Al cumplirse los cien días establecidos en el acta del 1º de agosto firmada al terminar el bloqueo de 14 días del puerto, y viendo que ninguno de los 4 puntos se han cumplido, la asamblea de los trabajadores en lucha del SOIP resolvió convocar a un paro de 36 horas y una marcha “al poder político”.
Luego de recorrer durante varios días las fábricas convocando a los obreros, las escuelas y los comercios, el viernes 9 se inició el paro.
A pesar de la intimidación policial y de la prefectura –un número muy grande prácticamente militarizó el Puerto– y de rumores intencionales acerca de la llegada de “grupos violentos” a Mar del Plata, el paro fue prácticamente total. A las 10 hs. y bajo una intensa lluvia y viento, cerca de 300 compañeros, con el cartel del SOIP al frente, banderas argentinas, bombos y redoblantes, comenzó la marcha de 60 cuadras, seguida por una enorme cantidad de efectivos y móviles policiales.
La marcha se detuvo primero frente a la Cámara de la Industria Pesquera, repudiando a los empresarios explotadores y negreros. Allí se produjeron choques con efectivos policiales, que en defensa de esos empresarios arrojaron balas de goma y gases que fueron enfrentados valerosamente por las obreras y obreros.
Luego, la marcha se detuvo frente a las oficinas donde “funcionan” los dirigentes traidores Salas y Verón, tras haber prácticamente huido del SOIP. A las 11, la marcha llegó a Luro e Independencia, donde varias organizaciones sociales, entre ellas la CCC, Atahualpa, compañeros jubilados y otros, se sumaron a la misma que, finalmente llegó a la Municipalidad.
Un grupo de más de 20 compañeros irrumpió y ocupó el Concejo Deliberante. Al aparecer en el balcón y colgar el cartel del SOIP (roto en la refriega frente a las Cámaras), un enorme saludo los recibió abajo. Finalmente, venciendo el vallado policial y la casi ocupación de la Guardia de Infantería, cerca de 80 compañeros se instalaron en el recinto.
Un hecho extraordinario
Escribió con alarma el diario La Capital, “Un grave hecho con pocos antecedentes en nuestra ciudad”. Pero lo que se produjo fue un hecho extraordinario: decenas de obreros sentados en los sillones y parados en el recinto, deliberaron y resolvieron en asamblea cada paso a seguir. Por una vez convirtieron al Concejo Deliberante en honorable, obligando a presentarse a escuchar a los trabajadores a todos los presidentes de bloques y al saliente intendente Katz.
La solidaridad fue grande: trabajadores municipales y otros sectores acercaron con una soga hasta el balcón agua, comida y notas de aliento.
Finalmente, todos los bloques aceptaron elevar al Ministerio de Trabajo de la Nación y al subsecretario de Pesca, Nieto, un petitorio con 8 puntos que exige: reincorporación de todos los despedidos; pago de la garantía horaria; eliminación de las “cooperativas”; inmediato registro con el Convenio 161/75; condonación de la deuda previsional; aplicación del art. 26 de la Ley Federal de Pesca; y la anulación de toda represalia judicial.
Luego de pasar la noche en el Concejo, el sábado a las 12, hora en que finalizaba el paro de 36 horas, los obreros se retiraron y fueron recibidos y abrazados por todos. Asimismo se aprobó un paro y movilización para el miércoles 14, día de la reunión con las autoridades nacionales.
Como dijo poco después un obrero en el programa Marejada, las voces del pueblo que se emite por FM La Azotea: “la lucha la vamos a seguir, porque es justa, es para nosotros, para nuestros padres y para nuestros hijos”.
02 de octubre de 2010