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24 de julio de 2019

Para sostener el endeudamiento usurario del país

Nueva hipoteca sobre las reservas

Como parte del apoyo abierto por los intereses imperialistas a la reelección de presidente Macri, para sostener el precio del dólar en la Argentina que sería “su carta ganadora”, en la cuarta revisión del pacto entreguista el Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo una nueva autorización al Banco Central para que venda dólares a futuro hasta 3.600 millones. Así se trata de mantener la ficción del “dólar quieto” por lo menos hasta las elecciones de octubre, e incluso noviembre por si hay una segunda vuelta (ballotage), comprometiendo aún más las reservas del Banco Central y expoliando la economía del país con su endeudamiento haciéndonos pagar tasas de interés usurarias tanto por las Letras que emite el Central (ver “La ‘bomba’ de las Leliq y los plazos fijos”, hoy N° 1774), además de los bonos de la deuda pública y sus intereses que sigue renovando el Tesoro Nacional a tasas de interés muy superiores a las de cualquier otro país del mundo.
Tras la crisis de la “bicicleta financiera” de abril pasado, que trajo una nueva brutal devaluación de peso, el FMI habilitó al Tesoro a vender 60 millones de dólares diarios hasta fin de año con los recursos del Fondo y permitió al Banco Central que venda reservas para mantener al dólar dentro de la nueva “banda cambiaria” ajustando con las elevadas tasas de interés. Con esta “ayuda” del FMI el gobierno macrista ha logrado además que se renueve el ingreso de los dólares especulativos asegurando a los usureros que podrán tener dólares baratos cuando quieran llevarse los que hayan ingresado al país, junto a los suculentos intereses que prometen las usurarias tasas con que se sostiene la “bicicleta financiera”. A esto se suma ahora la autorización al Banco Central a comprometer aún más las reservas para que el dólar se mantenga con la “bicicleta”, permitiéndole que salga a vender dólares a futuro hasta 3.600 millones, en una ampliación sustancial de su monto que hasta ahora de sólo 1.000 millones de dólares.

El FMI y el gobierno macrista presentan esto como una suerte de “trinchera” para proteger a las reservas frente a la “ansiedad electoral” que para ellos sería la causa de la “volatilidad cambiaria”, como dicen para eludir la responsabilidad de su política de endeudamiento usurario del país que trae la destrucción del trabajo y la producción nacionales.

La venta de futuros ha demostrado que puede servir para prolongar la agonía de la falta estructural de dólares, como ocurrió al fin del período kirchnerista. Pero no resuelve el problema de fondo provocado por la estructura latifundista y dependiente de un país como el nuestro. Al contrario, lo agrava al comprometer aún más las escasas reservas genuinas sostenidas en un endeudamiento usurario que se aumenta con los intereses sobre intereses impagables.

Escribe Eugenio Gastiazoro

Hoy N° 1775 24/07/2019