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03 de octubre de 2010

Otra mentira infame de Cristina

Hoy 1231 / Falleció una joven en Tucumán por falta de atención

ace un tiempo la señora presidenta inauguró, con bombos y platillos, un hospital en Aguilares. Dijimos en su momento que era una cáscara vacía, ahora tiene algo adentro porque trajeron material de dos hospitales de la zona, el viejo de Aguilares que lo vaciaron y algunas cosas de Santa Ana (población cercana a Aguilares), el equipamiento de alta complejidad anunciados por la señora no ha aparecido, además está escaso de personal, médicos y de enfermeros capacitados para la atención de la salud. Todo esto viene a cuento porque la semana anterior una joven embarazada de 16 años fue llevada por su familia para que la atiendan por un fuerte dolor de cabeza y según manifiestan sus familiares, sin hacerle un reconocimiento adecuado le recetaron un calmante inyectable que le hicieron colocar. A la tarde como el malestar persistía y se hacía intenso volvieron, la derivaron al hospital de Concepción y de allí a la ciudad capital. Cuando llegó ya estaba en coma falleciendo poco después. Según lo manifestado por los profesionales que la atendieron, la adolescente tenía meningitis y si se la hubiera atendido adecuadamente no hubiera fallecido.
Los familiares y allegados manifestaron frente al hospital y el lunes, al cierre de esta edición se citó a una movilización para exigir: que se investigue lo que pasó, se nombren médicos y enfermeros y que la nación cumpla con el envío del equipamiento que prometió.
Pero las penurias del pueblo de Aguilares no terminan allí. Los docentes, padres y alumnos de la escuela Frías Silva, ubicada al frente de la plaza principal desde hace alrededor de 60 años, se han enterado que deben desalojar el local porque la escuela fue vendida. Como se ve, los negocios inmobiliarios son una obsesión para el gobernador Alperovich y sus amigos. La construcción del nuevo hospital tiene que ver con lo mismo. La firma del Ingenio Aguilares está tratando de apoderarse de todos los terrenos que, según el propietario, pertenecían a la firma fundadora de la fábrica. Es así como hoy están amenazadas de desalojo numerosas familias que hace cuarenta años viven en la vecindad de la fábrica, también reclama el casco del viejo hospital y una escuela técnica.