Juan Calfucurá es de esos personajes ejemplares que la historia oficial ha buscado ocultar, desprestigiar, por no responder a los mandatos impuestos. Líder mapuche, su mérito radica en su capacidad para unir a las diferentes vertientes que pertenecían a su nación, evitando que su territorio fuera usurpado por más de cuarenta de años. Falleció en 1873, siendo profanada su tumba en 1879, durante la Campaña del Desierto comandada por Julio A. Roca. Su calavera terminó siendo exhibida como un trofeo de guerra en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata.
En el marco de la restitución de sus restos a sus hermanos mapuches, en el hall del Teatro San Martin se realizó un panel que contó con la disertación de Guillermo David, curador escritor; Felipe Pigna, historiador; Graciela Hernández, historiadora y Jorge Nahuel, miembro de la Confederación Mapuche de Neuquén.
Los oradores coincidieron en reivindicar la figura de Juan Calfucurá, en un contexto de constante atropello a los derechos de las naciones y pueblos originarios que habitan en territorio argentino, situación impulsada por el aparato estatal, que es el que mantiene las concepciones racistas a través de diferentes mecanismos. Se criticó el rol de las universidades y el campo científico ante el trato a los restos humanos encontrados; es por ello que la restitución de los restos de Juan Calfucurá constituye un hecho paradigmático, no sólo para la nación mapuche, sino para el resto de pueblos que buscan poder darle a sus antepasados una restitución y trato dignos, así también como para quienes a diario luchan por constituir una ciencia más abierta y diversa.
Jorge Nahuel destacó que la Confederación Mapuche fue fundada en la década del 70, al cumplirse los cien años de la muerte de Calfucurá y en una situación de atropello cultural y de derechos semejante a la que enfrentan en la actualidad. Planteó que la deuda de la democracia con los pueblos originarios se ve fundada en la falta de un aparato jurídico que respalde sus derechos, así como en la concepción racista con la que fue fundado el Estado argentino, argumentando que “es necesario construir una nueva sociedad en la que quepamos todos, una sociedad que construya a través de la tolerancia un país plurinacional”.
Por su parte, Jorge Nahuel dijo a nuestro semanario que “Nosotros hoy vivimos un proceso de suma amenaza, por el extractivismo que avanza sobre los territorios, con la fuerza bruta del poder militar. Por eso han matado a Rafael Nahuel, a Santiago Maldonado, no van a trepidar en matar si hace falta para obtener los recursos que este modelo necesita. En este momento la figura de Calfucurá vuelve a tomar presencia, no como un acto de nostalgia, sino como un elemento que potencia para poder avanzar. Hay que revisar toda la historia que denigró la presencia mapuche, por eso ponemos mucha energía en ello.
“Nuestra situación es grave, hace poco se hizo pública una resolución de la ministra Bullrich en la que ordena militarizar Vaca Muerta a través de Gendarmería, que es poner a la fuerza pública en contra de los mapuches, lo cual es una gran ironía, porque una fuerza pública que fue creada para defender al país de los intereses externos, hoy defiende a las multinacionales de los mapuches, como si hubiese comparación. Es por eso que hoy más que nunca necesitamos juntarnos con otras fuerzas populares que comprenden la gravedad del conflicto”.
La jornada finalizó con palabras de los artistas involucrados en la exposición.
Hoy N° 1785 02/10/2019