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02 de octubre de 2010

Disputas y acuerdos entre los jerarcas sindicales y el gobierno. Las paritarias. El plenario nacional de la CCC.

“No darle respiro al gobierno”

Amancay Ardura, coordinador nacional de la Corriente Clasista y Combativa

El compañero Ardura analiza el contexto en que se dio la reunión entre la dirección de la CGT y la presidenta: “Me parece que es otro momento que el de hace dos meses. En el camino de las elecciones hubo un pacto de gobernabilidad al que las cúpulas de la CGT y de la CTA se sumaron –con sus bemoles–. El Smata por ejemplo sacó un cartel que vimos todos de “Cristina presidente”, y al mismo tiempo el lanzamiento de la campaña de Scioli, ese aliado-rival de los Kirchner, se hizo en el Smata. En ese momento Kirchner lanzó el pacto social.
El retraso salarial, producto de los acuerdos traicioneros de principios y mediados del 2007 – que cayeron muy mal en la base de los gremios, porque la gente veía el índice trucho del Indek y la inflación real que golpeó duramente a los trabajadores– hizo que se generalizara el reclamo de más plata para fin de año, antes de la reapertura de paritarias.
Desde ya los clasistas empujamos esto, por ejemplo en la UOM con el pedido de $ 300 pesos que salió de la seccional Casilda, que fue tomado por muchas fábricas y gremios que habían quedado muy retrasados. Ahí vino la lucha del Smata, con un Rodríguez que había firmado por el 8%, y que sintió el reclamo desde abajo, más cuando el Smata venía de haber sido la avanzada en el 2006. Cuando se consiguió la cifra de fin de año en las automotrices, condicionó a la CGT y a todo el movimiento obrero, y puso un horizonte a los reclamos: un sueldo más o doble aguinaldo, que tuvieron que salir a pelear todos, limitando el pacto social lanzado por Cristina Kirchner.
Esto se dio en el marco de luchas muy grandes y combativas como la del pescado en Mar del Plata, el Casino de Buenos Aires, los rurales de Misiones y de Tucumán, luchas que estuvieron antes, durante y después de las elecciones. En la base de estos conflictos están los más de 8 millones de votos en blanco, nulo y abstenciones, aunque arriba hayan pretendido ignorarlos. Esto mostró que esas luchas están asentadas en raíces profundas, que son esas brasas –las viejas y las nuevas– del Argentinazo. Por todo esto Cristina no arrancó tranquila. Arrancó con los ambientalistas, los desocupados y los del Casino en la Plaza de Mayo, y en medio de esto el escándalo de la valija.
No podemos perder de vista la situación internacional, y las perspectivas de crisis económica. Este gobierno se viene preparando desde antes de las elecciones. Por eso obligó a las AFJP a traer los fondos que tenían invertidos en Brasil, cerca de 8.000 millones de dólares, para tenerlos a mano para seguir pagando créditos o para cualquier emergencia, a costa del buen margen de intereses que daban esos bonos.
Frente a la crisis, se hacen los tontos en público diciendo “a nosotros no nos va a tocar”. Pero esto tiene el inconveniente que no le podés decir que no a los reclamos salariales, porque si todo está bien… Por eso los dirigentes sindicales están muy condicionados, y Moyano tiene que salir a decir “ni techo ni piso” en las negociaciones paritarias, aunque acepta el pedido de Cristina de “con cordura y mesura”.
Esto se dio en el medio de una fuerte disputa en la cúpula sindical, con el gobierno impulsando en un principio a Caló para la CGT. Ahí vino la concentración frente a la legislatura porteña de los transportistas, de la que salieron diciendo “le marcamos la cancha a la señora”. En esos días también apareció muerto el tesorero de Moyano, en un asesinato típico de la mafia ¿Fue el Side? ¿quién fue? Preguntamos. El pico de tensión llegó cuando Cristina y Néstor fueron al acto de la Uocra en Mar del Plata, sin invitarlo a Moyano. De allí para acá, creo que las cosas han cambiado. Esta entrevista no es que termina la disputa, pero fue un arreglo. Hubo un momento de tensión, pero no le dio al gobierno para pasarle el trapo a Moyano en abril.
El otro factor, además de las luchas, que no le permitió cerrar el pacto social es el disgusto de sectores empresarios con el cambio de ministro de Economía, ya que con Peirano, además de la vuelta de Techint al gabinete, había un acuerdo para bloquear la entrada de productos chinos. La asunción de Lousteau significó la entrada irrestricta de estos productos. Además un sector de los patrones no quiere un índice trucho, porque si bien lo apoyaron al principio, ahora, al perder credibilidad el Indec, se les vuelve en contra, porque nadie lo usa a la hora de sentarse a la mesa de la negociación salarial, ni siquiera los jerarcas traidores.
Esta reunión con la CGT tiene que ver con un reflejo rápido de los Kirchner en el contexto de la crisis porque ¿a quién le puede convenir en las clases dominantes una CGT dividida con Moyano y el sector de transportes díscolo? Los tiempos de la crisis nadie lo sabe, pero tienen que tratar de tener toda la CGT contenida en un acuerdo anticrisis. Desde ya como todo acuerdo, tiene compensaciones. Me parece que ganó Moyano, porque la entrega de las obras sociales es gruesa, y no vale solo para Moyano, sino para todos los gremios.
El gobierno no pudo plantear una cifra para las paritarias, lo cual es una derrota histórica porque es la primera vez en cuatro años que no tiene una cifra para comenzar con las negociaciones paritarias. El gobierno no es indemne a lo que pasó. Uno le cuenta que lo votaron 3 de cada 10, que no tuvo respiro, que se cruzó con los yanquis por lo de la valija, las luchas largas y las cifras de fin de año. Algo perdió. Y me parece que tuvo que ceder en que Moyano siga al frente de la CGT. Esto lo demuestra que Caló y Gerardo Martínez van a la cola en la delegación encabezada por Moyano.

—La Corriente ha discutido la táctica alrededor de las paritarias.
—Como hemos dicho en la reunión de Mesa Federal, pegamos primero (rurales, UOM, bancarios). La clave es discutir qué se propone, nosotros dijimos que lo necesario es $ 3.200. Para esto es clave la asamblea de fábrica que resuelva cuánto se pide, cómo se lucha y quién resuelve aceptar lo que los patrones proponen. Porque hay paritarias como la UOM que no se sabe cuanto se pide, quién negocia, nada. Esto hace surgir tendencias en los trabajadores que dicen “no importa las paritarias, cuando termine peleamos en la fábrica los aumentos”. El problema de esto es que el 70% del salario de los metalúrgicos se arregla en las paritarias. No estamos de acuerdo con paralelizar, porque nos hacen discutir los flecos en las fábricas. Porque los patrones tienen propuesta “discutamos la productividad y los premios por presentismo”. La discusión de fondo, en privados y estatales, es cuánto se aumenta el salario básico.
—¿Cuál es la importancia del plenario nacional de la CCC, que se realizará el 23 y 24 de febrero?
—Tiene una gran importancia política, en primer lugar para hacer un balance de las luchas del 2007 y 2006, y unificar a la Corriente analizando bien la situación internacional y nacional, para que nos ubique en lo que se viene, estando al frente de la lucha y acumulando con la construcción de fuertes agrupaciones clasistas.
Queremos lograr un gran taller de ocupados que pueda analizar los avances y los retrocesos que hemos tenido en los procesos de lucha y de recuperación gremial. El plenario es importante para unir ocupados, desocupados y jubilados en una gran ofensiva en este momento de paritarias, también para afianzar la unidad de docentes y estatales en momentos que estamos peleando el no inicio de las clases, y la lucha por el 82% en los jubilados.
Al mismo tiempo creemos que tiene que ser un marco muy importante para que todos nuestros amigos en el terreno gremial, delegados, dirigentes de otros movimientos de desocupados, amigos y aliados de distintos sectores, estén presentes. Trataremos que estén todo el plenario. Los que no puedan que vengan a dar un saludo, y si no que nos envíen el saludo por escrito. Nosotros tenemos un enorme capital, y si la pelea es por el reagrupamiento de fuerzas, el Plenario tiene que ser una instancia de este reagrupamiento.
Esto no es un problema más, no para golpearnos el pecho porque ya sabemos que son nuestros amigos, sino para que los de la vereda de enfrente sean concientes que no están enfrentando a una CCC aislada, y que no vamos a un marco estrecho de alianzas, ni a un frentito de izquierda, sino que tenemos una estrategia de unidad popular para una salida, y dentro de esa estrategia mostramos lo que hacemos en este momento político.