La matriz energética de nuestro país depende en un 90 % de los hidrocarburos, principalmente gas que representa el 49%. Esta deformación en la matriz energética hace que estemos atados al abastecimiento casi exclusivo de estos recursos hidrocarburiferos, y ahora a los precios internacionales a partir de que perdimos el autoabastecimiento de gas a partir del año 2007. Esto hizo crisis el año pasado cuando perdimos el superávit comercial energético y la Argentina debió comprar distintos combustibles por 9300 millones de dólares. Lo que significó un déficit neto de 3000 millones de dólares para el año 2011. Para el año 2012 ese déficit va a trepar a los 5000 millones de dólares, en una escalada imparable con la política energética que venía aplicando el gobierno.

El negocio petrolero, tras la expropiación de Repsol

Revestidas ideológicamente de “neoliberales” o “neodesarrollistas”, las políticas petroleras implementadas desde 1989 tienen el común denominador de afirmar que sólo la inversión externa de capitales (asociada con burgueses intermediarios locales) y las empresas proveedoras de tecnología, también extranjeras, pueden explotar exitosamente el recurso natural y desarrollar el sector hidrocarburífero. Los “lobbistas” no dudan en promocionar esas políticas, auspiciando colocar banderas de remate sobre nuestros yacimientos. El camino virtuoso de recuperación de nuestra soberanía energética y desarrollo del sector supone combatir esta falacia.

Por qué (y cómo) hay que estatizar la industria y el comercio del petróleo y el gas natural

Edgardo Reynoso tiene 57 años y más de 30 años de antigüedad en el Sarmiento. Habla pausado y reflexionando cada palabra, y dirige, junto al “Pollo” Sobrero, la comisión interna del Sarmiento desde el año 2000. Mantuvimos una charla con él.
 

“Para lo que se viene, debemos bregar por la más amplia unidad de todos los sectores”

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