Verónica Caliva es compañera del PTP-PCR de Salta, periodista y luchadora por los derechos de las mujeres. Participa en el segundo puesto de la lista para candidatos a diputados nacionales en su provincia. En esta nota nos cuenta sobre las tareas urgentes a desarrollar cuando llegue al Congreso de la Nación.
—¿Cómo ha sido esta campaña del PTP en el Frente de Todos?
—Ha sido intensa. Con mucha alegría, las compañeras y compañeros tanto del PTP, la CCC como del PCR nos hemos involucrado en la campaña, y por supuesto con los compañeros del CET (Partido Cultura Educación y Trabajo): nuestro principal aliado dentro del Frente, donde conformamos el espacio de los trabajadores y organizaciones sociales, que es el partido de Jorge Guaymas del Sindicato de Camioneros.
Este espacio surge en la lucha contra las políticas del macrismo, de Urtubey, y también terminó expresándose en el plano electoral, conformando el Frente de Todos. Lamentablemente, no pudimos lograr que quede Jorge Guaymas –que encabezaba la lista para diputado nacional– en las PASO. Me tocó a mi entrar por la paridad de género, y como encabezaba un varón en la lista que ganó, correspondía a una mujer.
Este proceso se dio con mucha militancia, con mucho compromiso, en las PASO sacamos más de 130 mil votos en toda la provincia. La lista que ganó sacó 170 mil votos. El hecho es que, en general, el Frente de Todos sacó más de 300 mil votos, y fuimos la primera fuerza. Para estas elecciones generales, pretendemos mejorar esa elección, que por la categoría diputados nacionales ingresen tres por el Frente de Todos. El compañero Lucas Godoy quedó primero en la lista, yo voy en segundo lugar, y en tercer lugar el compañero Ramón Villa. El objetivo es hacer una gran elección que aporte a la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Fernández.
Estamos trabajando en los rastrillajes, nos hemos dividido la provincia con las distintas fuerzas que integran el Frente de Todos para recorrer cada barrio, cada lugar de trabajo y llegar con el voto del Frente de Todos.
En este momento, nosotros entendemos que es un voto cargado de esperanza, de lucha, para terminar con el sufrimiento que generó el gobierno de Macri. Un infierno que ya nadie puede seguir soportando.
—¿Para la provincia de Salta, cuáles son las urgencias para resolver?
—El 70% de niñas, niños y adolescentes son pobres. Encabezamos los índices de violencia de género, de femicidios, a nivel país. Tenemos casos de muertes de niños, de las enfermedades de la pobreza y vinculadas al hambre.
Entonces vamos a trabajar arduamente con un proyecto de ley, y con el plan que tiene Alberto Fernández, para erradicar el hambre del país.
Me parece que eso ya marca un camino. Poder desarrollar el trabajo en una provincia que ha perdido el empleo, donde ha crecido la desocupación tremendamente.
Una de las banderas centrales es la de la emergencia alimentaria: trabajar contra el hambre, que las asignaciones, las pensiones, jubilaciones y programas sociales sean reajustados y estén acordes al costo de vida, de la canasta básica. Hay un montón de medidas de emergencia que vamos a plantear, que vamos a desarrollar y trabajar en conjunto todos los legisladores del Frente de Todos.
Otra cuestión central es la ley de emergencia habitacional porque hay un déficit habitacional tremendo. En Salta, se pueden construir entre 80 mil y 100 mil viviendas para abordar el problema. Necesitamos planes de vivienda en ese ministerio que ya anunció el futuro presidente de Argentina.
Vamos a trabajar con las cooperativas, organizando a jóvenes, mujeres y aquel trabajador que quiera desarrollarse y trabajar de manera colectiva en la construcción de las propias viviendas para las familias que no tienen otro modo de acceder a una casa.
Hoy más que nunca, las propuestas están vinculadas a esta consigna que ya es histórica: tierra, techo y trabajo. Y nosotros hablamos del pan. En el caso de Salta, el agua potable: hay comunidades enteras, tanto en el interior profundo de Salta como en la propia capital de la provincia donde no hay agua potable, algo que parece de otro tiempo, pero Argentina tiene que garantizar los derechos humanos básicos a sus habitantes.
Hablamos de la salud que está colapsada, no hay servicios disponibles. En la zona norte de la provincia no hay un pediatra, no hay un médico clínico. Los centros de salud están vacíos, sin profesionales de la salud, sin medicamentos.
Hay que comenzar a trabajar con programas fuertes, y el Estado tiene que ser el primer garante de los derechos humanos básicos de sus habitantes. Ese va a ser el desafío en la primera etapa. En una segunda etapa, en Salta debe comenzarse un proceso de industrialización para generar empleo digno, genuino. Poder empezar a trabajar sobre los recursos naturales de una manera responsable, sustentable, cuidando los recursos que tenemos. Ir contra la entrega del litio, entre otros recursos.
—¿Cuáles son los temas de la agenda, en concreto para las mujeres?
—Por supuesto que la emergencia contra la violencia de género. Esa ley tiene que salir, tenemos que garantizar que se efectivice. También, la ley de jardines maternales para los barrios populares y en los lugares de trabajo, para que las mujeres puedan salir a capacitarse, a buscar empleo, a trabajar; que tengamos donde dejar a nuestros hijos e hijas en buenas manos; donde también reciban el desayuno, el almuerzo, la merienda, hasta que la mamá que sale a ganarse la vida, pueda recogerlo. Esto hace a la inclusión de los derechos de las mujeres.
Hay nuevas demandas que hay que atender, que hay que legislar. El colectivo LGBT por supuesto que también tiene demandas. El colectivo feminista está a la vanguardia y ha sido uno de los reclamos más sentidos en el ENM, y Argentina tiene que legislar la problemática del aborto. Tenemos que hacer realidad esa consigna histórica: “Educación sexual para decidir. Anticonceptivos para no abortar. Aborto legal, seguro y gratuito para no morir”.
—En tus recorridas por la provincia, ¿qué es lo que más se destaca?
—Vi una gran voluntad participativa. Porque entiendo que todo lo que viene es que los vecinos y vecinas quieren tomar en sus manos y señalar dónde están los problemas. Cada uno sabe en su comunidad cual es el principal problema que hay que resolver o atacar, y en muchos casos se tiene que legislar o diseñar las políticas para resolver esas necesidades.
Los jóvenes nos piden a gritos que se ayude a quienes son víctimas de las adicciones, del consumo de sustancias que están a la orden del día. Ese es un tema que tenemos que abordar, garantizando la prevención, atención y acompañamiento, que tiene que tener un enfoque comunitario e integral de las adicciones. A partir de eso, incluir a los millones de jóvenes que no trabajan, no estudian, y que puedan tener las condiciones para hacerlo con programas de becas necesarios, boleto gratuito, kit de útiles, e incentivar el formarnos, educarnos.
En el caso de los obreros y obreras rurales, donde los dueños de grandes extensiones no generan nada, se transforman en obreros golondrinas que se van a otras regiones en busca de trabajo; su pedido principal es acceder a la tierra, porque quieren trabajarla. En el caso de los pequeños productores –al igual que las Pymes– reclaman incentivos impositivos, que no los maten con los impuestos, que haya subsidios y créditos acordes a cada uno de los emprendimientos. Las cooperativas también están absolutamente paralizadas. Hay que apostar al cooperativismo, a la pequeña y mediana empresa, al pequeño productor. Los pequeños comerciantes de Salta plantean que es imposible pagar las tarifas, pagar el servicio eléctrico, el gas y el agua, por lo tanto, como medida fundamental que el próximo gobierno deberá tomar es retrotraer las tarifas, por lo menos, al precio que tenían en 2017, previo al tarifazo del macrismo.
Tenemos que terminar con el macrismo. No se pueden soportar cuatro años más de este gobierno, de este infierno. Tenemos que apostar a la construcción, sin dejar de fortalecer nuestras organizaciones sociales, políticas.
—Para finalizar, ¿qué deja esta campaña al PTP-PCR?
—Esta campaña nos sirvió para que el PTP sea conocido hasta en el último rincón de la provincia de Salta, que cientos de miles nos voten, conozcan nuestras propuestas, conozcan que hay otra forma de hacer política; que estamos compañeras y compañeros para servir a nuestro pueblo, y que hay que votar distinto, apostar y ser parte y empezar a cambiar las reglas del juego también en el terreno electoral.
Las compañeras y compañeros que trabajan incansablemente en los lugares están tomando en sus manos la política, han crecido, y hoy tenemos muchos y grandes dirigentes políticos y sociales. Eso es lo que más se debe destacar de este proceso político, en el que hemos acumulado mucho. Todavía nos queda una batalla para el 10 de noviembre, para que nuestro querido Germán “Gondi” Caraita sea el próximo intendente de Urundel.
Hoy N° 1788 23/10/2019