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25 de junio de 2014

El gobierno norteamericano vuelve a intervenir directamente en Irak, enviando 300 “asesores militares” y fuerzas aéreas para ayudar al gobierno iraquí contra la insurrección suní que se ha apoderado de gran parte del país.

Nueva intervención armada de Estados Unidos en Irak

Sectores sunitas avanzan sobre Bagdad

Obama anunció este nuevo contingente descartando el despliegue de tropas de combate, pero también afirmó que sigue abierto a la posibilidad de incursionar en ataques militares “a petición del gobierno iraquí”. Un portaaviones estadounidense ya se encuentra en alerta en el Golfo, acompañado por otros buques de guerra capaces de lanzar misiles contra objetivos en tierra.

Obama anunció este nuevo contingente descartando el despliegue de tropas de combate, pero también afirmó que sigue abierto a la posibilidad de incursionar en ataques militares “a petición del gobierno iraquí”. Un portaaviones estadounidense ya se encuentra en alerta en el Golfo, acompañado por otros buques de guerra capaces de lanzar misiles contra objetivos en tierra.
Estados Unidos y sus aliados habían anunciado en el 2011 su retirada de Irak, después de la invasión del 2003.Invasión repudiada por inmensas movilizaciones en todo el mundo, que tenía como claro objetivo apoderarse del petróleo iraquí, y que dejó un saldo de millares de muertos y destrucción de la infraestructura civil.
Ahora, el gobierno de Irán también ofreció “colaboración” contra este levantamiento. En muchas notas periodísticas se llama la atención sobre esta coincidencia, después de años de amenazas, sanciones económicas y acciones de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN contra Irán.
El llamado ISIS, abreviatura en inglés del llamado Ejército islámico de Irak y Levante, ha avanzado rápidamente hacia Bagdad, lo cual sólo puede explicarse por la colaboración local de los dirigentes tribales, de la población sunita de la zona. Algunos dicen que todas las tribus sunitas de Irak están unidas en este levantamiento debido a las terribles condiciones de vida, de pobreza extrema, instaladas desde la ocupación yanqui, y con los gobiernos posteriores.
El ISIS es una fuerza con una concepción feudal del islam, que opera también en Siria y que es apoyada por Arabia Saudita y Kuwait. En el norte de Irak, en la zona kurda también tiene la colaboración de Turquía. Ambos amenazan la zona liberada kurda de Rujaba.
 
Antecedentes
1) La mayor resistencia a la invasión norteamericana del 2003 estuvo en la zona próxima a Bagdad, principalmente en Faluya, ciudad de composición obrera, ciudad mártir destruida por los bombardeos, con un enorme número de muertos. En el sur, resistieron la invasión las milicias chiítas dirigidas por Moqtada al Sadr, el llamado ejército Medhi, sin coordinación con las fuerzas sunitas ni con el ejército iraquí antes de que éste fuera derrotado. Luego aceptaron cesar las acciones cuando fue nombrado un gobierno provisional con predominio chiita.
2) A lo largo de la historia las guerras que aparecen como basadas en disputas religiosas obedecen en realidad a conflictos políticos, económicos y sociales.
El Islam, religión mayoritaria en muchos países de África y Asia, tiene dos ramas principales, los sunitas y chiítas, Los sunitas son mayoría en el mundo musulmán pero los chiítas son mayoría en Irak, principalmente en el sur, y son ampliamente mayoritarios en Irán. En Irak tanto la población árabe de la zona central, como la población kurda del norte, es sunita.
Antes de la invasión norteamericana el gobierno de Irak era laico e integraba representantes de las diversas zonas y religiones. Pero, de hecho, los árabes sunitas dominaron a Irak bajo Saddam Hussein y la zona árabe chiita del sur era la zona más pobre. 
3) Los países árabes de Medio Oriente estuvieron ocupados por el Imperio otomano (Turquía actual) durante varios siglos. Después de la derrota del imperio Otomano en la primera guerra mundial, tanto Inglaterra como Francia fijaron las fronteras de los actuales países árabes e intentaron mantener su dominio imperialista en esos países. Fronteras que, como ocurre también en muchos países de África, no están basadas en características locales. 
 
El actual gobierno iraquí
El primer ministro Nouri al-Maliki, sobre el que pesan graves acusaciones de corrupción, es chiita. Ha sido ampliamente  criticado por la profundización de la división sectaria de Irak y las medidas de “seguridad “contra los sunitas. El gobierno de Obama primero condicionó la ayuda a su renuncia, pero luego esto fue descartado. El presidente iraní, Hassan Rouhani, dijo que Irán “no dudará” en proteger los lugares sagrados chiítas en Irak que se vean amenazados por extremistas sunitas. Arabia saudita declaró que las potencias extranjeras “no deberían intervenir en el conflicto”.
Miles de milicianos chiitas dirigidos por el clérigo Moqtada al Sadr, el llamado ejército Mehdi, desfilaron por Bagdad, en una demostración de fuerza contra el avance del ISIS.
El gobierno de Obama declaró que sigue abierto a la cooperación con Irán para detener el avance de las milicias, un tema que ya fue discutido entre ambos países en el marco de las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán. 
 Según el New York Times, “un alto funcionario del gobierno” dijo que la potencial campaña de bombardeos estadounidenses “podría extenderse a la vecina Siria”. El secretario de Estado John Kerry visitará Medio Oriente y Europa este fin de semana para dialogar con aliados de Estados Unidos. Mientras tanto, las tropas iraquíes se concentran al norte de Bagdad para una posible ofensiva para retomar las ciudades capturadas por militantes suníes.
En síntesis, el conflicto de Siria, que comenzó con la represión por el gobierno de Assad a un levantamiento democrático popular con las características de la llamada “primavera árabe”, y derivó en una guerra civil con la intervención directa o indirecta de grandes potencias y de potencias locales, se comienza a extender regionalmente. Todas las potencias, incluidas las regionales, estimulan y aprovechan las divisiones religiosas a su favor. 
Irán y Estados Unidos coinciden en este momento en evitar la fractura de Irak y el avance del ISIS. Pero, tanto las soluciones inmediatas como los intereses a largo plazo son diferentes. Irán quiere defender el poder regional de los chiítas y Estados Unidos, que propone un gobierno “más inclusivo” en Irak, quiere mantener sus intereses petroleros y disputa el control estratégico de la región, en la que Rusia apoya abiertamente al gobierno sirio. n