Los piquetes de productores rurales del sur de Santa Fe, mayormente de autoconvocados, que fueron creciendo en profundidad y extensión durante el conflicto, en esta nueva etapa han decidido mantenerse en estado de asamblea, a la vera de las rutas, sin interrumpir el paso de camiones con cereales.
Allí fuimos, acompañados por un camarada del lugar que nos facilitó las entrevistas con los productores, con la sola mención de los nombres de dirigentes agrarios de nuestro Partido que se han prestigiado en esta lucha que tiene ribetes históricos.
De sapos y ranas
Saliendo de Rosario, el primer piquete está en la intersección de las rutas 12 y 14. Restos de goma quemada en la ruta, maquinaria agrícola y camionetas rodean la carpa donde nos reciben los productores que han protagonizado varias batallas, tanto en la ruta como en las vías del ferrocarril. Son de 15 pueblos de los alrededores: Piñero, Alvarez, Arnold, Coronel Domínguez, Villa Amelia, Soldini, Mugueta, Arminda, Acebal, Fuentes, Pueblo Muñoz, y el 90% autoconvocados.
Uno de ellos nos contaba que "La lucha en estos días ha sido impresionante. Estamos orgullosos de la gente que tenemos. A nadie se le saltó la chaveta. A alguno se le abrió la boquilla y se le echó un poco de cereal para impresionarlo, pero a todos los transportistas se los invitaba a comer con nosotros. Agradecemos muchísimo a la gente de las ciudades, de los pueblos, porque nos bancaron muchísimo".
Este chacarero nos cuenta su situación: "tengo 70 hectáreas. Hago soja, maíz, y pensaba hacer trigo pero desistí porque no dan los números. Sacamos cuentas con un ingeniero, y para sembrar 30 has de trigo, hacen falta 60.000 pesos, tenemos que tener un rinde de 33 a 35 quintales de trigo, con un precio incierto. No dan los costos. En mi caso es arriesgar todo lo que saco con la venta de la soja, y sin ninguna certidumbre".
Sobre el tratamiento de las retenciones en el Congreso dice no tener expectativas, por eso "Vamos a estar en el Congreso, y nos vamos a quedar a la vera de la ruta". Cuenta que hay muchas opiniones en el piquete "Hay algunos más optimistas, otros más pesimistas. A mí me queda una pequeña lucecita de que podamos acomodar algo. El miedo que me queda es la gran bronca que hay en todo el país, de parte de la gente de la agricultura, de la ganadería, lechería". Y sobre el recorrido de la lucha reflexiona: "Logramos en primer lugar que la ciudad se entere quién era el campo. Con las virtudes y las fallas. Segundo, el gobierno se dio cuenta que el campo no es alguien para arrear con un bastoncito. Es alguien que tiene su estima, que en un momento nos pasaron por encima y nos tuvimos que levantar. También nos sirvió para entender que nos tenemos que unir más que nunca, más allá de las cuatro entidades. Y en mi opinión, aunque no soy político ni me agrada la política, vamos a tener que empezar a preparar gente, a animarla que se meta en política, por el campo. Y después seguirlo de cerca para que no se corrompa".
Hablamos con otro productor, presentado como el "presidente" del piquete, Fernando, que ratifica lo dicho por nuestro otro entrevistado, afirmando que "no ponemos todas las fichas en el Congreso. Vemos que eso va para largo, y los que somos pequeños, no tenemos una gran cantidad de cereal para seguir aguantando, ni un dinero para llevar adelante esto. Estamos obligados a vender con estas retenciones móviles, y así gana el gobierno. Por eso vimos de mantener la carpa para mostrarle al gobierno que hay un sector que no está convencido que todo se arregló porque mandaron las retenciones al Congreso.
Fernando nos describe cómo se organizan, a partir de la decisión de cortar la ruta, porque "teníamos momentos con 150 personas, y momentos con 6. De los 15 pueblos, juntamos a los más grandes de a 2, y los más chicos de a 3, y hacemos turnos de 8 horas, para cubrir todo el día. Hacemos asambleas todos los días, con delegados por pueblo, de acuerdo a la población de cada pueblo. Cada uno viene a la asamblea, va tirando ideas de los tema del día, vamos discutiendo y resolviendo".
Haciendo un panorama de los cien días de lucha, afirma que "Creo que hubo un cambio a partir de que empezó esta protesta, una vista hacia el sector agropecuario que no se tenía. Antes pasaba un productor agropecuario y era el gringo que trabajaba el campo y punto. Hoy ya se lo ve de otra manera, cada vez que se tome una medida a nivel nacional se lo va a consultar, el campo tomó posición y demostró la importancia que tiene para el país. Creo que esto es fundamental. Supongamos que hoy termine esta situación, hayamos o no conseguido mucho, viéndolo desde el punto de vista de cómo plantamos al sector es un logro impresionante. Llevar esto al Congreso, más allá de cómo salga, es un triunfo.
"Creo que pusimos al campo en un lugar que no estaba. Además, también empezamos a diferenciar. Hoy están las cuatro entidades juntas, pero como sapos y ranas. Vos levantás una chapa y ves a los sapos y ranas juntas, pero todos sabemos que no se cruzan, un sapo es un sapo, y una rana es una rana. Acá sabemos quiénes son los verdaderos oligarcas".
Los autoconvocados de Casilda
En el piquete de Casilda, donde además de los de esa localidad están productores autoconvocados de Los Molinos, Sanford, Fuentes, Pujato, nos reciben dentro de la carpa una serie de productores y mujeres de productores. Luego de vencer algunas resistencias a la prensa, "porque nos tergiversaron mucho", nos metemos en tema.
Una señora nos cuenta: "Nosotros quedamos en estar a la vera de la ruta, hasta ver si hay una solución de arriba. La esperanza la tenemos". Luego de afirmar que "en estos 102 días casi hemos formado una familia", comenta sobre los dichos de la presidenta: "Es una tomada de pelo, una falta de respeto hacia los colonos. No tiene ni idea de lo que es el trabajo en el campo, ni lo que es el campo. Le falta asesoramiento. No tiene idea de lo que cuesta el agroquímico, la semilla, ni lo que nos cuesta llegar a fin de año con lo que uno va sacando. Si te viene una pedrada, o no llueve, no se cosecha. Ella piensa que somos todos estancieros. Y acá en esta zona el que más tiene puede andar en 150 has. Muchos trabajan campos de afuera, pero campo propio más de 150 no tienen. Y hay gente de 40, 50 has. Los chicos, así como vamos pierden el campo. Al aumentarse al 49, casi 50% las retenciones, a ese colono no le alcanza ni siquiera para pagar los gastos que ha tenido ¿y con qué vive, con qué vuelve a sembrar? Tenés que meterte en un banco para que te preste, o en una cooperativa si sos socio. Ahí empezás con la deuda, y eso ya lo vivimos".
Sobre el papel del Congreso nuestra entrevistada dice: "tengo una pequeña luz de esperanza para que estos señores agarren lápiz y papel, hagan cuentas y no quieran llevarse todo, que dejen algo para que la gente pueda seguir viviendo. Es como que se están incendiando las provincias. Acá caemos los colonos, y caen las fábricas y todo. Hay gente que está perdiendo las horas extras. Acá en Casilda estamos viendo chicos que piden por la calle, y esto antes no pasaba. Es lamentable. El pueblo de Casilda apoyó. Las autoridades, el intendente, policías, concejales, todos".
Consultamos a otro de los chacareros sobre la acusación de Cristina Fernández de que los productores son responsables que no haya comida "en la mesa de los argentinos". Se indigna y afirma "Eso es una farsa. Con el 33% de retenciones que tenían, sacan una millonada ¿Y eso porqué no lo reparten? Hablan de las obras pero las obras no se ven, ahora el último discurso no se puede creer. Me imagino que un país se planea de acá a cinco años, por lo menos, no es que de un día para el otro se les ocurre hacer escuelas y hospitales.
"Nosotros nos vamos a quedar hasta que se agrande la luz de la que hablaba la señora. Sabemos que no se van a poner de acuerdo de un día para el otro en el Congreso. Hay que tener paciencia". Sobre cómo resuelven lo que van a hacer, nos cuentan que "Acá todo se decide por asamblea, noche por medio asamblea. Vienen entre 90 a 100 personas. La gente se fue uniendo, se hicieron nuevos amigos, todo muy cordial, sin diferencias. Se armó un lindo grupo, por eso aguantó".
Otro productor explica que "la soja no viene sola. Si no se le aplican los herbicidas, que son carísimos y aumentaron hasta tres veces en dólares, no tenemos cosecha. Ellos eso no lo tienen en cuenta. Se piensan que tiramos la semilla y nos sentamos a esperar".
Al final, preguntados por Rossi, el jefe de la bancada oficialista de diputados, oriundo de esta zona, entre risas irónicas dicen, "mejor no opinar". "El conoce bien esta zona", "que no se olvide que los votos que tuvo, los tuvo de esta zona, y ya no los tiene más", "así nos vote a favor", remata otro chacarero.