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21 de marzo de 2021

Otro caso de violencia de género en la Universidad Nacional de Tucumán

La foto es elocuente. Muestra la violencia ejercida por un docente (profesor titular de una materia) hacia una de sus colegas (jefe de trabajos prácticos). Un intercambio de opiniones respecto al contenido de una materia que dictan en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) terminó en un acto de violencia de género. https://www.infonews.com/universidad/acusan-la-tucuman-omitir-una-catarata-violencia-machista-n342605/amp?__twitter_impression=true&s=09

La docente agredida hizo la denuncia ante la justicia provincial y después, las mismas autoridades de la Facultad activaron el protocolo para los casos de violencia de género en el ámbito universitario. Rápidamente, la solidaridad de integrantes de la Casa de las Mujeres así como docentes, no docentes y estudiantes hizo que el caso fuera ampliamente conocido a través de las redes, mientras varios medios se hicieron eco de la situación. El gremio docente ADIUNT se plegó a una convocatoria frente del Rectorado para solicitar la separación inmediata del cargo del docente denunciado a la vez que se exige la resolución de numerosos casos de violencia de género que siguen cajoneados.

Numerosos sectores y organizaciones brindaron su más enérgico repudio, así como la solidaridad a la docente atacada dando cuenta de la reacción de amplios sectores de la comunidad ante estos casos de agresión.

Debido al impacto que generó, fueron emergiendo distintos casos que no fueron tratados ni solucionados en el ámbito de la Universidad; docente contra docente, docente contra estudiante. Retrata esto (además de la cronología del caso) un hilo de Twitter de una periodista que fue estudiante de la carrera de Licenciatura de Comunicación en el cual va describiendo casos ocurridos. (@flopylarrea)

Esto sucedió a pocos días del 8 de marzo volviendo a poner en cuestión públicamente los mecanismos que tiene una Institución como la UNT ante estos casos. El protocolo existente, conseguido e impuesto por la lucha del  movimiento de mujeres, demuestra sus flaquezas al abordar los casos para los cuales existe. Aún más, muchos casos han sido cajoneados con el aval de las direcciones políticas de la Universidad, facultades y escuelas preuniversitarias. Cuando no protegiendo al acosador o violento y sancionando a la agredida.

Es urgente revisar y actualizar estos protocolos además de que las autoridades universitarias resuelvan y sancionen a los responsables de estos actos así como la protección institucional a las agredidas.

Escribe Walter Díaz