País en disputa
Argentina es un país dependiente disputado por varias potencias imperialistas. Durante gran parte del siglo XX predominó aquí el imperialismo inglés, asociándose con lo principal de los terratenientes, la burguesía intermediaria y otros imperialismos. La presión yanqui para que el gobierno militar, surgido del golpe de Estado del 4 de junio de 1943, entrara en la guerra contra los nazis, fracasó por el apoyo inglés a ese gobierno militar. Gran Bretaña no quería que los submarinos alemanes impidiesen el comercio con la Argentina. Según escribió el diario inglés Manchester Guardian: “El tipo argentino de fascismo nos gusta tan poco como a Mr. Cordell Hull (secretario de Estado yanqui, hoy); pero también preferimos la carne de reses argentinas al cerdo de procedencia británica”.
Un punto débil del enemigo
En países dependientes disputados por varias potencias imperialistas, como sucede en la Argentina, existen conflictos de intereses entre varias potencias imperialistas. Cada una protege a un grupo de terratenientes y burguesía intermediaria creando su propio grupo de poder y, por ende, contradicciones con otros grupos que, en ocasiones, se tornan inconciliables. Este es el punto débil del enemigo, posible de utilizar por el pueblo. Porque si esas fuerzas enemigas se unen –como sucedió el 24 de marzo de 1976– son imposibles de vencer en tanto se mantengan juntas.
El crimen de la guerra
“Es tan criminal hacer una guerra evitable como dejar de hacer una guerra inevitable”. José Martí .
hoy N° 2079 01/10/2025