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03 de agosto de 2011


“Para gobernar hay que saber”

Hoy 1380 / La “nueva” teoría K

A esta altura del campeonato uno ya no sabe cómo tomar algunas declaraciones de los intelectuales kirchneristas. Los dichos de Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, sobre el caudal de votos de Miguel del Sel, entran en esta categoría.
González afirmó que esta votación “Es un vaciamiento de la palabra política”, y manifestó su “profunda preocupación” por el desempeño del Midachi en los comicios.

A esta altura del campeonato uno ya no sabe cómo tomar algunas declaraciones de los intelectuales kirchneristas. Los dichos de Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, sobre el caudal de votos de Miguel del Sel, entran en esta categoría.
González afirmó que esta votación “Es un vaciamiento de la palabra política”, y manifestó su “profunda preocupación” por el desempeño del Midachi en los comicios.
La verdad, es gracioso que esto lo diga uno de los “intelectuales” más destacados de un gobierno que apuesta su futuro a la cantidad de votos que sume Daniel Scioli (el motonauta que entró a la política de la mano de Carlos Menem), en la provincia de Buenos Aires.
Pero entendemos que hay otro aspecto, mucho más peligroso en estas declaraciones. González detalló “Es un fenómeno que en la política argentina se produce hace ya muchos años pero en este caso se magnifica o se acentúa por el hecho de que si hubiera un escalón más que nos permita pensar en el vaciamiento completo de la palabra política, veo ahí a Miguel Del Sel”, analizó en declaraciones a C5N. Trascartón, criticó a Del Sel por presentarse “sin saber nada” de política.
Si hay algo que fue la marca registrada del gobierno kirchnerista desde sus inicios es su “doble discurso”. Decir una cosa y hacer otra, encubriendo sus verdaderas intenciones.
Pues bien, estas declaraciones de González rompen con este clásico del kirchnerismo, y revelan su pensamiento más profundo: la “política” y “gobernar” no es para todos.
Este núcleo de ideas de González viene siendo repetido los últimos días por varios periodistas con afinidad –política o monetaria- con el oficialismo, con variantes, pero coincidiendo en lo fundamental. Afirman que “para gobernar hay que saber”, y los “que no saben” que no se metan en política. Argumento reaccionario si los hay, que nuestro pueblo desenmascaró en las jornadas del 2001 reclamando “que se vayan todos” esos que “sabían” y hundieron al país, y creando asambleas populares y empresas recuperadas, como expresión de la voluntad de miles de dirigir su propio destino.
 Si sumamos el “asco” que sintieron por el voto porteño a lo que dijeron de Del Sel, no nos extrañe que las usinas K terminen anhelando el “voto progresista calificado” y el “fraude nacional y popular”.
 Si esto piensan los kirchneristas de un actor cómico, qué no dirán de los revolucionarios que pretendemos que la Argentina sea gobernada por los obreros, los campesinos, y el resto de los sectores populares.