– ¿Cuál es hoy la situación en Gaza? Además del inmediato cese del fuego y el libre ingreso de la ayuda humanitaria ¿Cuáles serían los principales reclamos?
– La situación es dramática, intolerable para quienes sobreviven a la crueldad de los bombardeos indiscriminados por tierra, aire y desde el mar. Israel ordena evacuar a determinados sectores y cuando la gente está allí, les lanza bombas incendiarias, lo hemos visto en los medios y en las redes. Bombardean tiendas y carpas de tela que se incendian en el acto matando a quienes están dentro. De 36 mil asesinados –además- la mitad son niños. Hay bebés que nacieron bajo un bombardeo y fueron asesinados al bombardeo siguiente, es inenarrable el dolor al que el ejército israelí somete al pueblo palestino. Destruyeron todas las universidades de Gaza y asesinaron a 89 académicos. Eso no es por error o daño colateral, es absolutamente deliberado, amén del personal de la ONU, los socorristas, los médicos, las madres y los ancianos. A veces siento que faltan adjetivos en español para calificar esta barbarie.
– La República de Sudáfrica denunció a Israel ante la Corte Penal Internacional por genocidio al pueblo palestino. A esa denuncia posteriormente la acompañaron otros países. ¿Podría indicarnos cuáles son esos países, y qué posición plantearon al respecto otras agrupaciones de países como los BRICS, G7, G20, UE, países árabes, Asia Central, Sudamérica etc.?
– Los que se adhirieron legalmente a la demanda son Turquía, Egipto, España, Colombia, Brasil, Chile, Nicaragua, Venezuela y Cuba. En cuanto a los posicionamientos de otras asociaciones o países individuales, no ha habido pronunciamiento en tanto BRICS, o G7, G20. Unión Europea, salvo la Liga de Estados Árabes que ha asumido una posición común y consensuada de condena a la agresión israelí en Gaza. En cuanto a Estados individuales, diría que el 80% han manifestado una posición proclive a un alto al fuego y al fin de las hostilidades. Pero esto no siempre se traduce en fijar una posición pro palestina necesariamente, sino en apoyar el trabajo de la ONU y en promover el diálogo para sustentar lo que llaman “el día después”, que obviamente comprende el estatus final que debería concluir en la creación de un Estado palestino.
– ¿Cómo es la solidaridad con Palestina por parte de los países árabes?
– Son reacciones dispares en cuanto a la intensidad de la solidaridad, aunque existe unanimidad en defender a Palestina. Los países árabes son un conjunto diverso de modelos de Estado y de desarrollo económico y cultural que es heterogéneo. Es decir, coexisten modelos monárquicos y repúblicas socialistas, pasando por todo un espectro de variables. Sumado a eso, también coexisten alineamientos a nivel global que hacen del mundo árabe un espectro heterogéneo. Coexisten Arabia Saudita, Qatar, Argelia, Siria, etc. que representan modelos distintos de gobernanza, pero rescato que existe un amplio consenso en lo que es el apoyo a la causa palestina, concebida como el centro de las urgencias árabes.
– ¿Qué piensan de las protestas en diferentes universidades en relación al genocidio en Gaza?
– Si bien valoramos y agradecemos todas las manifestaciones de solidaridad con Palestina y de repudio al genocidio en Gaza, que han sido gigantescas en las calles del mundo, la actitud asumida en particular por los estudiantes (a los que agregaría docentes) es realmente digna de destacar, sobre todo si miramos el fenómeno tal como ha ocurrido en los Estados Unidos. Allí el involucramiento militante de los estudiantes y profesores en defensa de la paz y los derechos palestinos y en repudio al genocidio, ha logrado resultados sorprendentes, sobre todo si consideramos que se han involucrado las principales universidades de ese país, como Harvard, Stanford, Columbia, etc., donde incluso muchos jóvenes judíos se han manifestado en esas protestas, generando un cambio de paradigma en la percepción de Palestina e Israel. Lo que antes se consideraba “normal” era la aceptación casi acrítica del apoyo a Israel, y los acontecimientos en Gaza fueron levantando voces y generando un movimiento que no es sólo declamativo, sino que han conseguido que varias de esas universidades suspendan la colaboración académica con instituciones académicas israelíes y han forzado a los directores a suspender cualquier inversión en Israel o en empresas que tengan negocios en Israel. Es muy relevante.
– El gobierno fascista de Netanyahu no acepta las resoluciones y condenas de los organismos internacionales y ha avanzado en sus ataques e invasión desde Gaza a Rafah hasta controlar el paso de la frontera con Egipto ¿Hasta dónde piensan que quiere llegar con su política de aniquilación y tierra arrasada?
– Tenemos varias cosas a considerar; tal vez la más relevante es la obsesión de Benjamín Netanyahu por sobrevivir políticamente. Él fue advertido con anticipación de lo que se venía y lo permitió. Recordemos que hasta dos semanas antes de la incursión de Hamás, frente a la casa del primer ministro se reunían 100, 200 y hasta 300 mil personas exigiendo su renuncia por el intento de modificar el poder judicial israelí y hacer que la justicia dependiera del poder político de turno.
Por otra parte, estaba por reiniciarse el juicio que la justicia israelí lleva contra él por tres casos de corrupción que, según los antecedentes, lo condenarían a prisión efectiva. Entonces, nos encontramos ante un personaje a quien no le sirve la paz, y su única forma de sobrevida política radica en la continuidad de la agresión militar. Él llegó incluso a ordenar el bombardeo contra el consulado iraní en Damasco apostando a la regionalización del conflicto, para que eso diera lugar a la intervención de la flota naval de EEUU que se encuentra allí y darle continuidad a una realidad que se resolvería sólo por la vía militar, cerrando cualquier posibilidad de alto al fuego y a negociaciones.
– ¿Qué importancia le dan al reconocimiento de España, Irlanda y Noruega, qué beneficios les reporta? ¿Tienen información de que otros países tengan igual actitud?
– Sabemos que otros países de Europa seguirán el ejemplo de España, Irlanda, Noruega y Eslovenia. Más allá del gesto y el peso simbólico que tiene la medida, la importancia radica en colocar en un pie de igualdad a dos partes que en algún momento –más temprano que tarde- tendrán que sentarse a negociar para implementar en el terreno la existencia real y concreta de un Estado palestino independiente y soberano con capital en Jerusalén. Es decir, será el diálogo entre dos Estados bajo auspicio internacional para realizar ese objetivo.
– ¿Cuál es la solución que Uds. proponen al largo conflicto con Israel?
-Si puedo responder de manera personal yo optaría por la existencia de un solo Estado, laico pluralista y democrático de carácter binacional y multicultural.
Pero la ley internacional y los organismos multilaterales recomiendan y han resuelto la solución de “dos estados para dos pueblos” y hay que avanzar en esa dirección, discutir las fronteras, el estatus final de Jerusalén como capital de los dos países y resolver el problema de los refugiados, que deben tener el derecho de retornar sin restricciones, o a ser debidamente indemnizados por la usurpación de sus tierras, bienes y propiedades, como corresponde.
– El gobierno argentino alineó a la Argentina con el eje EE UU-Reino Unido-Israel traicionando la tradición de solidaridad y amistad del pueblo argentino con el pueblo y el Estado de Palestina ¿Cuáles serían las acciones concretas a realizar por parte nuestra, las más urgentes en favor de la causa y el pueblo palestinos?
-Creo en primer lugar que el primer acto solidario es informar y estar informado de lo que acontece. A veces, cuando me corresponde dictar una conferencia o un conversatorio, doy por sentado que existe un nivel de información básica entre los asistentes y me encuentro con que, si bien hay una percepción y una suerte de “solidaridad afectiva” con Palestina por ser la parte más débil de esta historia y existe una empatía profunda con el sufrimiento, es importante formarse en el tema, aprender y aprehender de porqué llegamos hasta este punto. Porque hay una historia que se debe conocer para hacer indestructible la defensa de Palestina. Realizar actividades públicas, levantar una bandera, organizarse solidariamente. En fin, son muchas las maneras y debemos coordinarlas.
– Para cerrar, le pedimos un mensaje a nuestro pueblo, a nuestros lectores y a todos los compañeros unidos en la causa palestina.
-Nosotros estamos profundamente agradecidos por la solidaridad que recibimos del pueblo argentino y muchas de sus organizaciones. A veces también viene el cansancio ante la persistencia del drama, pero debemos tener presente que, por primera vez en la historia de este conflicto, la solidaridad internacional se ha mantenido incólume con Palestina. Pido que no perdamos la capacidad de asombro ante el dolor, que cada imagen, cada relato doloroso sea una nueva alerta de que hay un pueblo que sufre y cuya lucha debe ser apoyada y reivindicada. Y finalmente, agradecer la oportunidad de este espacio para expresar y contar lo que sucede.
Rafael Araya Masry, presidente de la Coplac
hoy N° 2014 12/06/2024