Niemeyer fue un gran arquitecto, en su obra incorporó la arquitectura al paisaje de la ciudad, llevando al hormigón armado a sus mejores posibilidades constructivas. Construyó cientos de edificios siempre pensando en sus usos y funciones.
Niemeyer fue un gran arquitecto, en su obra incorporó la arquitectura al paisaje de la ciudad, llevando al hormigón armado a sus mejores posibilidades constructivas. Construyó cientos de edificios siempre pensando en sus usos y funciones.
Además de arquitecto fue un intelectual preocupado por la política y situación social de Brasil y el mundo, en 1945 se afilió al Partido Comunista de Brasil. “Nunca me callaré la boca. Nunca esconderé mis convicciones comunistas. Y quien me contacta como arquitecto conoce mis concepciones ideológicas”. Durante la dictadura militar de Brasil sufre persecuciones y en 1965 , doscientos profesores, entre ellos Niemeyer, renuncian a la Universidad de Brasilia , en protesta contra la política universitaria. En 1966 se exilia en Europa, vive en Paris, donde entre otros edificios crea la sede del Partido Comunista francés.
Eduardo Galeano escribe: “Niemeyer odia por igual al capitalismo y al ángulo recto. Contra el imperialismo, no es mucho lo que puede hacer. Pero contra el ángulo recto, opresor del espacio, triunfa su arquitectura libre y sensual y leve como las nubes”.