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03 de febrero de 2016

La clase obrera y los sectores populares necesitan retomar la iniciativa política en el mes de febrero.

Nuevos desafíos para el movimiento obrero

Frente a la herencia kirchnerista y el ajuste macrista

 
Frente a una herencia brutal de la política de inflación y entrega de Cristina, y la continuidad del ajuste por parte de la política del gobierno de Macri y su disposición a seguir criminalizando la protesta social, la clase obrera y el pueblo necesitan retomar la iniciativa política.

 
Frente a una herencia brutal de la política de inflación y entrega de Cristina, y la continuidad del ajuste por parte de la política del gobierno de Macri y su disposición a seguir criminalizando la protesta social, la clase obrera y el pueblo necesitan retomar la iniciativa política.
La represión a los trabajadores de Cresta Roja y el encarcelamiento a Milagro Salas por “incitación al tumulto” muestran que el macrismo busca poner este eje para parar las luchas. Quieren mezclar jerarcas kirchneristas con luchadores y ensuciar a los luchadores. Nosotros repudiamos esa detención pero no vamos a andar del brazo de Moreno, D’Elía, etc., etc., que no estuvieron a nuestro lado cuando nos mataron 20 compañeros, judicializaron más de 5.000 compañeros y metieron la ley antiterrorista.
 
Continúan las luchas
Las luchas en curso contra despidos, suspensiones y cierres, en privados como Cresta Roja y Siderca, y en el Estado nacional, provincias y municipios, van logrando triunfos parciales en Quilmes, Echeverría, Campana, Santa Rosa y Río Negro. La lucha por el plus de fin de año obtuvo triunfos resonantes, pero fue desigual; en algunas ramas y en sectores estatales se retrocedió.
Nada es fácil. La clase obrera votó dividida y el hartazgo con Cristina ganó por poca diferencia. Hay profundos debates políticos en todas partes: algunos plantean “darle tiempo” y otros “tensar con todo para que se pudra en marzo”. Ni una cosa ni la otra. Dando tiempo, dejamos la iniciativa en manos de Macri; empujando el “fuera Macri” para marzo, en vez de unir lo que está dividido abajo, vamos a la cola del juego kirchnerista.
El macrismo tiene muchísimos problemas para avanzar; la disputa en el bloque de las clases dominantes por la hegemonía es muy aguda. El camino es retomar la iniciativa política en forma independiente de los distintos sectores de las clases dominantes.
Estamos frente a un gobierno de burguesía intermediaria con distintos componentes que el de Cristina Fernández, pero siempre con la misma premisa: se sale con inversión externa, y que la herencia de Cristina la paguen los trabajadores y el pueblo. Sigue y profundiza el ajuste: el shock no es contra la inflación, para eso es “gradualista”; el shock es devaluación, despidos, nada de reforma monetaria ni fortalecimiento de la moneda nacional, es seguir pagando deuda ilegítima y usuraria, arreglar con los fondos buitres, monitoreo del FMI, más endeudamiento para darle los dólares a Tecpetrol, PAE e YPF SA.
Pero la dinámica contradictoria del desarrollo de la crisis mundial del sistema capitalista imperialista y la disputa interimperialista, han generado caída de precios de comodities como la soja, y principalmente del petróleo. Esto lo explicamos en el documento de nuestros compañeros petroleros (ver hoy 1601). Las contradicciones se tensaron. Pluspetrol (Paolo Rocca), exportadora de petróleo desde Argentina, despide junto a PAE e YPF, y extorsionan al pueblo argentino; quieren que el Estado cubra la diferencia entre el precio internacional del barril, alrededor de 30 dólares, hasta llegar a 63 dólares. El gobierno de Cristina Fernández ya venía pagando un subsidio a las empresas petroleras. Ahora con Macri, serán 6.000 millones de dólares al año, a $14 el dólar, son 74.000 millones de pesos del Presupuesto nacional. Con esta plata ¿cuántas casas nuevas se podrían hacer, cuánto se podría destinar a los 12 millones de pobres, o para el 82% móvil, o para cubrir la supresión del IVA a la canasta básica?
Los obreros petroleros tienen suspensiones masivas y despidos por goteo (jubilaciones anticipadas, arreglos, etc.). Ahora se va a despidos masivos: así amenaza Pluspetrol, en su disputa con Macri por si éste importa chapa de acero para automóviles desde China. Los trabajadores petroleros han respondido masivamente con la lucha: ningún despido ni suspensión. Y la clase obrera debe decir “somos todos petroleros”.
Con la lucha debemos parar todos los despidos en los privados y particularmente en el Estado. Aquí está el quid de la cuestión: si vamos a retomar la iniciativa como clase, parar los despidos y las suspensiones y pelear por recuperar la renta petrolera. Hay que estatizar las operadoras: bajo ningún concepto podemos seguir subsidiando a seis operadoras para ceder al chantaje de los despidos.
En Bolivia no se fueron cuando el gobierno de Evo Morales recuperó lo principal de la renta petrolera. Tenemos todos los argumentos de nuestro lado, porque si el gobierno “quiere corregir los desastres” de Cristina Fernández con los subsidios a la electricidad que golpea centralmente a los sectores medios, ¿por qué no corrige lo de las petroleras que es brutal? El tarifazo a la electricidad aumenta la inflación y los costos del pequeño y mediano comerciante e industrial, con lo cual habrá nuevos aumentos de precios.
 
Paritarias: una gran pulseada
Estamos en el comienzo de una gran pulseada en paritarias: ¿vamos por 35% de aumento o se va a 20-25% como quiere Macri? Hay dirigentes sindicales petroleros que levantan el programa de las patronales y acompañan al gobernador Das Neves. Los bancarios consiguieron un piso del 32,7%, y enfrentan los despidos.
La lucha de los trabajadores petroleros va a seguir, aunque pueda haber algún acuerdo transitorio, pues el problema de fondo seguirá estando. Nuestra iniciativa política debemos llevarla a la reunión del Consejo Directivo de la CTA Autónoma del 4 de febrero, y al Plenario de Desocupados de la CCC del 6 y 7 de febrero en Cafayate, Salta, para desde a allí lanzar un gran movimiento de frente único para: parar los despidos y suspensiones, recuperar la renta petrolera, por 35% de aumento en paritarias, un sueldo mínimo de $23.000, el 82% móvil, la universalización del subsidio a la niñez, medidas diferenciadas para los pequeños y medianos chacareros, garantizar la verdadera política a favor del campesinado pobre y los originarios, repudio al monitoreo del FMI y al pago a los buitres. Contra la criminalización de la protesta, y por el esclarecimiento de los crímenes por la protesta social durante el gobierno de Cristina Fernández, y porque se pudran en la cárcel los narcos y los corruptos que se robaron todo. 
Debemos llevar estas propuestas a todas las centrales de trabajadores, a toda la Multisectorial, a diputados y senadores nacionales y provinciales, y sobre todo discutir en cada sección de fábrica de los centros de concentración, en cada lugar de trabajadores estatales y privados, y en las escuelas para garantizar las paritarias docentes. Esto exige librar una profunda lucha política para aislar los traidores propatronales y atraer los compañeros que quieren dar tiempo. La clave son los convenios de aceiteros, y particularmente los docentes, en el marco de una gran iniciativa política de la clase obrera y el conjunto del pueblo.