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12 de septiembre de 2018

Crónicas proletarias N° 322

Origen del chispismo (2)

En el III Congreso del Partido Comunista —realizado a partir del 24 de abril de 1920—, la corriente izquierdista dentro del partido que derivaría en la ruptura conocida como los “chispistas”, por su periódico La Chispa, fue mayoritaria. Referimos en la columna anterior la discusión alrededor de la necesidad o no de un “programa mínimo” entre estos izquierdistas que planteaban que había que poner en primer plano la lucha por la revolución, y la corriente de Victorio Codovilla, Rodolfo Ghioldi y José Penelón.
En la corriente de izquierda, refiere Otto Vargas en el Tomo 2 de El marxismo y la revolución argentina, militaban “Angélica Mendoza, dirigente muy prestigiada en el Partido, gran agitadora, oradora brillante; Rafael Greco, obrero metalúrgico, dirigente del Sindicato de Metalúrgicos, uno de los gremios más importantes que dirigió el PC en la década del 20; Romeo Gentile, también metalúrgico; Mateo Fossa, obrero de la madera; Teófilo González, del calzado; Alberto Astudillo, arquitecto; Cayetano Oriolo, chofer; Modesto Fernández, gráfico; Miguel Contreras, obrero tapicero, y Salvador Loiácono”.
Estas corrientes, en este Congreso, se mantuvieron unidas frente a una corriente denominada “centrista”, encabezada por Alberto Palcos, que interpretó la postura de la Internacional Comunista favorable a buscar acuerdos con los socialistas de la Segunda Internacional, como la posibilidad de volver a las filas del Partido Socialista, o unificar orgánicamente el PC y el PS.
El enfrentamiento entre “verbalistas revolucionarios”, como denominó a la corriente izquierdista el sector del PC de Penelón, Grosso, Ghioldi y Codovilla, y éstos, siguió durante el Congreso extraordinario que aprobó las 21 Condiciones puestas para el ingreso a la Internacional Comunista. Para ubicar en contexto, ese 3° Congreso “resolvió la solidaridad con el régimen soviético, la protesta frente al terror blanco en Europa y se pronunció contra la intervención yanqui en México”.
El IV° Congreso del PC, de 1922, tuvo como centro el debate con los “frentistas”, y, dice Vargas “se mantuvo la corriente izquierdista. Sus integrantes hicieron frente único con la corriente de Penelón, Ghioldi y Codovilla contra la derecha y, como reconoce el Esbozo…, se fortalecieron porque la polémica con los ‘frentistas’, liquidacionistas del Partido, pareció darles argumentos a favor de su línea de izquierda”. La polémica se profundizaría en los años siguientes, hasta estallar en 1925.

Hoy N° 1734 12/09/2018