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03 de octubre de 2010

Entrevista realizada por nuestro corresponsal el día que fue herido de bala el trabajador Diego Algañaraz, frente a la sede del SOIP.

Obreras que pelean por sus derechos

Trabajadoras del pescado de Mar del Plata saludan al Encuentro

—¿Qué sentís como trabajadora y como mujer?

Manuela: Como obrera, siento impotencia. No puede ser que tengamos que andar pidiendo por favor y movilizarte día y noche para que te registren efectiva. Muchas mujeres del Pescado estamos solas: quedamos viudas, o solteras, separadas o madres solteras, y dependemos de nuestro trabajo. Siento un gran dolor por lo que sucedió hoy con este muchacho de 23 años. Para nosotros, una vida no tiene precio; para ellos no vale nada. Seguro que el culpable ya está afuera. Es una desgracia para la familia y la madre, que también es filetera. No puedo creer que el intendente no aparezca. Cuando están robando, los vecinos llaman a la policía y no viene, y ahora que estamos en la calle y somos todos obreros tenés policía por todos lados.

Esto se soluciona con una decisión política firme y contundente, y nadie quiere pagar un precio. Ellos están sucios porque todos comen y viven de la Pesca en Mar del Plata. Son todos responsables. No es la primera vez que salimos, estuvo el barcazo del ‘97, que fuimos a Buenos Aires. No se puede tapar el sol con un dedo. Somos más de 10.000 trabajadores, 3.000 efectivos y el resto en negro. Yo peleo el futuro de mis hijos, que puedan elegir. Estoy en el gremio porque me gusta, me gusta estar en la mesa, me gusta cortar el pescado, estar ahí. Hice otras cosas, pero esto es lo que quiero.

 

—Se van a encontrar miles de mujeres en el Encuentro Nacional, ¿qué les dirías a todas?

Manuela: No me gusta dar consejos, porque te podés equivocar. Yo siempre me digo cuando me levanto: tengo dos manos y dos piernas, y hay que pelear cada día. Me arriesgo y no me quedo quieta, si me sale bien, mejor. Para una mamá no es fácil estar en la lucha, aunque sea el futuro de ellos; a veces no lo entienden, porque no nos ven en la casa en todo el día. No puedo, les digo, tengo que estar con mis compañeros, porque uno suma. Cuando les preguntan, dicen “mi mamá está en el piquete reclamando sus derechos”. Ellos saben, pero a su vez quieren que esté.

 

Nora: También siento mucha bronca y rabia… Las autoridades no dan la cara, se esconden como si se burlaran de nosotros. Tenemos que estar pidiendo lo que nos corresponde de tantos años de lucha y de esclavitud que hemos tenido. Soy una mamá que he dejado a mis hijos horas y horas solos. Las necesidades son muchísimas, en el lugar de trabajo, en la casa, en todos lados, y lo único que pedimos es que tengamos trabajo. ¡Nada! Siempre se nos ve como negros, como si fuéramos esclavos. Y acá estamos y vamos a seguir hasta que esto termine, que va a terminar bien.

 

—Son muchas las mujeres que están participando en esta heroica lucha ¿Cómo ven la situación?

Rosa: La situación es difícil porque esto viene de arrastre. Esta vez es más fuerte que nunca. Ayer, las mujeres del Pescado tuvieron que tomar medidas y llevar a los golpes al secretario general del SOIP, Salas, ya que él siempre nos ignoró, siempre escondiéndose de todos nosotros. Era hora que recibiera su merecido, porque esto nos afecta, nos lastima en todo, porque lo que queremos es trabajo digno, salario familiar, vacaciones, jubilación. Ahora hay un compañero herido. El represor es un empresario que ya había dicho que iba a disparar contra el primero que se acercara a la puerta del frigorífico.

La responsabilidad de esta situación es del gobierno que hace oídos sordos, ellos están para cosas “más importantes”, como es viajar y pasear a esta señora por todo el mundo. Por eso, para las elecciones del 28 de octubre, las mujeres y los trabajadores del pescado proponemos votar la 161/75 contra los que entregan nuestra pesca, por el blanqueo, la efectividad, y salario igual a la canasta familiar. Votar la 161/75, la boleta negra contra el trabajo en negro.

Ahora estamos viendo cómo podemos hacer para poder viajar al Encuentro. Este año muchas de las mujeres del Pescado no vamos a poder ir ya que no tenemos trabajo, pero queremos que las compañeras se enteren de nuestra lucha acá en Mar del Plata.

Un mensaje para todas las compañeras que se van a reunir en Córdoba para este Encuentro Nacional: seguir peleando por los derechos del trabajador y de las mujeres trabajadoras.