición Cambiemos votó en bloque) están contra la postura de los trabajadores antárticos, por lo tanto avalan la realización del remate. En la sesión del 13 de setiembre en la Cámara de Diputados de la Nación, el bloque Cambiemos votó contra el pedido de tratamiento del proyecto para impedir la venta, con lo cual el bloque oficialista impidió alcanzar los 2/3 necesarios para tratar el proyecto sobre tablas. Queda claro que el vaciamiento antártico no es solo una postura de Macri, sino de todo Cambiemos (PRO + radicales).
Un documento elaborado en conjunto por los trabajadores del Instituto señala que “El remate de la sede histórica se da en un marco de fragmentación y debilitamiento que viene sufriendo la ciencia antártica desde hace muchos años. Hechos que lo argumentan son la disminución progresiva de su planta científico-técnica, la precarización laboral y la subejecución de fondos. Otros problemas están relacionados a la pérdida de la capacidad logística antártica, falta de estructura orgánica y de un plan estratégico actualizado (…). El dinero que se genere de la venta no se verá traducido en la adquisición de un nuevo inmueble ni en un aumento de inversión en ciencia antártica(…). El 21 de septiembre parte de nuestra historia y soberanía antárticas será arrancada de todos los argentinos… Deseamos que se preserve nuestra sede histórica del Instituto, y que se garantice el presupuesto destinado a la recuperación y preservación de nuestro patrimonio antártico”. Un ex jefe de Base San Martín dijo en un medio fueguino “Por un puñado de dólares. Argentina está destruyendo 60 años de historia”. “Es muy preocupante lo que sucede en torno al antártico, sobre todo teniendo en cuenta el regreso de las relaciones carnales del gobierno nacional con los ingleses respecto a la cuestión Malvinas, Atlántico Sur y Antártida. El desmembramiento del Antártico se inscribe en esa política antinacional, antipopular” señaló otro investigador despedido por denunciar el vaciamiento.
Al cierre de esta edición, el martes 19, los trabajadores marchaban a la Cancillería con el objetivo de frenar el remate pautado para el jueves 21 de setiembre ¡No al remate de Cerrito 1248! ¡No al vaciamiento antártico! ¡Sí a la Ciencia y a la Soberanía en Antártida!
