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12 de junio de 2019

Contestando infamias y mentiras

Otra visión del Cordobazo…

Reproducimos extractos de la respuesta de nuestra compañera Gimena Blanco, integrante de la dirección del PCR de Córdoba, a una entrevista en un diario de Villa María, Córdoba, que falta a la verdad sobre nuestro Partido y René Salamanca durante el Cordobazo.

El señor Scrimini, quien fuera presidente de la Federación Universitaria de Córdoba durante el Cordobazo, y dirigente del sector universitario de la Federación Juvenil Comunista, asegura en una entrevista a Eldiariocba.com.ar, que René Salamanca no participó en el Cordobazo y que el PCR se opuso a la convocatoria. Asegura también que estábamos enfrentados a Tosco.

Para hacer una respuesta que no falte a la verdad, quiero decir que el Partido Comunista Revolucionario nació en 1968. Hemos publicado con motivo de nuestro 50º aniversario todos los documentos públicos y no públicos en siete tomos cuyo primer tomo es “documentos aprobados desde la ruptura con el PC revisionista hasta el 1º Congreso del PCR 1967/1969”, por lo que cualquier lector puede constatar con documentación mis palabras.

Primera infamia
Es una infamia afirmar que René Salamanca y el PCR no participaron en el Cordobazo, como lo asegura el señor Scrimini.
René Salamanca era delegado metalúrgico de una pequeña empresa y había ido agrupando a los delegados combativos. El 29 de mayo, a las 10, dirigió el abandono de tareas en su fábrica, recorrieron las otras empresas de la zona que engrosaron la columna, empalmaron con obreros de la Fiat y de GMD y marcharon hacia el centro. Combatieron en barrio San Vicente y llegaron a la Terminal Nueva, participando en la quema que duró toda la noche. René pertenecía a la agrupación Felipe Vallese y se había sumado recientemente al PCR y a la Agrupación 1º de Mayo.

Segunda infamia
Es otra infamia negar la participación del PCR en el Cordobazo. La célula de la planta Santa Isabel de la IKA-Renault y la Agrupación 1° de Mayo (actualmente CCC), trabajó activamente en la preparación de la columna y en el combate de calles. Incluso hubo un cartel de la agrupación en la columna.

La Agrupación 1º de Mayo de Dinfia, organizada por el PCR, fue la primera agrupación clasista del país en los años 60. El compañero Pedro Gutiérrez fue echado de la fábrica por hablar en la sección llamando al abandono. Luego el compañero Dante, delegado de la sección Metalurgia, también habló y encabezó el abandono con 600 obreros, que en sus motos jugaron un gran papel en la lucha de calles. Pedro y Dante eran miembros del PCR.
La matricería Perdriel de la Ika-Renault, era la cabeza de la oposición a Torres en el cuerpo de delegados. Roque Romero y Gerardo Luna fueron los organizadores de la columna, con las compañeras de Ilasa. La columna se fue engrosando hacia la ciudad, cruzando por el puente Avellaneda, donde se juntaron con Luz y Fuerza. Una parte combatió en el centro y otra fue para el Clínicas, participando en la derrota de la represión.

Los estudiantes del Faudi (actualmente CEPA) ganaron la posición, en la gigantesca asamblea de la Ciudad Universitaria, de que cada facultad empalmara con las columnas obreras, frente a las posiciones del PC y el trosquismo de concentrarse en barrio Clínicas. Una multitud de jóvenes esperó a la columna de la Ika-Renault, y se juntaron coreando: “Obreros y estudiantes, unidos adelante”. Otro contingente del Faudi marchó a los barrios ferroviarios, uniéndose con los obreros que abandonaron el taller.

Estudiantes secundarios del colegio técnico Cassaffousth abandonaron la institución educativa, encabezados por Manuel Guerra secretario de Organización de la JCR, la organización juvenil del PCR, y secuestrado por la dictadura años después. También se encontraba encabezada por Luis Márquez, secuestrado y asesinado en la puerta de Transax, donde trabajaba, en la lucha antigolpista.

El Gringo Tosco y las palabras de Salamanca
Asegura Scrimini también que estábamos enfrentados a Tosco. La verdad es que la CGT combativa de Tosco, Atilio López y Salamanca habla por sí misma de los lazos de unidad con el lucifuercista, pero agregaré que cuando fue intervenido el Smata y pedida la captura de Salamanca, fue el Gringo el que puso a disposición el gremio Luz y Fuerza y allí funcionó la comisión directiva del Smata recibiendo a delegados y escapando de la persecución y los allanamientos de la época.

Voy a citar las palabras de René Salamanca para ilustrar nuestra visión del Cordobazo en ese momento: “Diversos análisis burgueses y populistas del Cordobazo han tratado de golpear sobre un punto: el papel protagónico del proletariado, y especialmente de la gran industria.

“Unos tratando de ubicarlo como un engranaje de una conspiración militar contra Onganía; otros planteando la paternidad de (Elpidio) Torres y (Agustín) Tosco. Los primeros carecen de toda seriedad: los mismos mandos del Tercer Cuerpo de Ejército que estaban conspirando, según la revista Jerónimo, son los que toman en sus manos la represión y ejercen por sus propias manos la justicia para con los detenidos.

“Colocar a la dirección unificada de la CGT, o a Tosco y Torres como cabezas del Cordobazo, es una reducción de la realidad que no resiste a los propios hechos (…) Muchos hechos contribuyeron a generar un clima de tensión, situación que, según caracterizamos del comité regional, ‘se podía cortar con una Gillette’. Pero, ¿cuál es el hecho que transforma al 29 de mayo de una gran movilización pacífica de masas en una movilización violenta, cambiando cualitativamente su significado? Es en el momento en que la columna de Santa Isabel decide enfrentar a la Policía, y logra derrotarla. ¿Quién produce ese salto de calidad? Torres no está. Y Tosco, frente a ello dirá: ‘se nos fue todo de las manos’.
“A esa columna la encabezaba ese núcleo opositor combativo, del que un pequeño sector se ha adherido al clasismo. El hecho se extiende como reguero de pólvora, y su conocimiento es el estímulo que necesitan miles de obreros, estudiantes y otros sectores de la población para lanzarse al combate.

“Esto no significa que esa corriente opositora combativa clasista se hubiera propuesto realizar un Cordobazo, pero tampoco significa lo contrario”. Reproducido de “Reflexiones sobre la historia de los mecánicos en Córdoba”, publicado en la revista Teoría y Política, texto escrito por Ricardo Fierro y Pablo Reartes (seudónimo de René Salamanca) en octubre de 1973.

“Democráticos”
La línea del PC de Scrimini frente a la dictadura de Onganía fue de oposición, con la propuesta de “una amplia coalición democrática”, y consideraba que eran “democráticos” los generales Lanusse, jefe del Ejército, y Carcagno, jefe de la Cuarta Brigada del Ejército (así también definieron a Videla).

De estos “democráticos”, Lanusse fue el que ordenó la represión y Carcagno fue el que la ejecutó a sangre y fuego, y son los responsables del asesinato de Máximo Mena y otros, de los tribunales militares y de la cárcel para cientos de cordobeses. Tal era la relación que dirigentes del PC participaban en asados que hacía Lanusse con políticos.

Nosotros habíamos dicho en noviembre de 1968 que un polvorín de odio popular se resecaba bajo los pies de la dictadura de Onganía y que ese polvorín iba a estallar. Y ese polvorín estalló. Podríamos decir que ante las discusiones y debates de la izquierda argentina en ese momento, con el foquismo y la lucha armada, el Cordobazo nos alumbró para definir nuestra línea. El Cordobazo fue una gigantesca movilización de masas que bordeó el inicio de una situación revolucionaria y que bocetó el camino y las formas que va a tener el estallido revolucionario insurreccional en la Argentina. “Nada volverá a ser igual en la Argentina”, dijimos en ese entonces y lo reivindicamos hoy.

Hoy N° 1770 12/06/2019