“El relato se corta cuando hay 500 mil trabajadores menos. Es un dato muy fuerte y el impacto en la zona es muy grande por la cantidad de despidos y suspensiones en la industria automotriz, en la construcción, en la situación de los trabajadores de la carne”, arranca Pablo para abordar la situación alarmante hoy en varias fábricas. “Hay una situación muy complicada y no se abren puestos de trabajo con esta política. Todo lo contrario, se van cerrando”, agrega Ramón Bogado.
Respecto al dato de los 500 mil despidos, asegura Pablo, “no hay un registro de cuántos son los trabajadores en negro o en la construcción, por ejemplo, que hoy vuelven a tener nada”.
Las automotrices, las más castigadas de la zona
“En la zona estamos atentos a lo que suceda en Ford, Volkswagen, donde están esperando a ver cómo terminan en diciembre, hasta dónde se van a mantener las suspensiones y la estabilidad de algunos turnos”, explica Bogado.
“Pero hay despidos en fábricas como Gestamp, Metal SA (autopartista que está en la UOM), que prácticamente cerró un turno, después está la situación de Paty (frigorífico), de Dana (de distribución y logística).
En Gestamp, una fábrica con 350 trabajadores -donde se hacen las chapas para Ford, Volkswagen, Toyota, Mercedes Benz, Peugeot-, arrancan con 167 despidos. Ya venían con suspensiones, mucha discusión, hubo asambleas, muchas veces los compañeros ganaron con el 75% para quedarse dentro de la fábrica. Había núcleos del FIT que planteaban “dentro de la fábrica no”, les ganaban las asambleas, mucha discusión, hasta que llamaron a los compañeros de Terrabusi para ver cómo hacían porque tenían mucho debate. Hasta que once compañeros se suben a las grúas -de unos treinta metros de altura- y paran toda la producción. Fue nefasto el papel de Pignanelli que se alía con la empresa que suspende a todos los trabajadores, estos compañeros están tres días con la fábrica tomada.
Esta lucha repercutió en todas las automotrices porque Ford se quedó sin chapa para las carrocerías (porque trabajan con el sistema just in time), también Volkswagen, lo mismo Peugeot. Y estuvo al borde Toyota, que es una de las empresas que está trabajando porque está exportando mucho hacia Egipto, Medio Oriente, de acá están llevando la Hiluk.”
Suspensiones y despidos encubiertos en Volkswagen
“Desde el año pasado había discusión con los compañeros, porque en la industria había una producción muy grande con una superexplotación tremenda que se agudizó a principio de este año”, enmarca Bogado.
“Pero en enero empieza Volkswagen con las suspensiones: hay despidos encubiertos sobre la base de compañeros faltadores y en el medio de esa excusa empieza a caer cualquiera. Despiden a unos 200 cuando vuelven de las vacaciones en enero, ahí es cuando comienza a complicarse en Volkswagen.
“Hoy tenés suspensiones lunes y viernes y han llegado a suspender hasta dos semanas ahí. Se comenta que en Volkswagen estarían aguantando hasta fin de año el turno noche con Repro que está dando el gobierno, porque ha habido conflicto en toda la zona de la Panamericana.
Ford no arrancó con suspensiones pero bajó la producción 70 unidades por día. Están con arreglos con el sindicato también, sobre la base de adelantar las vacaciones para diciembre”.
La vigencia de las enseñanzas de Kraft
Pablo señala que lo que está en debate “es la situación en estas fábricas que de alguna manera se han plantado, que han tomado la decisión de quedarse, de no retroceder, de no regalar conquistas ni perder su puesto de trabajo. En ese sentido, nosotros rescatamos lo que dijo María Rosario en el acto del 20 aniversario de la CCC: “Nosotros no tenemos nada que perder, pero si perdemos nuestro puesto de trabajo perdemos todo”. Ese mensaje tiene mucha fuerza para nuestros compañeros. Primero es la decisión de plantarse, segundo, cómo: si es adentro o afuera de la fábrica.
“En ese sentido tiene mucha repercusión la lucha del 2009 en Kraft” prosigue Pablo y explica: “porque hubo contagio, por lo menos en los jóvenes -que los ves en la Panamericana peleando, que los ves en los puestos de trabajo-, con el debate entorno a los despidos: que la lucha es adentro, tomar la fábrica y hacer girar toda la zona alrededor de la fábrica y no irnos a 30 kilómetros y sin los compañeros… ahí está la diferencia con el 2009.”
Agrega Bogado: “Hay luchas hoy que son un paso adelante, como Emfer: quedaron adentro de la planta, no se han ido. Cortaban la General Paz, peleaban mucho con la policía, retrocedían y se metían a la fábrica. Es una pelea, porque el gobierno trata de que eso se vaya desangrando porque el problema ahora es si les van a dar trabajo o no, si van a venir los chinos. Y los trabajadores quieren hacer ellos los trenes. Esa es otra pelea”.
Quedarse adentro para poder producir
Bogado plantea: “En Lear, desde el mes de mayo que vienen con suspensiones y terminan 330 en la calle. Ahí tenía algo el PTS, la gente quería quedarse dentro de la fábrica, ellos tenían la idea de salir porque ‘no es legal’ quedarse. Son totalmente legalistas. Entonces la gente se cansa con tanta vuelta y terminó negociando el sindicato. La mitad arregló, la otra está en juicio y quedan muy pocos ahí.
“Hoy va el FIT, van todos, a hacer propaganda para las elecciones pero no están los obreros, los que están, están trabajando, los otros están esperando cobrar… Es lamentable cómo terminan esas luchas. Por eso tiene validez el 2009: los del PTS discutieron mucho con nosotros el tema del acta, donde se recuperaba algunos compañeros y se peleaba por la reincorporación de los demás.
“Estamos hablando de 167 en Gestamp, 330 en Lear, y ahora los de Donneley cerraron la ex Atlántida, 480 compañeros están ahí viendo si van a ser cooperativa o no. Porque también el gobierno los lleva a un desgaste que ‘sí te la doy’, que ‘no te la doy’ y van quedando muy pocos compañeros para poder producir”.
En la alimentación
Si bien en la Alimentación este año consiguieron mejores porcentajes (37%) en paritarias que otros sectores, Bogado señala que la situación de despidos y suspensiones que golpea a la zona genera mucha discusión porque en particular en este sector los están “comiendo por tajadas”. “Acaban de venderle toda la producción de pastas a Molinos Río de La Plata, que es Pérez Companc. Los fideos son uno de los negocios más grandes que hay hoy en la Argentina: pasan a tener Matarazzo, Luchetti, Don Vicente, Terrabusi y Canale. Estamos hablando de 80 compañeros que están en el aire en la fábrica que tenemos en la planta. Nosotros planteamos asamblea para defender los puestos de trabajo, que se queden dentro de planta, que no se saquen las máquinas. Acaban de vender Vizolini -también de la Kraft, que está en Tres Arroyos- a Molinos: son 250 trabajadores. Ellos dicen que van a respetar a esos trabajadores.
“Ante este panorama nosotros nos vamos preparando porque la cosa viene muy difícil. Hoy ¿quién compra una galletita Variedad que cuesta 30 pesos? La línea de las Express está parada porque un pack de tres cuesta 20 pesos. Hay una situación muy complicada.
“Nosotros conversamos con los compañeros: prepararnos para las asambleas y con nuestra agrupación, tratar de enfrentar a los yanquis adentro de la fábrica. En estos momentos están adelantando vacaciones, así que este achique lo están estirando para el año que viene. Hoy la pelea es: recomposición de lo perdido en paritarias, porque si bien la alimentación tuvo una buena paritaria (con el 37%) la inflación se fue a más del 40. Hay otros gremios que están peores, que han sacado el 28%, han perdido muchos puestos. Nosotros tenemos que seguir el camino de los petroleros, que han conseguido que la empresa se haga cargo del impuesto a las ganancias porque es mucha la plata que le sacan. En Terrabusi, en el turno noche les están sacando 2.800 pesos de impuesto a las ganancias que se lo lleva el gobierno. Compañeros que trabajan horas extra para recomponer su situación. Además de la recomposición en paritarias, exigir un bono de 4.000 o 5.000 pesos para poder pasar las fiestas”.
Para concluir, Pablo agrega una información sobre la lucha del 2009: “Nosotros estamos muy contentos porque en Kraft se ha logrado reincorporar un despedido más. Nos pone muy contentos por lo justo que fue esa lucha, porque lo que implicaba un plan de ajuste de 750 trabajadores. De hecho, estamos a cuatro años donde seguimos dando la pelea por reingresar… Pero hoy son menos de 2.000 compañeros dentro de la fábrica cuando éramos más de 3.000 en 2009. En eso está la justeza de lo que peleamos nosotros en 2009. Hoy tanto el sindicato como la interna hacen pasar los planes de ajuste de la empresa: la venta de las pastas, los ajustes y parate de líneas y pequeñas conquistas que se están perdiendo; por ejemplo, quieren sacar el predio deportivo de la fábrica: el gimnasio, la cancha de fútbol, la parrilla, lo mismo el HQ (que es el sector de gerencia)”.