Tras la constitución del “Comité Pro-defensa de la resolución del Congreso Extraordinario” del Partido Socialista, a mediados de 1917, se precipitó la ruptura del mismo, que dio origen al Partido Socialista Internacional, en un congreso realizado el 5 y 6 de enero de 1918, en el salón “XX de septiembre”, en la ciudad de Buenos Aires. En aquel “Congreso extraordinario” un conjunto de militantes impuso a la dirección del PS una resolución de condena de la guerra interimperialista en curso, en contra de tomar posición por cualquiera de los bandos. La dirección del PS –fundamentalmente anti alemana y pro inglesa– maniobró y terminó expulsando al “Comité pro-defensa…”.
El periódico La Internacional, desde agosto de 1917 expresaba al sector internacionalista. En su número del 25/12/1917, publicó, bajo el título “Congreso nacional de expulsados del Partido Socialista”, los fundamentos de la convocatoria y el orden del día del congreso fundador del PSI. El congreso lo convocó el “Comité de relaciones de los centros disueltos y minorías expulsadas”. Estos centros disueltos por la dirección del PS eran de los barrios porteños de Nueva Pompeya Norte, San Bernardo, Villa Ortúzar, Maldonado, la Agrupación Gráfica y los de Ituzaingó, Lomas de Zamora y Lincoln. A la convocatoria se sumaban varios centros nuevos.
Entre los fundamentos de la convocatoria al Congreso leemos: “La necesidad de determinar nuestra línea de conducta colectiva frente a la situación que nos crea nuestra expulsión del partido…”, “la conveniencia de dejar clara constancia de nuestra solidaridad socialista contra la guerra y por la paz, frente a los resultados del voto general aprobando la actitud de los parlamentarios [que mocionaron la ruptura de relaciones con Alemania], violatoria de la disciplina, de las resoluciones de un Congreso, de la doctrina y los principios fundamentales del socialismo internacional”. Luego la Convocatoria detalla la disputa con la dirección del PS, a la que acusa de estar confundida “con las fracciones burguesas y haciendo su juego”, y afirma que el Congreso debe resolver si va a constituir “una sección de la Internacional Socialista en la República, que mantenga los principios fundamentales del socialismo contra la guerra, contra la colaboración de clases y a favor de la lucha emancipadora del proletariado contra la clase capitalista”.
El Congreso de Expulsados planteó en su convocatoria dos cuestiones de mucho peso en el desarrollo del naciente Partido Comunista y que veremos en otras columnas: reafirmó la declaración de principios del PS de 1898, y la organización en centros socialistas territoriales.
