En Gran Bretaña hicieron punta de lanza las y los ferroviarios, que protagonizaron la huelga más importante en los últimos 30 años. Más de 40 mil trabajadores paralizaron todas las redes ferroviarias y el metro de Londres reclamando aumento salarial, cuando las proyecciones del Banco de Inglaterra dicen que la inflación podría llegar al 11%.
A los ferroviarios se sumaron los maestros, los médicos y trabajadores de la salud, los trabajadores del servicio de limpieza e inclusive abogados. El reclamo en las calles, que vienen reproduciendo algunos líderes sindicales, pasa centralmente por el aumento de combustibles, ya que muchos ingleses viven lejos de sus lugares de trabajo y han aumentado mucho sus gastos, tanto si se trasladan en automóvil como si lo hacen en tren, que denuncian que son “los más caros del mundo”.
En Alemania pararon recientemente por 24 horas los trabajadores de los mayores puertos marítimos del país, en el mar del Norte. Participaron varios miles de empleados de los puertos de Emden, Bremerhaven, Bremen, Brake, Wilhemshaven y Hamburgo.
En Hamburgo en el paro, cuyo reclamo principal es el aumento de salarios, también se realizó una masiva movilización, con 3.000 trabajadores que marcharon desde el puerto al centro de la ciudad. Plantearon que no aceptan la “provocación” de la oferta de la Asociación Central de Empresas Portuarias. Sociedades Portuarias Alemanas (ZDS), que ofrecía “un ridículo 3,2 por ciento (2022) y 2,8 por ciento (2023) y 600 euros pago único”. Eso es menos del 50 por ciento de la cantidad requerida y muy por debajo de la tasa de inflación.
En los puertos, junto a los trabajadores “de salarios altos”, como los llama la prensa, conductores de equipos grandes como furgonetas y grúas, y capataces que realizan el trabajo pesado y peligroso de asegurar y soltar contenedores en los barcos, pararon los estibadores.
En Bruselas, capital de Bélgica, una masiva huelga paralizó el aeropuerto Bruselas-Zaventem de manera total durante 24 horas. Participó el personal de seguridad, de equipajes y de despacho. En este caso, además de lo salarial, el reclamo es por la falta de personal, en momentos en que, por el verano y por la disminución de la pandemia, los vuelos han aumentado a los niveles previos al 2020.
En España, empleadas y empleados de distintas líneas aéreas como Ryanair y EasyJet están realizando paros y movilizaciones en distintos aeropuertos como El Prat, Málaga y Palma de Mallorca. El sindicato de Ryanair, una low cost, plantea que la empresa trata
a los empleados como “trabajadores de tercera” y el de EasyJet pretende desbloquear la negociación del Convenio colectivo para los tripulantes y equipararse con la situación de los empleados en otras bases europeas.
Hoy N° 1920 06/07/2022