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14 de enero de 2015

Origen del Partido Comunista (3)

Crónicas proletarias

Otto Vargas, en el tomo 1 de El marxismo y la revolución argentina, distingue varios afluentes en el origen del Partido Socialista Internacional, que se fundó el 6 de enero de 1918 y cambió su nombre por Partido Comunista en 1920. Retoma Vargas las investigaciones de José Ratzer en El movimiento socialista en Argentina.

Otto Vargas, en el tomo 1 de El marxismo y la revolución argentina, distingue varios afluentes en el origen del Partido Socialista Internacional, que se fundó el 6 de enero de 1918 y cambió su nombre por Partido Comunista en 1920. Retoma Vargas las investigaciones de José Ratzer en El movimiento socialista en Argentina.
Una de las principales corrientes impulsoras del nuevo partido fueron los jóvenes socialistas, cuya Federación de Juventudes Socialistas realizó un congreso extraordinario “y reconoció como único partido socialista al Partido Socialista Internacional”. En la juventud tenían peso dirigentes como Rodolfo Ghioldi y Vittorio Codovilla. Sus dirigentes máximos “que integraron el Comité Ejecutivo del partido, fueron José Penelón y Juan Ferlini”. “A esta corriente se sumó Luis Emilio Recabarren, dirigente –durante su breve tránsito por el país– de la Federación Gráfica Bonaerense”, dice Vargas. 
Otro afluente fueron algunos dirigentes de la corriente marxista de 1890. “Al parecer, casi todos ellos adhieren al nuevo partido entre 1917 y 1920, salvo Carlos Mauli, que se incorporó junto a los llamados ‘terceristas’ luego del congreso realizado por éstos en febrero de 1921”.
Formaron parte del grupo fundador del PSI también varios dirigentes y militantes sindicales, quienes habían integrado el Comité de Propaganda Gremial, que jugó un papel destacado en la organización de varios gremios desde mediados de la década del 10. 
Otra corriente con un papel importante fueron los llamados “centristas” (Palcos, Pascali, Cartey, entre otros), que tuvo una actitud conciliadora con la dirección del PS en un principio, con la “esperanza” de corregir el rumbo en el viejo partido. Parte de ellos volvió al PS al poco tiempo.
“A partir de 1920 creció en el Partido Socialista una corriente que reclamó la adhesión del Partido Socialista a la Tercera Internacional por lo que fue llamada “tercerista”. Organizaron el grupo “Claridad” y editaron un órgano propio. Fueron parte de un fenómeno mundial posterior a la creación de la Tercera Internacional. Su líder principal era Enrique del Valle Iberlucea… Constituyeron un grupo heterogéneo, con elementos consecuentes y muchos vacilantes y oportunistas ‘arrastrados a la izquierda por el movimiento de masas’”, y se incorporaron al PC en febrero de 1921.  Además, participaron de manera individual numerosos inmigrantes socialistas, marxistas y anarquistas. Entre estos tuvo particular importancia “el grupo de socialistas rusos que integraron la doctora Ida Bondareff de Kantor y el ingeniero Moisés Kantor”.