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02 de octubre de 2010

Nuestro semanario entrevistó al coordinador nacional del Movimiento de Desocupados de la Corriente Clasista

“Nosotros tenemos que aprovechar sus contradicciones para avanzar”

Juan Carlos Alderete

Comenzamos preguntándole al compañero si han habido cambios en la política del gobierno hacia los trabajadores desocupados.
Alderete: No. Creo que a partir de la consigna de “la profundización del cambio” ese cambio se da en contra de los trabajadores tanto ocupados como desocupados. El acceso a la salud es cada vez más difícil. Los trabajos son cada vez más esclavos y mal pagos. No es que se abrieron grandes posibilidades de trabajo genuino, ni siquiera changas en muchos lugares. Porque este crecimiento económico ha llegado a algunos sectores, y a otros no. Llegó principalmente a los sectores terratenientes y empresas monopólicas, no a los sectores del pueblo para que éste viva mejor.
Si uno se pone a observar, no es cierto lo que dicen de cuánto han bajado las cifras de desocupación. En los barrios en los que estamos, en muchas provincias, la desocupación es muy elevada. En muchas provincias el crecimiento económico ha llegado para los dos o tres “dueños” del lugar, como se ve en Jujuy, en Salta o Tucumán.
No se ve el crecimiento que se nota en algunos lugares de Santa Fe o el conurbano. Aún así el grado de desocupación es muy alto incluso en estos lugares, por ejemplo en La Matanza, se han hecho más obras públicas que en todo el resto del conurbano junto, pero la desocupación sigue siendo muchísima.
Lo que se avecina en la economía internacional, la recesión en Estados Unidos, va a afectar a algunos exportadores –el mismo gobierno ya está diciendo que el crecimiento económico va a ser menor que el año pasado y que se van a estabilizar los índices de desocupación– por lo que aún con las cifras mentirosas que da el Gobierno, la cantidad de desocupados seguirá siendo altísima.
Como lo venimos planteando desde hace mucho tiempo, al cortarse la cadena de aprendizaje de muchos oficios, con el cierre de fábricas que se agudizó en los ‘90, pasa que en algunos lugares se abren pequeñas industrias y se encuentran con que no hay obreros capacitados. Por eso nosotros venimos planteando la necesidad de la capacitación laboral. Esto sucede en varias ramas, por ejemplo en la metalmecánica; se ve que hay muchos jóvenes con dificultades en la capacitación, porque vienen con problemas en el estudio. Hay problemas de integración de esos jóvenes para que terminen la educación y se integren a la producción.
Esto pasa también en la construcción, acá en La Matanza hay pocos medio oficiales, no hablemos de oficiales. Hay un gran sector que ni siquiera tiene la posibilidad de hacer changas por esta situación.

—¿Nos podés resumir los puntos tratados por los desocupados en la reunión de Mesa Federal del fin de semana pasado?
—En esta reunión, con los elementos que contamos, acordamos con los compañeros que hay que seguir con atención la situación económica internacional, es un proceso en curso que va a repercutir en la Argentina, que va a sufrir en esas tormentas, aunque tiene reservas que le van a permitir aguantar un tiempo, por lo que sería muy atrevido decir que Argentina se va a “caer” del mundo.
También vimos la necesidad de mandar una delegación de la CCC a Bolivia, para pedir una entrevista con el presidente Evo Morales, y designar una delegación para que participe de la Marcha Nacional Campesina en Paraguay en el mes de marzo.
Luego discutimos la situación nacional, y cómo ha quedado el país luego de las elecciones. En primer lugar vimos el gran acierto de la CCC de tener la posición electoral de voto en blanco, nulo y abstención, eso hizo que quedemos bien posicionados. Es la primera vez que la CCC participa tan activamente en el terreno electoral.
Analizamos cómo se ven hoy los acuerdos de gobernabilidad de los que se hablaba antes de las elecciones, para garantizarlas. Hoy se ve la disputa en el bloque de las clases dominantes, cómo se traslada a las provincias y al plano sindical, porque no en todos los lugares es igual. Estudiamos con detalle cómo son las contradicciones entre ellos, para avanzar nosotros.
Dijimos en la reunión que hay varios trenes en marcha, y que en todos los trenes nos quieren hacer subir a los vagones. Como decían nuestras abuelas, a la ensalada hay que ponerle un poco de limón o de vinagre para darle gusto; estos quieren poner picante en esos trenes, para usarnos. Por eso dijimos que hay que abrir bien los ojos, para no dejarnos usar. Nosotros no tenemos amigos en el Estado, tenemos relación con muchos. Esto hay que tenerlo en cuenta ahora que muchos nos tratan cariñosamente, por eso dijimos que tenemos que prepararnos, no confiarnos.
Acordamos que tenemos que, además de seguir trabajando con los que lo venimos haciendo, abrir hacia otras organizaciones, incluso aquellas cuyos dirigentes defienden al gobierno o son parte del gobierno, porque muchos de los compañeros de esas organizaciones la están pasando muy mal. Algunos nos han dicho que ellos esperaban estar mejor, pero están igual que nuestros compañeros, a pesar que sus dirigentes están con el gobierno.

—Discutieron también cuestiones específicas del movimiento de desocupados, y acordaron un plan de lucha.
—Planteamos de nuevo lo que dijimos hace tres años, de tomar las cooperativas porque es la única posibilidad para muchos compañeros de sobrevivir, que no van a encontrar trabajo en las empresas, porque la edad es una barrera, y los hijos también. A la vez esas cooperativas nos deben servir como preparación de oficios para los más jóvenes, para que sí puedan entrar a la producción.
Reafirmamos que es un trabajo basura, que estamos en contra de lo que llaman la “economía social”. Y que tenemos que exigir al gobierno que estas cooperativas pasen a ser dependientes del Estado, porque nosotros estamos trabajando para el Estado, ya sea nacional, provincial o municipal. ¿Cuál es la diferencia con los compañeros del Plan Jefes o del PEC que están trabajando en hospitales o escuelas, con estas cooperativas que trabajan para el Estado?
En La Matanza estamos ha-ciendo una prueba, incluso con cierto acuerdo con la Uocra, para que los compañeros cooperativistas pasen a ser afiliados a la Uocra con todos los beneficios. Estamos peleando para que el Estado se haga cargo de las cargas sociales de los cooperativistas. Algunos a eso lo llaman “em-presa social”, otros “cooperativas sociales”. A nosotros no nos im-porta tanto el nombre como que pasen a tener una relación de dependencia con el Estado.
Analizamos en la reunión que hemos tenido un triunfo político que no supimos mostrar.
Es la única organización en todo el país que ha terminado todas las obras que empezó. Las otras organizaciones, incluso algunas que tienen funcionarios en el gobierno, no las terminaron. Hasta en lugares que se pensaba que era imposible construir, como Tilcara o Palpalá en Jujuy, donde nos dieron terrenos altos, sin luz, sin agua, sin calles, se hicieron las viviendas. Y no lo sabemos mostrar. Allí se han beneficiado muchos compañeros nuestros en las viviendas.
Reafirmamos la necesidad de mantener correctamente las cuestiones legales, porque el Estado existe, y es un Estado burgués. Así sea un Estado socialista, vos tenés que rendir lo que gastás. Esto también es un triunfo, nadie puede decir que no nos va a dar una obra porque no hemos cumplido con el AFIP, con las actas… tenemos los papeles en orden.
Se aprobó una jornada para el 30 de enero a cada una de las Gerencias de Empleo del Ministerio de Trabajo, con el reclamo principal de una ayuda escolar de cien pesos para todos los compañeros con planes sociales, manteniendo el resto de las reivindicaciones. Y vamos al Plenario Nacional de la Corriente del 23 y 24 de febrero.

—La Corriente Clasista y Combativa, cuando tenga que marchar en la Capital Federal, ¿va a pedir permiso?
—No. Nosotros no vamos a pedir permiso. Creo que Macri y el gobierno nacional tendrían que preocuparse por resolver los grandes problemas que tiene la gente, y no inquietarse cuando uno marcha por la ciudad de Buenos Aires. A los vecinos que les cortan la luz y cortan la calle no se les puede ir a decir que lo importante es la “libre circulación”, como dicen ellos.
Nosotros no vamos a pedir permiso, porque no cortamos ni marchamos por deporte, sino cuando hay una necesidad. Esta discusión  se da en el marco de que el año pasado los que menos cortaron las calles fueron los desocupados, la mayoría fueron, por suerte, los trabajadores ocupados, y también las capas medias de la Capital Federal.
Si a mí me cortan la luz o el agua, yo tengo que salir a cortar la calle ahora, no dentro de 24 horas o cuando me digan. ¿Cómo se va a pedir permiso para esto? Además, cada vez que los desocupados se movilizan se avisa a los medios, por lo tanto saben.
El gobierno nacional se pone muy contento porque antes los fiscales no actuaban, ahora un fiscal dice que va a actuar. Ahí tenemos el gobierno “progresista” de los Kirchner, que busca la forma de pegarnos legalmente.
Dicen que no quieren judicializar, nos hablan de la Constitución, pero nosotros vemos todos los días cómo esto es letra muerta, porque la Constitución también dice que el Estado tiene que garantizar salud, vivienda, educación, trabajo a todos los habitantes, y no lo cumplen.
Entendemos que el derecho a la vida es superior a cualquier derecho. Cada vez que tengamos que exigir al gobierno, ya sea marchando o cortando una ruta, lo vamos a hacer sin pedir permiso.