De Renzis: Muchas cosas de la Argentina oculta van saliendo a la luz de lo que está pasando en la dictadura de Jujuy, de lo que está ocurriendo de las cosas que ya no callan y dicen en la interna de Cambiemos donde Patricia Bullrich le dice a Larreta que no tiene moral, y Larreta dice que el macrismo ha fracasado. No sé si están tan ocultas o en evidencia porque en este espacio lo hemos hecho con vos, incluso salió el libro La Argentina oculta. Este reconocimiento público de Larreta de que Macri fracasó es notable.
Arnoldo Gómez: Van saliendo a la luz una cantidad de temas que polarizan esta elección en forma nítida. Y hay temas que siguen quedando ocultos. Hoy me voy a referir a uno de ellos: con qué perspectiva se empieza a repartir la riqueza de la Argentina y lo que se va a producir el año que viene.
En medio de esta situación en primer lugar en relación a la sequía de este año, se va a transformar el fenómeno La Niña en El Niño y, por lo tanto, va a haber la perspectiva de una cosecha con muy buenos humedales. Se ve que el mercado internacional va a poder absorber y la Argentina siempre tiene una muy buena colocación de todos sus productos y también están degustando la perspectiva de que el próximo gobierno va a aceptar la devaluación que propone el FMI y permitir sobre esa base la unificación del mercado y levantar el cepo. Habrá que ver cómo sucede en la historia, pero estas son las perspectivas con las que empiezan a repartirse ya hoy cómo se va a distribuir esa cosecha.
Dos temas: Aumento del 15 al 20% de la renta terrateniente en la zona núcleo de esta producción y de todo el país. O sea, el que quiere implementar campos para el año que viene se encuentra con contratos que le piden en la zona núcleo de 18 quintales de la producción que se estaba pidiendo este año, a 20 quintales (dos toneladas). Estos mecanismos de contrato operan así, para alquilar el campo hay que pagar por cada hectárea el equivalente a 2 toneladas de soja a lo que presupone el mercado que va a valer el año que viene. El mercado lo establece en la zona núcleo a través de la soja, después se puede hacer lo que uno quiera con la tierra, lo que cobran es eso, no importa si se planta maíz. La moneda es la soja. Cuando uno va a la esencia de las cosas aparece la verdad. La moneda ya no es más el papelito, cuando se hacen contratos ahí la moneda es soja. Y del mismo modo, la zona que no es la zona núcleo pasó de 15 quintales a 18 quintales. Y en las zonas frías, por ejemplo Tandil, pasó de 10 a 12 quintales. Si hacemos una evaluación promedio de las hectáreas que están en producción podemos ver un promedio de 15 quintales por hectárea, tomando la zona núcleo donde se paga 20 y la zona más marginal.
En dinero esto sería 1 millón de pesos cada 10 quintales, o sea, 1 millón y medio por cada hectárea. Ese es el alquiler. El cálculo que me hacía un productor de la zona núcleo es que, por ejemplo, en una hectárea donde se pueden producir 40 quintales, hay 20 quintales de alquiler y unos 15 quintales del resto de los costos, queda una rentabilidad de 5 quintales. En las zonas marginales es menor la renta y siempre el margen sigue siendo 5 quintales.
De Renzis: Ahí está lo que se llama la explotación ociosa del campo, los propietarios que alquilan que no hacen nada y el que trabaja, el agricultor, que contrata ese campo porque necesita tierra para cultivar. Hay un proyecto que presentó en su momento Alderete acerca de los campos fiscales para que los que quisieran trabajar no tuvieran que pagar ese arrendamiento.
Arnoldo Gómez: Eso quedó en Comisiones, no llegó al tratamiento. Ese proyecto tenía que ver con las tierras que hacen al abastecimiento de la ciudad, los quinteros, donde también rigen estos alquileres.
De Renzis: Te hacia esa referencia porque es interesante saber cuáles son los campos del fisco que no están trabajados y que podrían ser explotados para que una cooperativa o quien fuere no tuviera que pagar ese arancel. Hay países en Europa, creo que Francia es uno de ellos, que le dan una hectárea a una persona para que cultive para el consumo, no para vender el producto. Aquí habría que imaginar algún desarrollo de las quintas que permita que ese alimento que puede llegar más barato al mercado sea producido en campos del Estado y de última que sea proveedor de los hospitales públicos.
Arnoldo Gómez: Sí, pero eso es en países donde, primero, la tierra está fragmentada, por eso se lo ha hecho en Europa, y además donde el Estado regula, pero si el Estado se metiera a regular esto en la gran producción es al punto al que yo quiero ir.
Sobre la renta que se paga. Un tema es el pequeño propietario de la zona núcleo que tiene 40, 50, 100 hectáreas, que ya no puede producir porque para hacerlo tiene que comprar máquinas que son carísimas, y alquila su pequeño lote para sobrevivir. Ese pequeño rentista gasta la plata en su pueblo. No estoy hablando de eso. Hablamos de los que tienen la posesión de miles de hectáreas, que la ponen en producción y no ganan los 5 quintales de los que hablábamos, sino que ganan los 5 más los 20 que cobran del alquiler. ¿Se entiende la diferencia? Esos grandes propietarios son los que se llevan la gran diferencia, que son decenas de miles de millones de dólares en la Argentina, son unos 20.000 millones de dólares.
De Renzis: La ley de Alquileres que fue reformada y no dejó conforme a nadie, ni a inquilinos ni a propietarios, sobre este tema del ladrón habría para hablar…
Arnoldo Gómez: El Estado podría regular mínimamente el reparto de esta renta, porque si a ese pequeño propietario que salió de la producción le compensaras una parte y le dieras créditos volvería a la producción. Nuestra producción no solo se expandiría sino que se democratizaría y toda esa plata quedaría en inversión. El pequeño productor es el que mueve el mercado interno de los insumos.
De Renzis: Se ha dicho muchas veces que la gente no quiere trabajar en el campo, y en realidad lo que la gente quiere es trabajar en el campo y poder vivir bien, porque si trabajas y encima estás sufriendo, si tenes que ser un arrendatario cuando queres tener un campo que permita hacer determinadas cosechas y te permita vivir, si terminan siendo prisioneros de la renta se desalientan porque no les sirve trabajar en el campo.
Arnoldo Gómez: Todos estos pequeños productores a los que han sacado de la producción tienen que arrendar su pequeño campo y se van a vivir al pueblo. Este es el tema del vaciamiento del campo que hubo en la Argentina. Pero no solo esto entra en el reparto, no solo que se aumenta la renta, también entró en el reparto, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional.
Y voy a explicar cómo el FMI entra en el reparto. Massa tiene en discusión tratar de no devaluar hasta que lleguen las elecciones. Y esa es una parte importante de la negociación con el FMI. Se habla entre los productores que no es que va a venir un Plan Soja 4 sino que lo que se viene es una idea de que en estos insumos para la próxima cosecha de los que hablamos cuando decimos que 20 te cuesta el alquiler y 15 la producción, el grueso de esos 15 son insumos importados, o sea, son herbicidas, semillas y otros productos que se importan. Toda esa importación se tiene que hacer ahora. El FMI está negociando que no se devalúe, pero que se imponga el impuesto PAÍS a todas esas importaciones agrarias. O sea, cobrés lo que se iba a cobrar por devaluación o por retención vía la importación de los insumos. Y ahí compenses para un lado y para el otro y aguantes unos meses más. De un lado y del otro se están repartiendo la próxima cosecha. Este es el concepto al que quiero ir. Y en este reparto no entra ni el pequeño productor agrario ni el consumo del mercado interno sobre el que se van a recargar todos estos costos. Y hay una franja muy grande que es la renta de los grandes terratenientes, no del pequeño propietario sobre la que el Estado no está incidiendo y que sería un mecanismo fabuloso de reactivación del mercado interno.
De Renzis: O sea, que hay una Argentina oculta abajo y arriba de la tierra.
Arnoldo Gómez: Está esa Argentina oculta. Yo planteo cómo se reparten los negocios a un año. Por eso es que hay que levantar los reclamos de la tierra para el que la trabaja, la necesidad de romper este acuerdo con el FMI y poder regular nosotros nuestra producción con absoluta libertad y una reforma monetaria que permita una redistribución anulando toda esta plata especulativa que circula en forma libre por el país.
